En los últimos días, las críticas al Convención Constitucional se acentuó. Y, claro, coincidió con la votación de los primeros artículos que serán parte del borrado de la futura carta fundamental, y en esa instancia no todos quedaron contentos.

Por ello, desde distintos sectores se ha apuntado a la falta de diálogo e invisibilización de la derecha. Ha sido la propia presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, la que ha salido a acallar dichos cuestionamientos.

Pero en la Región existen dos miradas al respecto, la de los convencionales Bastián Labbé y Luciano Silva. Aquí sus opiniones.

Bastián Labbé: “Es una crítica sumamente injusta. Quienes hemos estado trabajando en las comisiones, hemos tenido un diálogo siempre abierto con todos los sectores, incluso con los sectores de oposición o del rechazo. Existen visiones diferentes como país y eso es muy válido, pero hay un sector que directamente está tratando de validar la Constitución de 1980 y evidentemente es muy difícil tener un diálogo con aquellas personas que quieren seguir manteniéndola, sobre todo tomando en cuenta que nuestro mandato es escribir una Nueva Constitución.

Aparte de eso, hay un quórum supramayoritario de dos tercios que es muy difícil de alcanzar y favorablemente en las últimas semanas lo hemos logrado, a partir justamente del diálogo y el esfuerzo que han hecho diversos sectores políticos dentro de la Convención Constitucional. En ese sentido, la apertura al diálogo y el trabajo transversal sí se ha dado y creo que esa crítica no corresponde, sobre todo en un proceso que estamos construyendo con miras a una nueva Carta Magna y no a replicar, y prácticamente copiar, la Constitución de 1980 como muchos de los convencionales constituyentes del sector del rechazo quieren y son quienes están generando éstas críticas”.

Luciano Silva: “Es evidente, prácticamente no se nos ha aprobado ninguna norma de las hemos trabajado en la comisiones. Lo que se nos ha aprobado no es ni siquiera un 4% de todo lo que hemos presentado. Nosotros, la derecha, no vamos a tener la capacidad de poner ni siquiera un punto o una coma dentro de la nueva Constitución, así como vamos, lo que es muy malo.

Esta mayoría 80 – 20 que se dio al inicio de la Convención, era completamente circunstancial y obedecía a la rabia de la gente.Pero, si miramos las últimas elecciones presidenciales, la derecha está representando el 45% de la población, por lo tanto, vamos a tener una Constitución de revancha. Si no se quería una Constitución del 80 que tuviera el espíritu de la derecha y la dictadura, bueno, esto va a la Constitución del marxismo cultural. Yo no quisiera que fuera así, por eso he tratado de llevar las cosas al centro.

Ahora, esto está respaldado con las palabras de quien ha tenido la capacidad y la valentía de hacerlo, siendo de otros sector, como es el caso de Andrés Cruz. Lo dijo, claramente, a la derecha se le tiene vetada. Sí debo reconocer que, en mi caso al ser un pastor evangélico y jugar un papel de centro, he podido tener acuerdo con convencionales de izquierda y poner muchos temas que tienen que ver con libertad de expresión y descentralización. Sin embargo, no veo lo mismo en todo el sector”.