En medio de las diferencias internas que enfrenta la Democracia Cristiana -tras el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida-, la renuncia de Felipe Delpin a la presidencia nacional del partido, y el reciente nombramiento de Aldo Mardones, como nuevo líder de la directiva en calidad de subrogante. Joanna Pérez, exvicepresidenta del partido y diputada del distrito 21, comunicó categóricamente la necesidad de una nueva directiva.

“Mi tesis era que debíamos dar paso a una directiva transitoria, que estuviera alejada de estas cuotas de espacios de poder, de división. Toda la mesa debió haber renunciado, eso es lo que correspondía (…). Felipe Delpin dio un paso al costado, pero eso no es suficiente, para la reestructuración del partido”, dijo.

Mesa transitoria que según la diputada, debiese trabajar en un periodo de 6 a 8 meses para luego llamar a elecciones y formar una directiva sólida. Al ser consultada sobre si se postularía para formar parte de este proceso temporal al que alude, Pérez indicó que hay que dar espacios a nuevas personas con experiencia. Sin embargo, para una directiva permanente, asegura que se debe analizar en dicho periodo. “Dependiendo de cómo se tomen las decisiones, uno puede tomar determinaciones futuras”. detalló.

Además del llamado a elecciones, agregó que los principales desafíos para esta mesa se basan en renovar la estructura del partido, y buscar la manera de unificar las distintas posturas en un espacio de diálogo. En esta línea, aseguró que “el partido se volvió poco tolerante con las distintas visiones y por ello, comenzaron estas disputas de poder y personalismos”.

Respecto de cómo ve la realidad del partido y su conducción afirmó que “tienen un partido arrinconado a la izquierda, donde nuestro electorado no nos quiere ver ahí” y enfatizó que lo que viene es un fuerte trabajo con las bases. “La Democracia Cristiana enfrenta un desafío importante de reconectar con Chile y en lo interno, con el electorado histórico, donde se les abandonó, se abandonó el centro político, se abandonó a la clase media, a las personas que creían en los cambios pero con moderación”, destacó.

A pesar de la crisis interna que atraviesa la Democracia Cristiana, la diputada Pérez considera que el partido tiene peso político. “Lo tiene, en la medida de que podamos unir una visión. Si estamos unidos todos los diputados y senadores tras una misma postura. Tal como lo hicimos en el inicio del proceso constituyente”. Sin embargo, sentenció que en la actualidad el partido carece de gobernabilidad y liderazgo.

Plebiscito

La diputada Joanna Pérez fue una de las partidarias del Rechazo, opción contraria a la adoptada por la directiva de la Democracia Cristiana, ya que, a nivel general el partido decidió apostar por el Apruebo. “Gran parte de los que estuvimos con el Rechazo, tenemos mucha sintonía social, por eso entendíamos que Chile no quería seguir atrincherado en las ideologías” señaló la parlamentaria.

En este sentido, criticó que la mesa no quiso escuchar a los ex presidentes del partido, ni a sus parlamentarios, ni a la militancia, “Ideó mayorías para interpretar a su manera lo que debía ser según la conducción (mesa directiva), que era estar con el Apruebo de salida, pero además muy apegada al mismo Gobierno, nosotros queríamos autonomía y no éramos parte del Gobierno de Boric. Creo que la Democracia Cristiana optó por el camino errado”, puntualizó.

Adherencia que no estuvo exenta de polémicas, puesto que, más de 150 dirigentes territoriales firmaron una carta dirigida a la directiva nacional y al Tribunal Supremo, donde se solicitó la suspensión y expulsión de la senadora Ximena Rincón, el senador Matías Walker, el ex convencional Faud Chahín y el diputado Eric Aedo. Si bien, la diputada Pérez, no estaba dentro de la nómina, se siente parte de la misma.

“Quiero seguir en el partido pero hay personas muy autoritarias, que en vez de felicitar a quienes creemos conectar con Chile y estuvimos con el Rechazo, nos quieren pasar a un Tribunal Supremo y nos quieren generar un castigo y expulsarnos del partido. Eso es lo que busca la actual conducción, por eso creemos que esta no da las garantía para lo que viene, que justamente es unidad, fraternidad, conducción, porque esta mesa no tiene conducción, salió elegida y no ha sido capaz de dar gobernabilidad al partido, si no que errores, es por eso, que tuvo que renunciar Felipe Delpin, pero no deberíamos seguir parchando”, declaró la diputada.

Respecto del proceso constituyente que encabezará el Congreso, se manifestó esperanzada.

“Confío en el Parlamento, creo que el proceso va a seguir, más allá de algunas personas que amenazan el proceso, eso no habla de la responsabilidad política que tenemos en el Congreso y que es mayoritaria. Además, el proyecto que lideró la DC y que rebaja el quórum a 4/7 para reformar la Constitución, va a ayudar”, concluyó.