Representante del Distrito 20 también ahondó en gestiones en torno a Galería Alessandri. El parlamentario dijo sentirse cómodo como independiente y aseguró que no volverá a militar. También confirmó que, por una decisión “personal y familiar”, este será su último periodo en la Cámara.
El diputado del Distrito 20, Leonidas Romero, dice estar cómodo en la posición que actualmente se encuentra. Tras su primera reelección, decidió renunciar a sus ocho años de militancia en RN, por las constantes diferencias que mantuvo al interior del partido de la estrella. Su apoyo a José Antonio Kast en la presidencial gatilló su salida y hoy integra la bancada del Partido Republicano, pero sin militar. Una condición que, aseguró, no volverá a tener. “Dificulto volver a militar alguna vez”, sostuvo.
Por lo demás, adelantó, este será su último periodo como parlamentario. Se trata, dijo, de una decisión tomada. “Legalmente puedo ir por un tercer periodo, pero por una decisión personal y familiar, este es mi último periodo como diputado”, enfatizó.
Pero los últimos cuatro años como parlamentario, aseguró que le interesa que la cosas se concreten. No le interesa ser parte de la foto. Y, en ese objetivo, por ejemplo, se explayó en dos iniciativas que ha venido peleando en los últimos años: la remodelación de la Galería Alessandri y el traspaso del Estadio Atlético Militar, hoy en manos del Ejército, a los deportistas.
“La primera semana que el gobierno asumió, me reuní con el subsecretario Manuel Monsalve, en la Cámara de Diputados, y le pedí que en su nuevo rol nos siguiera acompañando en dos temas, la Galería Alessandri y el Estadio Atlético. Dijo que estaba encantado y que iba a coordinar reuniones con la ministras de Bienes Nacionales y Defensa, que se iba a involucrar. Yo confío que así será”, comentó el legislador.
Sobre el espacio comercial, Romero lamentó los escasos avances que hubo con “la malísima gestión de Julio Isamit. Lo digo responsablemente, ha sido el peor ministro de Bienes Nacionales. Fue soberbio, arrogante y mentiroso. De hecho, la Contraloría me dio la razón en muchos pronunciamientos que solicité. Me hubiera gustado que (el proyecto) se concretara en el gobierno anterior, pero hay un dicho muy cierto: no importa el color del gato, lo importante es que case ratones. Si este gobierno se logra concretar la iniciativa de la Galería Alessandri, lo voy a respaldar igual”.
En este punto y a propósito de las críticas que la delegada presidencial, Daniela Dresdner, hizo al estado del edificio de la ex gobernación de Concepción, contó que se invirtió “harta platita” en reparaciones. De hecho, recordó una actividad que encabezó el ex intendente, Sergio Giacaman, y el ex seremi de Bienes Nacionales, Sebastián Abudoj, donde se informó del trabajo que se realizaría. “Invirtieron para darle un maquillaje y hoy día nos damos cuenta”, dijo.
– Usted dice, entonces, que se invirtieron pocos recursos…
– No, se invirtieron bastante recursos. El problemas es que fueron mal invertidos. No sé si el monto total está invertido en ese proyecto. Motivo de investigación.
– Bueno, pero la Galería Alessandri es otra cosa.
– Hoy la Galería, y espero no alarmar al público, es un peligro púbico. Los techos están en malas condiciones, los baños no funcionan y hay serios problemas de hacinamiento. Hay un proyecto entre los comerciantes y un privado que quiere invertir. Se busca mejorar la calidad de vida de los comerciantes, como también a sus clientes. Espero que eso se puede concretar.
– Entiendo que también realiza gestiones para el traspaso del Estadio Atlético al Estado…
– Ese estadio era de los deportistas del Gran Concepción. En el gobierno militar, desgraciadamente, eso pasó al Ejército y de ahí a Bienestar (hay una figura medio extraña ahí) y ahora lo tienen arrendado a una telefónica y una universidad. Reciben más de $100 millones anuales y no invierten un peso. Yo me metí en el tema por un club de adultos mayores, que me mostraron un documento que verificaba el pago de un arriendo diario al Ejército, pero cuando llegaban al estadio, las puertas y los baños estaban cerrados. Me involucré y, con el ministro de Defensa de la época, Alberto Espina, nos reunimos con los vecinos y él ordenó dar algunas facilidades (al Ejército). Pero el tema va más allá. Yo espero que las ministras de Defensa (Amaya Fernández), de Bienes Nacionales (Javiera Toro) y el actual Comandante en Jefe del Ejército (Javier Iturriaga) logren destrabar esto y vuelva a sus dueños originales. Si jamás fue del Estado ni del Ejército, fue de la comunidad de deportiva del Gran Concepción.
– Pero, ¿qué pasa con la administración del recinto?
– Hay varias opciones. Que se haga cargo el municipio o la Asociación de Atletismo del Biobío. Mire, le quiero contar algo. Los dirigentes del Club Atlético de Concepción hicieron una gestión y tenían la posibilidad de instalar una pista sintética en el Estadio, pero no se pudo, porque el Ejército no lo autorizó. Ellos no lo ocupan, pero tampoco dejan que lo ocupe de la comunidad. Eso queremos cambiar.