Zona de rezago es la esperanza para la provincia de Biobío

Durante el último trimestre de este año el Gobierno emitirá un informe sobre la pertinencia de la declaratoria que pueda terminar con la postergación que dicen vivir en esa zona.

Arduas han sido las conversaciones entre el Gobierno Regional (Gore), los municipios de la provincia de Biobío y el Ejecutivo para incorporar a comunas del territorio a la zona de rezago que opera actualmente en la Región.

Se trata de una instancia que entrega recursos para ejecutar programas de inversión cuando se ha determinado brechas entre determinados territorios y el promedio general. Y claro, en la provincia de Biobío existen comunas con un alto nivel de pobreza y ruralidad.

Un caso es Quilaco, cuyo el alcalde, Pablo Urrutia, explicó que tener un programa de estas características equipararía las condiciones con comunas más grandes de la Región. “Tenemos cuatro mil habitantes y nos cuesta obtener la rentabilidad social (RS) de los proyectos, ya que a veces no se logra justificar el uso de estos. Con la zona de rezago, al postular a un proyecto se podrá competir de igual a igual con comunas como Concepción. Sólo queremos eliminar la brecha existente”, aseveró.

Esta problemática Urrutia la ejemplificó con un proyecto de alcantarillado para sector de Rucalhue, que existe hace 40 años y dónde viven cerca de mil personas, en su mayoría adultos mayores. “Ese proyecto no se ha podido hacer, porque al presentarlo no pasa la rentabilidad social”, apuntó.

Desde Mulchen, el alcalde Jorge Rivas indicó que “la finalidad es que se entreguen los recursos necesarios para responder a las demandas de la comunidad y agilizar los procesos, excesivamente burocráticos, para poder concretar un objetivo, nosotros esperamos que se concrete de buena manera y se mantenga durante el tiempo necesario, y llegar con una respuesta oportuna a nuestra gente”.

Otra comuna que aspira a esto es Santa Bárbara. El alcalde (s), Pablo Pardo, comentó que “esto es alcanzable con el apoyo de los organismos estatales, como el Gore, con quienes hemos conformado mesas de trabajo para ir en ayuda de nuestras comunas. Para nosotros es necesaria la ayuda técnica y que podamos postular a proyectos en beneficio de nuestros habitantes”.

El presidente de la Asociación Regional de Municipalidades, Álvaro Ortiz, dijo que “nos parece bien que esto se logre para las comunas que han sido desplazadas tanto en inversión como en los avances que se han producido en otras comunas. En la Región hemos predicado que no puede existir ese centralismo asfixiante que se vive desde Santiago a las regiones”.

El consejero regional de Biobío, Enrique Krause, soslayó que “si estas comunas ingresan a zona de rezago no tendrán que sacar un RS y eso permite que avancen más rápido. Lo que falta son equipos de trabajo”.

El gobernador regional, Rodrigo Díaz, ha realizado gestiones para lograr que estas comunas sean decretadas como rezagadas. Así, ya sostuvo reuniones con el subsecretario del Interior y ex parlamentario por la zona, Manuel Monsalve.

En el último encuentro, realizado en abril, Monsalve dijo que existen comunas “que requieren preocupación y también del gobierno central, por lo que trabajaremos en conjunto para que esto se haga realidad”.

Desde el Gore se encuentran trabajando en conjunto con los municipios y la Subdere. En febrero se inició un proceso de evaluación, cuyos resultados se conocerán el último trimestre de este año.

En el Gore no solo analizan la inclusión de 13 comunas de la provincia de Biobío a este programa, sino que para el año 2023 pretenden sumar a tres comunas rurales de la provincia de Concepción.