El año que ya termina, estuvo marcado por el cambio en la administración de Gobierno, que supuso la presencia del Presidente más joven de nuestra historia; el rotundo triunfo del Rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional para una nueva carta magna; y los problemas de violencia en la Macrozona Sur, donde sigue imperando un Estado de Emergencia que ya ha dejado su excepcionalidad.
“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, fueron las primeras palabras del Presidente, Gabriel Boric, al momento de la asumir la primera magistratura del país, y la banda tricolor y la piocha de O’Higgins de manos de Sebastián Piñera.
Fue un momento histórico, pues ese día 11 de marzo, con 36 años, asumió el Presidente más joven de nuestra historia republicana. Lo hizo, además, el militante de un bloque que hasta entonces, y tras el retorno de la democracia, no había tenido la oportunidad de conducir el país. “Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país”, dijo al momento de sus asunción el Jefe de Estado.
Meses antes, el 9 de enero, Boric Font daba su primera entrevista a un medio escrito como Presidente electo y lo hacía en Diario Concepción, un medio de región. “Hay que entregar más poder a los territorios, hay que entregar mayores facultades a los gobiernos regionales, al Gobernador Regional y a los entes colegiados”, dijo entonces.
En la ocasión, también se recibió al su mirada del Biobío. “En la Región del Biobío, todo el sector de la cuenca del carbón y todo el sector que alguna vez fue industrial y pujante de Concepción (Tomé, Lota, Coronel), creo que ahí hay un abandono y ha habido no solo displicencia, sino derechamente una violencia por parte del Estado”, sostuvo.
También ahondó en la necesidad de fortalecer la agricultura en general, la familiar campesina y profesionalizar el trabajo en el mundo rural.
El Presidente, en todo caso, cerrará el año sin haber puesto un pie en la Región, aunque sí muchos de sus ministros (en algunos casos más de una vez) e, incluso, quienes ya no son parte del gabinete como la ex titular de Interior, Izkia Siches.
Más allá de errores, aciertos y los matices con que cada uno llevó adelante su acción política, en 2022 surgieron las primeras diferencias entre dos de los cargos llamados a conducir la Región: el de gobernador regional y el de la delegada presidencial.
Y las críticas particulares surgieron a partir de la forma en cómo se encaró la situación de seguridad, donde el Rodrigo Díaz fue crítico del trabajado de la Delegación. Daniela Dresdner, en tanto, en abril llegó a manifestar a Radio Cooperativa que “no tenemos ninguna manera de controlar lo que está ocurriendo en la zona”, en alusión a la provincia de Arauco.
Luego, aseguró que había sido descontextualizada, y tras unas semanas, zafó de su peor momento. Incluso, en medio de varios cambios de delegados, Dresdner fue ratificada en el cargo. Su trabajo se centró en abordar temas de seguridad, como el Plan de Copamiento Policial en el centro de Concepción, junto a la municipalidad.
Tras el impasse, hubo guante blanco entre las autoridades, cada uno enfocándose en su trabajo e incluso compartiendo espacios, por ejemplo, en la Mesa Regional contra el Crimen Organizado.
Tras el rotundo triunfo que había logrado la opción Apruebo en el Plebicisto de Entrada, en octubre de 2020, había expectativa del trabajo de la Convención Constitucional (que en su primer año de trabajo, estuvo en la Región del Biobío). No obstante, conforme fue transcurriendo el tiempo, distinto factores fueron configurando un particular escenario en la ciudadanía, que pasó de apoyar una nueva carta magna a rechazar esa posibilidad. Y así quedó demostrado de manera rotunda el 4 de septiembre, donde la opción Rechazo se alzó con una votación cercana al 70%. En la Región, de hecho, en algunas comunas estuvieron cerca o sobrepasaron el 80% de la votación, muchas de ellas, de la provincia de Arauco, como Cañete (77%) o Contulmo (81%).
“Triunfó el sentido común”, fue una de las frases que se repitió entre los actores políticos de la Región, muchos de centro derecha. “Triunfó el miedo”, dijeron, por otro lado, sectores de centro izquierda que promovían la opción Apruebo.
Lo anterior, recordando la cantidad de información falsa que circuló en redes sociales y que la ciudadanía repitió como argumento para bajar el pulgar a la propuesta de los convencionales.
Pero la idea de cambiar la Constitución del 1980, una de las últimas herencia de la dictadura cívico militar, quedó sembrada y aunque, probablemente ya no es tema de debate entre los ciudadanos de a pie (como sí ocurrió en los meses previos al Plebiscito de Salida, cuando los borradores de la propuesta se podían apreciar en todas las esquinas de la intercomuna), el mundo político se reunió en el Congreso para generar un nuevo acuerdo, el mismo que se concretó hace pocas semanas, el 13 de diciembre.
Un Consejo Constituyente de 50 representantes, que serán electos por votación popular el 7 de mayo, y un Comité de Expertos que elaborará una propuesta inicial, es parte del acuerdo que no convence a todos los sectores, pero del cual se seguirá hablando durante el 2023.
Quizás uno de los puntos negros del presente año, fue la situación de violencia que se vivió en las provincias de Biobío y, particularmente, en Arauco. Ahí, prontamente, hubo cambio de autoridad: Javier Ponce, quien alcanzó a estar cerca de un mes en el cargo, cedió paso a Humberto Toro.
Este último debió lidiar con uno de los hechos más violentos registrados en la zona, como el ataque al Molina Grollmus el 19 de agosto. En la ocasión, Carlos Grollmus, una de las dos víctimas del ataque de un grupo por encapuchados, sufrió la amputación de una de sus piernas.
Por el caso se han presentado cuatro querellas, entre ellas, una del Gobierno Regional y otra del propio Carlos Grollmus, representado por el abogado Rafael Poblete, donde alude a una declaración del Presidente Gabriel Boric en La Araucanía, donde califica el ataque como “terrorista”.
Los hechos de violencia generaron la visitas reiteradas del subsecretario de Interior,Manuel Monsalve, quien por momentos se transformó en el rostros del Gobierno en la materia.
Además, el Congreso aprobó el proyecto de tipifica el delito de Robo de Madera y la creación de una comisión investigadora en la Cámara de Diputados, pero también el rechazo de un proyecto de Infraestructura Crítica.
Este años, además, se concretó la detención de uno de los líderes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.
En la actualidad, las provincias de Arauco y Biobío, están bajo el Estado de Excepción, el que ha sido prorrogado 14 veces.
Los problemas de seguridad y de congestión vehicular fueron los más visibles, en particular, al inicio de este año. No obstante, transcurridos los meses, otros temas de importancia fueron apareciendo en la contingencia regional, como la situación de colapso en algunos cementerios de la provincia de Concepción y el inminente cierre de rellenos sanitarios, entre ellos, Hidronor, donde comunas como Talcahuando yHualpén depositan su residuos domiciliarios.
Todos estos problemas fueron visibilizados en una sola instancia, el Consejo Metropolitano, presidido por el gobernador regional, y del cual participan alcaldes de la mayoría de las comunas del Gran Concepción.
De hecho, incluyendo instancias como la Asociación de Municipalidades del Biobío, que también ha sido un amplificador de los necesidades de las comunas, este año fue particular por el protagonismo que adquirieron algunos alcaldes. Como el de Concepción, Álvaro Ortiz, en su lucha contra el comercio ilegal y el retorno a la normalidad del centro de la ciudad; o la jefa comunal de Santa Juana, Ana Albornoz; o el titular de Chiguayante, José Antonio Rivas, y su propuesta del “gas a precio gusto”.
En una Región sin mayores avances en materia de infraestructura vial, los problemas de conectividad en general y congestión vehicular en particular (basta con citar los problemas de la Ruta 160), no parecen ser nuevos.
Sin embargo, este año hubo situaciones particulares que marcaron la agenda, como el reciente cierre del Puente Ferroviario, afectado por desperfecto en una de sus cepas, o los problemas de congestión iniciando el tercer mes del año, donde por primera vez se comenzó a hablar de la posibilidad real de decretar una restricción vehícular en el Gran Concepción.
De hecho, algunos apelaron a esa posibilidad invocando al Plan de Descontaminación que afecta actualmente al territorio.
Lo último generó, entre otras cosas, un estudio de opinión impulsado por el gobernador regional, Rodrigo Díaz, y apoyado por distintos alcaldes de la provincia de Concepción.
Si bien en su oportunidad, se criticaron los recursos comprometidos para la concreción del estudio y que el universo de consultados no era representativo del territorio (participaron más de 54 mil personas), el estudio generó un plan de intervención con el apoyo del Ministerio de Transporte.
Uno de los hechos políticos más llamativos en el mundo político partidista, fue el quiebre que sufrió la Democracia Cristiana.
La que fuera una de la colectividades más grandes del país, sobre todo luego del retorno a la democracia y con dos presidentes de la República en sus filas, sufrió un profundo quiebre tras la decisión de la directiva nacional de apoyar la opción Apruebo en el Plebiscito de Salida.
No fueron pocos lo militantes que manifestaron su opinión contraria, entre ellas, la senadora Ximena Rincón, quien incluso hizo campaña por la opción Rechazo y poco tiempo después del Plebiscito terminó renunciando a la colectividad junto a su colega Matías Walker, con el cual iniciaron las gestiones para formar un nueva tienda: Demócratas.
En la Región, la historia no fue diferente. Algunos emblemáticos militantes dieron un paso al costado, como el ex intendente, Martín Zilic; la diputada del Distrito 21, Joanna Pérez; o la consejera regional (core),Teresa Stark.
En paralelo, también comenzaron a surgir movimiento o partidos que apuntan el denominado centro político, como el mencionado Demócratas y Amarillos Por Chile, que iniciaron la búsqueda de militantes en la Región.