Política

“Chile está lleno de talento innovador, hay que darle la oportunidad de crecer”

En el marco del acuerdo que el CityLab Biobío firmó con el Media Lab City Science del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Luis Alonso, doctor en Arquitectura e investigado del grupo City Science, explicó el trabajo que en los próximos dos años se realizará en el Gran Concepción, con el objetivo de planificar un territorio más humano y caminable.

Por: Ángel Rogel 22 de Octubre 2022
Fotografía: Raphael Sierra

La primera semana de octubre, una delegación del Gobierno Regional (Gore) concurrió a Boston, Estados Unidos, para oficializar un acuerdo de trabajo con Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) y en los próximos dos años incorporar tecnología, inteligencia artificial e innovación en la planificación urbana del Gran Concepción.

Con este acuerdo, el territorio se convirtió en la primera ciudad de Sudamérica en incorporar este modelo con el que ya trabajan Andorra, Hamburgo, Ho Chi Minh, Guadalajara, Shanghai, Taipei y Toronto.

Pero, en términos prácticos en qué se traduce este convenio y como beneficiará al Gran Concepción. El doctor en Arquitectura, Luis Alonso, miembro del grupo City Science e investigar principal del proyecto Andorra, en entrevista con Diario Concepción, entregó algunas respuestas.

“En City Science Group del MIT Media Lab, creamos colaboraciones con diferentes ciudades en los cinco continentes con el objetivo de crear comunidades más innovadoras, humanas, sostenibles, diversas y accesibles (caminables). Con este objetivo, alineamos lo que aquí llamamos ‘Unlikely Partners’; grupos humanos que, por lo general no suelen colaborar juntos, como la academia, la industria, el gobierno, y la sociedad civil, para que todos juntos, encontremos los retos y las potenciales soluciones a estos retos que tiene la ciudad, en este caso Concepción”, sostuvo el investigador español.

Agregó que “en el MIT no somos los expertos en Chile o Concepción. Vosotros, los chilenos sois los expertos. Con esto en mente, en estas colaboraciones lo que hacemos es transferir conocimiento y tecnología a lo que llamamos nuestros laboratorios ‘hermana del City Science Group del MIT Media Lab’, para que, junto con los expertos locales y los ‘Unlikely Partners’ podamos crear herramientas basadas en datos y evidencias científicas que faciliten el proceso de toma de decisiones. Para el City Science Group del MIT Media Lab, la tecnología no es un fin en sí mismo; es sólo una herramienta que nos ayuda a crear ciudades de escala más humana”.

El español explicó que hace 20 años, Kent Larson, director del City Science Group del MIT Media Lab, junto con Bill Michael y Sandy Pentland, fueron pioneros en la idea de crear ciudades inteligentes, donde las personas estaban en el centro, y la tecnología era sólo una herramienta. Sin embargo, las grandes compañías tecnológicas tomaron la esa idea “y con la bandera de la eficiencia”, crearon una industria basada en la venta de tecnología, aunque sin un propósito definido.

Debido a esto Larson, agregó, lleva tiempo explicando que el grupo va más allá de las ciudades inteligente. “Buscamos potenciar, mediante la colaboración y las tecnologías, ciudades más humanas y diversas. Por ejemplo de barrios más humanos, nos podríamos imaginar un barrio donde todo el mundo que trabaja en él, pueda vivir en el mismo barrio; desde el CEO de una empresa, hasta la gente que limpia o que cocina en los restantes y oficinas. Que esta diversidad de personas, tengan, a una distancia caminable todos las infraestructuras y comercios necesarios para la vida diaria, lo que reducirá la necesidad de utilizar el coche dentro de nuestros centros urbanos. Por supuesto, Chile tiene sus propios retos, y lo que más nos emociona al MIT es aprender todos juntos cuales son estos retos”, manifestó.

– ¿Qué características reúne Concepción para ser parte de este conjunto de ciudades donde también están, por ejemplo, Andorra, Toronto o Hamburgo?

– Todos los años tenemos varias ciudades llamando a nuestra puerta y, al ser un grupo de investigación de una escala modesta, siempre tenemos que elegir muy bien las ciudades con las que colaboramos. Los criterios que tenemos son: 1) Tener un liderazgo comprometido con la innovación (…) Esto es fundamental para poder trabajar todos juntos y poder implementar algunas de las ideas que empiecen a surgir de la colaboración; 2) Tener retos interesantes. Gracias a haber involucrado a los expertos chilenos desde el principio del proceso, ya empezamos a ver los grandes retos a los que se está enfrentando Chile, como son la escasez de vivienda, el incremento de la informalidad y la desigualdad; 3) Tener capital humano para poder formar un equipo trans-disciplinario. En el MIT al día de hoy hay más de 40 chilenos innovando cada día. Chile está lleno de talento innovador, sólo hay que darle la oportunidad de crecer; 4) Tener acceso a datos de forma segura y anonimizada (siguiendo estándares Europeos): Tras varias conversaciones con los expertos en Chile, hemos visto que las universidades disponen de convenios con empresas, por ejemplo, de telefonía para poder realizar investigación avanzada en datos.

– Se supone que durante los próximos 48 meses se incorporará tecnología, inteligencia artificial e innovación en la planificación urbana de Concepción. ¿De qué tipo?

– Quiero manejar un poco de expectativas en esta pregunta. Antes de correr en los Juegos Olímpicos la carrera de relevos, tenemos que aprender a andar todos juntos de la mano sin caernos. Sólo el haber puesto juntos a la industria, sociedad civil, gobierno y academia en un proyecto de estas características es un gran triunfo. Lo primero que haremos es aprender a colaborar todos juntos. Como he dicho, lo que estamos creando es una colaboración a nivel de investigación. El MIT no es una empresa de tecnología o un consulting. Tampoco hemos venido a Chile a decir lo que los chilenos tenéis que hacer, o qué tecnología tenéis que implementar o utilizar. Eso sería ridículo. No existe una fórmula mágica o un pack único de tecnología que te compras y de repente transformas tu ciudad en una más ‘humana’ o ‘inteligente’. Cada cultura, cada sociedad, y cada ciudad tiene sus propios valores, retos, y prioridades. En este caso, la tecnología y la ciencia son sólo las herramientas que nos van a ayudar a los humanos a poder tomar decisiones de una forma más informada y precisa.

– ¿Qué resultados ha tenido este tipo de planificación en otras ciudades del mundo?

– El City Science Group del MIT Media Lab tiene colaboraciones con ciudades de cinco continentes desde hace casi 10 años. Durante este tiempo se han implementado gran variedad de proyectos. Podríamos destacar la colaboración en Hamburgo cuando Olaf Scholz, primer ministro de Alemania, era el alcalde y nos pidió que trabajemos en el proyecto de crear una Villa olímpica 2024 más sostenible. Durante el proceso llegaron 70.000 refugiados sirios, y Scholz se vió obligado a renunciar a su sueño olímpico para dar solución a este nuevo reto.

Por lo que, junto a Gesa Ziemer, la directora del MIT City Science Lab en Hamburgo, logramos replicar toda nuestra tecnología de análisis del MIT en Hamburgo, y creamos una serie de mesas hechas en lego sobre las que se proyectaban los datos de la ciudad (que llamamos CityScope). Estos CityScope permiten calcular y explorar escenarios futuros mediante la gamificación (“jugando con el Lego”). En la mesa se puede explorar el ¿qué ocurriría si construyo un parque en este barrio, o cómo va a impactar el crear diversidad dentro de este distrito, etc.? Pues bien, alrededor de estas mesas se reunieron los “Unlikely Partners”. Fue un gran acierto ya que Gesa y Scholz invitaron a todo el espectro político y social, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, la industria, la academia, el gobierno… y entre todos buscaron lugares para alojar e integrar a los refugiados sirios en sus propios barrios. Este proyecto se llamó el “Finding Places”.

En Andorra hemos podido correlacionar movilidad con contaminación y les estamos ayudando a que sean el primer país que va a ser enteramente un Parque de la Biosfera. También, en la primera ola de la pandemia, Andorra pudo testear de forma voluntaria al 95% de su población y gracias al trabajo que realizamos  juntos, en el análisis de datos y movilidad, pudimos relacionar “infección y movilidad”.

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