“Es hora que las personas que son antidemocráticas, que se comportan como verdaderos fascistas y que tratan de construir una escalada de agresiones en mi contra, sean aisladas. Eso es súper necesario, no solo por mi, sino por la convivencia democrática”.

La frase es del gobernador regional, Rodrigo Díaz, y la pronunció 24 horas después de la agresión que sufrió, cuando se reunía con un grupo de manifestantes contrarios a la instalación de la Central Hidroeléctrica Rucalhue.

La agresión, por cierto, generó un amplio rechazo, desde la Asociación de Gobernadores de Chile (Agorechi), hasta vecinos de Coronel, que acompañaron a Díaz en una actividad en la jornada de ayer.

Lo anterior, pasando por parlamentarios, convencionales constituyentes, el Consejo de Rectores Biobío Ñuble y, particularmente, 26 de 28 consejeros regionales, incluyendo las representantes del PEV que estuvieron en la reunión y que también rechazan el proyecto emplazado en al provincia del Biobío: Ana Araneda y Javiera Vargas.

De hecho, consultada por la agresión a Díaz, Araneda dijo que fue una situación muy lamentable, que repudio. Así no se construye. Y lo que lamento más, es que este tipo de prácticas sean avaladas por ciertas personas dentro el mismo Consejo, esto no puede volver a ocurrir”.

Alicia Yáñez, consejera regional del PPD, dijo que la instancia política siempre ha estado abierta al diálogo y enfatizó que hace un tiempo el Consejo realizó una declaración política “rechazando esta hidroeléctrica, pero no tenemos facultades vinculantes y todo el mundo lo sabe”.

En ese sentido, no solo realizó un llamado al Congreso para ampliar las facultades del Core en materia medioambiental, además dejó abierta la posibilidad a solicitar un pronunciamiento a la comisión de Ética, por la conducta del consejero Javier Sandoval.

Y es que tras la agresión, los descargos del gobernador han apuntado al representante de Igualdad que, dijo, pretendía continuar la reunión después del incidente, y junto a su colega Camila Arriagada, no firmó la declaración pública condenando el hecho.

Sandoval, quien acompañaba a los manifestantes junto a los representantes ecologistas, ha tenido una particular relación Díaz, que el propio gobernador recordó ayer, manifestando que ha realizado acusaciones falsas, tergiversado información y responsabilizó del “asesinato de mi imagen (…) Lo hago responsable por cualquier agresión que pueda sufrir”.

Díaz agregó que el el lunes “hubo una escalada de violencia. A mi juicio, llegaron personas con algo preparado, e intentaron inventar que había una falta de atención a un requerimiento social (…). Espero que el Ministerio Público haga su quehacer”.

Sandoval, quien en una declaración pública dijo no compartir la agresión al gobernador, como tampoco la detención de la mujer que lanzó la botella contra la autoridad, desestimó los dichos de Díaz, pues aseguró haber sido invitado a la reunión y agregó que todo lo ocurrido el lunes “fue errático”, desde los saludos iniciales “fuera de protocolo” hasta la “respuesta bastante provocadora del gobernador, al tratarla (a la manifestante) de no tener educación”.

El consejero dijo que haber mantenido la reunión después de la agresión no fue su responsabilidad, pues fueron varias las personas que opinaron al respecto y que lo acontecido fue solo el resultado de los antecedentes que existen en torno al polémico proyecto, y que se arrastran incluso cuando Díaz, en su calidad de intendente, presidia la Comisión de Evaluación Ambiental.