Sin actos oficiales, al menos hasta ayer, se vislumbra una nueva conmemoración del terremoto y tsunamis que azotó la costa de Chile el 27 de febrero de 2010.

Este año, cuando se cumplen 13 años de uno de los terremotos más grandes de la historia de la humanidad, muchos de los territorios que fueron afectados en aquella oportunidad, hoy se ven enfrentados a otra emergencia: la de los incendios forestales.

Desde la Delegación Presidencial no confirmaron ni descartaron algún acto oficial para ese día, pues los esfuerzos y los ojos están puestos en lo que ocurre en el sector Santa Ana, en Coronel. En ese sentido, lo que ocurra de aquí a mañana será clave, para delinear agenda.

Donde ya confirmaron que no habrán actividades es en las comunas de Tomé y Talcahuano.

“No descartamos, al menos, una misa en memoria de quienes fallecieron en Dichato. Pero realizar un acto oficial en estos momentos es complejo, porque los incendios nos han tenido operativos en un 100%. Hoy (ayer) nomás tenemos que lamentar la aparición de otro foco en el sector Rinco”, explicó la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas.

“Lo que hemos entendido, desde el punto de vista de gestión de riesgos y desastres, es que no se requiere un día para conmemorar, sino un aprendizaje, y una planificación y educación constante”, explicó el alcalde de Talcahuano, Henry Campos.

El jefe comunal porteño ahondó en lo anterior y sostuvo que desde el municipio se han hecho esfuerzos de comunicación y enseñanza a través de los colegios municipales y las Juntas de Vecinos.

“El 27/F marcó a una generación, pero no puede transformarse en un día de conmemoración, considerando los diversos factores de riesgo que tenemos como ciudad, desde un terremoto o tsunami, como ocurrió el 2010; o un tornado como lo vivimos el 2019; o un incendio forestal, como tuvimos hace unos días. Es importante mantener el recuerdo todo los días, que estamos expuestos”, enfatizó Campos.

Las deudas

Han pasado casi 13 años desde la tragedia y lo peor es que aún hay temas pendientes. Lo más evidente pareciera ser el Puente Bicentenario o Patricio Aylwin, que si bien ya tiene conexión entre San Pedro de la Paz y la Concepción, aún resta se concluya parte de la obra para que enlace con Avenida Chacabuco.

Otros vestigios del terremoto son, por ejemplo, en antiguo edificio de Contraloría, en Concepción, o el Mercado de Talcahuano. De hecho, sin ir más lejos, en su reciente visita a la localidad de Punta Lavapié, en Arauco, el propio Presidente Gabriel Boric recordó que en la citada comuna aún existen escuelas modulares que fueron instaladas justamente después del terremoto de 2010.

Y no solo en Arauco. La misma alcaldesa de Tomé recordó que tres escuelas que fueron destruidas por el terremoto, Cocholgüe, Mariano Egaña y Carlos Mahns, son modulares y “han acabado su vida útil”.

“En alguna oportunidad se dijo que la reconstrucción había concluido. Se los dijimos a la autoridades que ya no están y también a las actuales, aún hay deudas con la comuna”, sostuvo Rivas.

Otro emblemático caso en Tomé es el puente que una Dichato con Villarrica, que si bien cuenta con recursos aprobados del Gobierno Regional, vía Fndr, requiere de una actualización de recursos, puesto que el proyecto fue aprobado antes de la pandemia. También se requerirá de expropiaciones de terreno.