Se trataba de un anhelo para la comuna puerto, pero finalmente existirá otra apuesta. La Armada definió la instalación de un ascensor para buques de hasta 4.500 toneladas y abre la puerta para posicionar al astillero como constructor naval en Sudamérica.
Una de las peticiones históricas que ha tenido la comuna de Talcahuano en su relación con la Armada y la Base Naval que se encuentra en la zona es la instalación de un tercer dique para Asmar.
La instalación, que sería destinada para la construcción de buques post panamax de gran envergadura, tenía un costo asociado de 150 millones de dólares, y a pesar que cada vez que una autoridad de gobierno visitaba la zona, mostraba su intención de concretar este anhelo, ello nunca se concretó.
Por ejemplo, en junio de 2015, durante una visita a la Base Naval, el entonces ministro de Defensa, José Antonio Gómez, expresó que “es un proyecto relevante para la Región y para Talcahuano en particular. Todos los estudios que hemos recibido están en Defensa, en el Ministerio de Obras Públicas y otras instituciones. A partir de ese último análisis se tomará la decisión de cuál será el camino final para construir o comprar el tercer dique que permitirá atender buques de grandes magnitudes”.
El ex jefe de la Segunda Zona Naval, contraalmirante Carlos Huber sostuvo en 2019, eso sí, que “la prioridad actual de la Armada de Chile, es la construcción naval aquí en el astillero constructor, para lo cual se está preparando un programa de construcción a mediano y largo plazo”.
La autoridad, en ese entonces, recalcó que “Asmar tiene como misión reparar los buques de la Armada de Chile y con el remanente es reparar buques de terceros, que son de las navieras y buques mercantes. La prioridad en Asmar es reparar y construir buques para la Armada de Chile, como les digo, y el remanente para atender buques mercantes”.
Días después de estas declaraciones, fue el presidente Sebastián Piñera quien colocó paños fríos a esta petición. “En el caso del Tercer Dique es un proyecto que en algún momento presentó la Armada de Chile. Después, ha ido cambiando sus prioridades, por tanto, ese proyecto está en reevaluación”.
A la vez se hacia esta solicitud, al interior de la Armada se analizaba otra opción, la que ya estaría lista para su concreción.
Fue durante el botamiento del rompehielos Almirante Oscar Viel, que el comandante en jefe de la Armada, almirante Juan Andrés de la Maza, explicó las motivaciones para adoptar este sistema.
“La Armada hizo una evaluación responsable para un tercer dique y se descartó ya que es un proyecto muy caro, al tener la evaluación de los costos era muy difícil que el dique se autosustentara”.
La autoridad naval, eso sí, confirmó que al interior de Asmar se va a instalar un sistema de Synchrolift, esto es “un ascensor para poder levantar buques de hasta 4.500 toneladas en este astillero y así moverlos a través de rieles en la superficie terrestre, y así poder reparar y construir buques cuando esté ocupada la grada de lanzamiento en los proyectos que vienen”.
El almirante De la Maza agregó que “durante 2023 se hará el llamado a licitación internacional para poder concretar a la brevedad este proyecto. Así logramos otra forma de construir unidades menores en este astillero”.
El jefe de la Armada manifestó la importancia de lo anterior, porque hay “unidades menores que están cumpliendo su vida útil, que es de 30 años, lo que entrega oportunidades a otros astilleros nacionales para que participen en los procesos de construcción. Tenemos astilleros en Valdivia, Puerto Montt y Arica, por lo que Asmar no es el único que va a gozar de la construcción naval, sino que es una puerta inmensa que se abre para todos”.
Este sistema estará emplazado al interior del Astillero, en la zona entre el “Muelle 0310” y el canal de acceso al Dique Seco n°1.
En dicho lugar , actualmente se encuentran dos diques flotantes y un espacio que no está siendo utilizado para la construcción naval.
La llegada de este sistema, podría permitir a Asmar dar de baja dos diques flotantes que se encuentran en el astillero, que tienen restricciones a raíz de su diseño y antigüedad, ya que datan de la primera mitad del siglo XX.
De acuerdo a los estudios de ingeniería encomendados por Asmar en 2015, se evaluó esta opción o la utilización del dique flotante “Valparaíso III”.
La primera alternativa con un costo cercano a los 59,2 millones de dólares por un periodo de 35 años. Mientras que el uso del dique flotante ascendía a los 58,6 millones de la moneda norteamericana.