Política

Presidente electo, Gabriel Boric Font: “Hay que entregar más poder a los territorios y mayores facultades a los gobiernos regionales”

Presidente electo conversa en exclusiva con Diario Concepción. A dos meses de asumir como Presidente de la República, Gabriel Boric Font confía en que su gobierno podrá empujar los cambios de manera gradual en un Chile que requiere reformas estructurales para contar con un nuevo modelo de desarrollo.

Por: Tabita Moreno 09 de Enero 2022
Fotografía: Comunicaciones Gabriel Boric

Pronto a cumplir 36 años, el Presidente electo, Gabriel Boric Font, se prepara para anunciar su gabinete de Gobierno en los próximos días y conversa con Diario Concepción sobre temáticas país y de regiones, analizando, por ejemplo, la situación de la Macrozona Sur, el acento en otorgar más poder a los territorios, educación superior e incorporación de la perspectiva de género como un eje transversal de su gobierno, entre otros.

Consciente de las expectativas que genera su mandato, releva su compromiso para ser el presidente de todos los chilenos y chilenas; un compromiso que busca convocar un proceso de colaboración constructiva y legitime el expresar libremente las diferencias. Por lo mismo, al hablar de su gobierno para mejorar la salud o las pensiones, combatir la delincuencia o enfrentar la crisis climática, enfatiza que “cuando nos unimos en pos de objetivos grandes en Chile, sacamos lo mejor de nosotros mismos”.

– Hay énfasis que son compartidos. El combate a la delincuencia, sin duda, va a ser central, porque la gente quiere recuperar la tranquilidad y los barrios. El combate a la pandemia, porque la pandemia no se ha acabado. Hoy día (ayer) tuvimos más de 4000 casos en Chile y, por lo tanto, el cómo enfrentarla y la continuidad del proceso de vacunación es algo que vamos a desarrollar de manera muy responsable.

También hay dos consecuencias de la pandemia que vamos a enfrentar con mucha adhesión: las listas de espera de salud, en donde ha habido un tremendo rezago y hay mucha gente sufriendo por eso; y la brecha educativa que ha generado la pandemia, el cómo la enfrentamos va a ser fundamental, porque el daño que se le causa a niños y niñas, que no han tenido acceso o no han podido desarrollar la educación en forma normal, es tremendo, y eso genera brechas que se van agigantando en el futuro. Ahí tenemos que dar una vuelta y aprovechar también la oportunidad que significó para el proceso de enseñanza en Chile el cambio de forma de enseñanza en aula y el cómo enfrentamos ese proceso de adaptación y de puesta al día y de innovación en la manera de enseñar. Creo que va a ser una tremenda oportunidad y una de las prioridades que vamos a tener, sin perjuicio, insisto, del camino legislativo de las grandes reformas que vamos a llevar adelante.

– Precisamente respecto de las reformas, ¿cómo ve su relación con el Congreso considerando que su coalición no tiene mayoría para gobernar?

– Un análisis previo: cometeríamos un gran error si interpretamos el resultado de segunda vuelta con arrogancia. Fue un resultado importante, de casi 12 puntos de diferencia, pero si interpretáramos aquello como una invitación a prescindir del diálogo con el resto de las fuerzas políticas, cometeríamos un grave error que nos empantanaría muy pronto.

Entonces, lo primero es la humildad con la cual debemos gobernar. La arrogancia es una muy mala consejera. He dicho que si el Congreso está equilibrado tanto en la Cámara como en el Senado es una oportunidad. Y lo dije en campaña y lo reitero hoy como Presidente electo. He tenido diálogos con diferentes partidos políticos, tanto de nuestra coalición como de otro espectro y con diferentes personas del Congreso, y veo una muy buena disposición a tener conversaciones. Y a quienes sean de oposición, tener una oposición que sea constructiva y, por lo tanto, nuestro gobierno va a ser de mucho conversar, vamos a impulsar nuestro programa, vamos a empezar nuestra agenda. No nos puede pasar que renunciemos a las convicciones que tenemos porque se ve difícil el camino. Tenemos que intentarlo y ahí también la sociedad civil va a jugar un rol muy importante. La política no puede solo centrarse en los espacios institucionales. Es mucho más que solamente el Congreso y la Moneda, y ha quedado demostrado en los últimos años en Chile. Pero soy optimista respecto al ánimo de colaboración que existe en el Congreso y respecto al empoderamiento de la sociedad civil hoy. Podremos empujar los cambios de manera gradual, entendiendo que Chile no se reinventa de la noche a la mañana, pero que necesitamos cambios estructurales para tener un nuevo modelo de desarrollo de nuestro país.

– En su discurso del triunfo, el pasado 19 de diciembre, llamó a cuidar el proceso constituyente y declaró explícitamente su defensa por este. ¿Cómo espera defenderlo considerando que, en su rol de Presidente, debe velar también por las distintas sensibilidades socio-políticas existentes en el país?

– Una vez electo, me reuní con la mesa de la Convención Constitucional, con Elisa Loncon y con Jaime Bassa, con las vicepresidencias adjuntas y también con el pleno de la Convención y les manifesté mi pleno respeto a la autonomía de la Convención y el ánimo de colaboración, que por acción u omisión no ha sido el suficiente por parte del actual gobierno. No solamente el actual gobierno, sino también el de instituciones como el Senado, se demoraron mucho en facilitar los espacios y, por lo tanto, vamos a poner todos los recursos necesarios a disposición para que el proceso constituyente tenga éxito y contribuir con generar un clima que permita el buen desarrollo de la Convención, sin intervenir en la deliberación que allí dentro se está dando. Además, he señalado que nosotros vamos a empujar e implementar. Nosotros sabemos que este es un gobierno de transición constitucional, y si el pueblo de Chile lo tiene a bien y después del plebiscito de salida, nosotros no nos vamos a resistir a los cambios que se hayan deliberado en la Convención y hayan sido ratificados por el pueblo. Y en ese sentido, vamos a colaborar en ese proceso de transición que va a ser tremendamente importante. No seremos una piedra en el zapato, sino más bien un viento amigo.

– Respecto de la educación superior, ¿de qué manera se abordará el compromiso de avanzar del 0.4% al 1% del PIB destinado a ciencia y tecnología, considerando que otros gobiernos lo han prometido, pero nunca se ha realizado el cambio?

– Ese es un compromiso que adoptamos en campaña, el cual se funda en una convicción profunda de que no podemos seguir pensando a Chile solamente desde la perspectiva de sus materias primas, sino también desde la generación de capacidades, conocimientos, colaboraciones entre diferentes áreas que requieren mayor inversión. No solamente en más recursos -donde nosotros tenemos el compromiso de avanzar hacia el 1% -, sino también en generar una institucionalidad que permita que quienes se dedican a la investigación puedan tener estabilidad laboral, una carrera y que quienes vuelven del extranjero no estén en una suerte de limbo en donde muchas veces no tienen oportunidades para desarrollar sus investigaciones y en donde la vinculación con el medio, muchas veces, está muy limitada, justamente producto de la falta de recursos y de colaboración entre instituciones. Y ahí yo quiero invitar también al mundo público, al mundo privado y al mundo académico a trabajar en conjunto. Tenemos tremendos desafíos y Chile tiene una cantidad de potencialidades en materia astronómica, en materia de energías renovables no convencionales, en materia antártica, en materia de flora y fauna, en su tremenda costa y, por lo tanto, eso tenemos que aprovecharlo y hacer trabajar a las instituciones en colaboración. Y eso, insisto, es recursos, por un lado, y colaboración e institucionalidad, por otro.

– ¿De qué manera esto se vincula a su propuesta de economía sustentable y diversificada, a partir del empuje industrial?

– Los cambios en el modelo de desarrollo no se implementan ni siquiera en el plazo de un gobierno. Pero nosotros no podemos seguir teniendo un modelo de desarrollo que esté fundado principalmente en la industria extractiva de nuestros recursos naturales, sino que tenemos que añadirles mayor complejidad, una perspectiva de sustentabilidad con el medio ambiente, no solamente de mitigación de los costos medioambientales, sino de adaptación a los procesos de cambio derivados de la crisis climática y, por lo tanto, el incentivar otras industrias y otras áreas, como por ejemplo la ciencia, el turismo, la cultura, van a ser también prioritarios en nuestro gobierno, sin descuidar, por cierto, las áreas productivas que hoy día le entregan parte importante de la riqueza a Chile. Además, agrego dos puntos que sé son importantes para la Región del Biobío: el crecimiento tiene que verse desde una perspectiva descentralizada y también desde una perspectiva de redistribución de la riqueza. Tenemos que crecer y distribuir mejor, y no solamente en términos de números, sino también en términos territoriales.

– ¿Cuáles serán las principales directrices de su gobierno en materia económica? Puntualmente, ¿cuál será el camino a seguir para una eventual reforma tributaria y de qué manera se ligará esta con los sistemas previsionales y de salud, así como con la equidad territorial?

– Ayer (el viernes) tuvimos una reunión muy interesante con el directorio del Banco Central, en donde reiteramos nuestro compromiso con la responsabilidad fiscal y con el proceso de convergencia fiscal que, en los últimos años, ha entrado en un nivel de desequilibrio que es preocupante. Por lo tanto, todo gasto permanente debe ser financiado mediante ingreso permanente y, por eso, es importante que el proceso de reforma tributaria tenga equidad horizontal y vertical. Un proceso al que invito sea visto no como una amenaza o una disputa entre los que más tienen y los que menos tienen, sino que quienes más tienen hoy día comprendan de que la manera de garantizar el crecimiento de Chile es mediante una mayor cohesión social y, para eso, se requiere distribuir mejor. Hemos hablado de diferentes herramientas para la reforma tributaria: el royalty, terminar con las exenciones, con las evasiones, el impuesto a los súper ricos entre otras materias, y estamos analizándolas legislativamente. Es una de las prioridades de nuestro gobierno, porque sabemos que para llevar adelante el proceso de reformas que nos hemos propuesto, vamos a requerir de esta reforma tributaria. Creo que la sociedad chilena así lo ha entendido. Insisto, no queremos plantearla de una manera confrontacional, sino como una manera de asegurar el crecimiento equitativo de Chile.

– La noche en que celebró su triunfo, usted agradeció a las mujeres del país y señaló que la no discriminación y detener la violencia contra la mujer sería fundamental en su Gobierno. A su vez, distintas especialistas han señalado que la incorporación de la perspectiva de género en el modelo educativo es indispensable como base de cualquier cambio en la sociedad. ¿Qué piensa usted al respecto, teniendo en cuenta que ello no estuvo considerado en su programa de campaña a la Presidencia?

– Las mujeres fueron fundamentales en el triunfo que tuvimos el 19 de diciembre. Fueron un elemento central, vieron de una u otra manera amenazados los avances que han tenido y se volcaron masivamente a apoyar nuestra candidatura, no solamente por temor, sino también por convicción, porque además nosotros, durante la campaña y hoy día, hemos comprometido un gobierno con perspectiva de género, no solamente desde el punto de vista sectorial del Ministerio de la Mujer, sino que atraviese transversalmente todas las líneas de acción del gobierno. Además, me atrevo a decir que los derechos que han conquistado las mujeres mediante la movilización y organización, en particular el movimiento feminista, son irreductibles y, por lo tanto, ante ellos ni un paso atrás, sino que tenemos que seguir avanzando y eso nuestro gobierno lo tiene absolutamente claro.

Tenemos que desestigmatizar o dejar de naturalizar los roles. Las mujeres son igualmente capaces que los hombres de realizar todas las tareas, y lo hemos visto en materia deportiva, lo hemos visto en materia de las ciencias, en materia cultural, en materia productiva. Y por eso nosotros tenemos un compromiso de que nuestro gobierno va a ser paritario, nuestro gabinete va a ser paritario y la perspectiva de género va a cruzar transversalmente todas las políticas públicas, incluida, por cierto, la política educacional.

– Usted fue el candidato de la esperanza en contraposición al miedo, ¿cómo enfrentará su Gobierno aquellos temas que atemorizan a la ciudadanía como, por ejemplo, la delincuencia o el narcotráfico?

– La delincuencia es un problema transversal en todo Chile. En todas partes, es una preocupación y, por lo tanto, ahí tenemos que mejorar la eficacia de la policía, endurecer la ley de control de armas y mejorar, de manera muy significativa, la persecución al narco, enfrentado desde una perspectiva de persecución penal tanto como de salud pública. En ese sentido, ayudar y potenciar los programas de rehabilitación para sacar a quienes están en situación de dependencia de drogas y sacarlos del circuito del tráfico y, por otro lado, combatir y perseguir muy firmemente a los grandes narcotraficantes siguiendo la ruta del dinero. Tenemos que lograr desarticular esas bandas que todos saben dónde y cómo están operando, pero que sencillamente hoy ni las policías ni la justicia están teniendo las herramientas necesarias para enfrentarlas. Hay una suerte de manos atadas por parte de las instituciones del Estado que no han sido capaces de intervenir y eso ha hecho al Estado retroceder; y cuando el Estado retrocede, avanza el narcotráfico. Esa tarea se hace de diferentes maneras. Cuestiones tan básicas como la inversión en infraestructura, iluminación, canchas deportivas, la inversión también en cultura y asociatividad. Y ahí vamos a trabajar codo a codo con los municipios independiente del sector político del que sean. Acá no voy a hacer distinciones si alguien es de la UDI, de la DC o del Frente Amplio, vamos a trabajar por igual con los diferentes sectores. Además, tenemos que reorganizar la policía y ya lo hemos conversado con el general (Ricardo) Yáñez, director de Carabineros, y veo una muy buena disposición por parte de la institución para enfrentar un proceso de reforma que permita justamente mejorar la eficacia de las policías en la persecución del delito. Necesitamos, además, una redistribución de la dotación policial en función de las necesidades y nivel de ingreso de cada comuna y fortalecer la institución de Carabineros mediante una reforma bien profunda.

– En temas regionales, el año pasado usted afirmó que las regiones deben ser sustentables, contar con planificación territorial vinculante y ser responsable de la figura de Autoridad Regional de Gobernanza del Agua y las Cuencas. Usted ha señalado que habrá voluntad en su gobierno para dar estas atribuciones. Pero, ¿cómo se llevarían a cabo?

– Hay discusiones que son legislativas y que vamos a depender de la buena voluntad del Congreso, pero hay otras que son administrativas. Por ejemplo, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, en el proceso de nombramiento de las autoridades regionales se llevó adelante el Plan de Desarrollo de Zonas Extremas, que fue importante para Magallanes, Aysén, Palena y la región de Arica y Parinacota. El cómo distribuimos los Fondos de Desarrollo Regional va a ser también importante para eso y cómo le entregamos mayor autonomía a los gobiernos regionales para poder definir cuáles son, por ejemplo, las inversiones en obras públicas que tienen que hacer. Todo lo que pasa en el estancamiento que hay al sur del Biobío, la falta de inversión en infraestructura pública, el tremendo abandono que hay en materia de vialidad son cuestiones que no se van a resolver desde Santiago; se tienen que resolver desde una perspectiva regional y, por eso, tenemos la voluntad y disposición de gestionar el cumpliendo con los requisitos de la ley, que el Gobierno regional cuente con esos recursos, que antes se definían muchas veces desde Santiago, y que hoy día se definan a nivel regional. Hay que entregar más poder a los territorios, hay que entregar mayores facultades a los gobiernos regionales, al Gobernador Regional y a los entes colegiados, en paralelo con la discusión que la Convención Constitucional está dando respecto al tipo de estado que vamos a tener en Chile, en donde nosotros vamos a respetar la deliberación que ahí se dé.

– Usted obtuvo mayoría en las comunas del Gran Concepción, pero no fue así en la Región del Biobío, ¿qué énfasis tendrá el desarrollo justamente rural y de ciudades intermedias?

– Hay varias cosas en eso: fortalecer la agricultura, la agricultura familiar campesina, las cooperativas, generar mayores o facilitar las herramientas para el financiamiento y profesionalización y el desarrollo de sectores que han estado totalmente abandonados, también la vivienda rural. Hay una cuestión ahí que es tremendamente importante, en donde quizás una de las violencias más grandes que se da en Chile, que no tiene que ver con una violencia física, es la imposición que se le hace a las familias de abandonar su territorio, porque no hay oportunidades ni siquiera para vivir y, por lo tanto, el mejorar las condiciones de habitabilidad en términos de vivienda, educación, desarrollo económico en los sectores más periféricos, que no son solamente las grandes urbes, va a ser muy importante en nuestro gobierno. Me ha tocado ver lugares rurales en donde hay familias que llevan más de 20 años esperando casa, con subsidio. Yo sé que esto no lo vamos a resolver de la noche a la mañana. Vamos a tener una política al respecto y lo otro, en particular en la Región del Biobío, todo el sector de la cuenca del carbón y todo el sector que alguna vez fue industrial y pujante de Concepción (Tomé, Lota, Coronel), creo que ahí hay un abandono y ha habido no solo displicencia, sino derechamente una violencia por parte del Estado -por ejemplo, con la instalación de las termoeléctricas- que no se puede repetir. Ahora, está el plan de cierre Bocamina 2, lo hemos conversado con el alcalde de Coronel, estuve en Lota y vi lo impresionantemente precioso que es, pero también una de las ciudades más pobres y con más campamentos en Chile desde los 90. Y ahí entra otra discusión que es interesante, la discusión de la transición justa. Nosotros queremos cambiar el modelo de desarrollo, pero para cambiarlo no se le puede decir a los trabajadores que, de la noche a la mañana, te conviertas de minero a peluquero, sino que hay que tener una transformación productiva que sea de la mano con los trabajadores. Hoy día, en los sectores de Lota y Coronel, mucha gente todavía depende de los planes de empleo de emergencia y ahí hay una falta de visión por parte del Estado que ha sido tremenda. Esperamos ser capaces de revertir justamente esa situación.

– Muy cerca del cierre, no puedo dejar de preguntar por su gabinete ¿Cuáles serán los criterios para definir la conformación de su gabinete?

– Bueno, primero, será un gobierno paritario, un gabinete paritario que combine esta generación nueva que entra en política. El otro día veía los datos, de los últimos seis presidentes de Chile, desde Frei, el rango de los años de nacimiento de los presidentes es entre 1938 y 1952 y de eso nos pasamos a 1986. O sea, acá hay una nueva generación de jóvenes que entran en política que va a ser muy importante. Por eso, lo vamos a combinar también con gente con experiencia, que tenga experiencia en el Estado y de vida, que puedan complementar lo que es nuestra generación. Tengo plena libertad por parte de los partidos de la coalición que me apoya para nombrar el gabinete y, en esto, quiero agradecer la altura de miras con que los partidos se han comportado. No tengo ninguna exigencia para poner uno u otro cargo ni cuoteo. Por lo tanto, este no será un gabinete cuoteado, pero sí, por supuesto, lo tengo que ver desde la perspectiva de un equilibrio de las fuerzas que nos apoyan. Será también un gabinete que va a tener gente independiente y, en ese sentido, estamos eligiendo y conformando un equipo en función de quienes están más preparados para enfrentar esto y no, como decía antes, imposiciones de partidos.

– ¿Y estos criterios son aplicables más allá del gabinete para los equipos regionales, por ejemplo?

– Por supuesto, los equipos regionales, las seremías, en particular, también la descentralización de las empresas públicas. Para esas decisiones, tomaré muy en cuenta la opinión de las regiones. Ustedes saben, yo soy de la Región de Magallanes y a nosotros nos molestaba mucho cuando veíamos que los gabinetes se nombraban desde Santiago. Entonces, tendremos un diálogo para designar a esas autoridades regionales, que sea funcional y que logre engarzar con la voluntad de avance que hay en los gobiernos regionales. Eso no significa que haya alguien diciendo ‘usted tiene que poner a este’; no, eso no lo vamos a permitir. Terminaremos con la lógica del compadrazgo, del amiguismo y del cuoteo. Ningún senador, ningún diputado me ha exigido nada y creo que todos entienden que esa no va a ser la manera en que hagamos las cosas, pero sí vamos a tener un diálogo y conversación para que sea funcional a los intereses de la región.

– ¿Cuál es su mensaje como presidente electo para las chilenas y los chilenos?

Hay muchas expectativas. Yo los invito a hacerse parte de este proceso de transformación en donde vamos a cuidar lo que hemos avanzado como país y, a la vez, emprender transformaciones que son estructurales y que van a requerir la buena voluntad de los diferentes sectores, y de todos los chilenos y chilenas. Los invito a hacerse parte de este proceso. Tengo una responsabilidad que asumo con mucho orgullo y con mucha humildad, pero invito también a no idealizar personas y, en particular, me refiero a mí; todo líder que se vuelve imprescindible termina siendo un mal liderazgo y, por lo tanto, acá no se trata de la concentración de poder ni expectativas en una sola persona, sino en un proyecto político. Para mí, la política tiene sentido, tal como la felicidad, cuando es compartida, cuando es colectiva.

Cuando los hechos dan luces de cómo se quiere gobernar

Estas páginas marcan un acontecimiento inédito: el Presidente electo Gabriel Boric Font da su primera entrevista en prensa y, para ello, prefiere un medio regional como Diario Concepción. Y si las promesas se demuestran con hechos, esto es un hecho, cuya motivación él mismo explica con claridad.

“Es un medio regional independiente, además, vinculado a una universidad de prestigio como la Universidad de Concepción. Soy una persona de región, nos hemos comprometido con la descentralización. Además de las políticas públicas que se empujen en materia de descentralización, las señales también son importantes y a partir de ciertos símbolos se va construyendo el ethos del gobierno. Que nuestra primera entrevista extensa escrita sea con un medio regional, de una región tan importante como la del Biobío, con un medio independiente como es Diario Concepción, dirigido además por una mujer, son símbolos que marcan el sello que queremos que tenga nuestro gobierno. Lo que dijimos en campaña no era solamente una cuestión pensando en ganar una elección, sino un compromiso de cómo queremos gobernar. Por eso, me interesaba dar esa señal; desde que tengo uso de razón, vengo escuchando la palabra descentralización y uno de los tapones para el desarrollo de Chile es el excesivo centralismo que tenemos y, en eso, la actitud y predisposición que tenga el Presidente de la República va a ser importante para empujar y apuntalar ese proceso”.

“La principal autoridad regional es la que ha elegido el pueblo”

Cuando se refiere a la ruta que su gobierno adoptará frente a la descentralización y la relación con los gobiernos regionales, el Presidente electo destaca que “en campaña tuvimos una muy buena relación con los gobernadores regionales. 15 de los 16 gobernadores regionales nos manifestaron explícitamente su apoyo, y el décimo sexto, Luciano Rivas de La Araucanía, también tengo una estupenda relación. Me he comprometido con ellos a profundizar esa relación, a eliminar la figura del delegado presidencial tal cual como está hoy. A la hora de designar en particular la figura del delegado presidencial, que estamos obligados a hacerlo, en acuerdo con ellos, en el sentido de que no sea alguien que esté remando en contra de justamente los gobernadores regionales, sino que sea alguien que tenga disposición a colaborar y facilitar el proceso de traspaso de facultades”.

– ¿Eso significa que la eliminación de la figura del delegado regional se abordará más bien como un cambio de procedimiento y no como una eliminación?

– No, tiene que ser una eliminación. La figura del delegado presidencial, tal como está, no puede seguir. Evidentemente, uno requiere una coordinación del Ejecutivo en las regiones, pero yo valido que la principal autoridad regional es la que ha elegido el pueblo, las y los gobernadores regionales y voy a trabajar en mucha sintonía con ellos. Y, además, creo que esto es un ánimo transversal en los diferentes sectores políticos. Vamos a impulsar también una ley de renta regionales, un modelo productivo en donde se ponga especial énfasis en la ruralidad. La Región del Biobío tiene un sector rural muy importante, pero en casi todo Chile, hay sectores rurales muy importantes que han estado totalmente abandonados por parte del Estado. Para asegurar, por ejemplo, la soberanía alimentaria del país o un nuevo modelo de desarrollo, la relación con el campo va a ser muy importante y eso es algo que vamos a potenciar desde las regiones.

“Estoy dispuesto a dialogar con todos quienes estén por el camino de la paz”

Al ser consultado por su política frente a la situación que se vive en La Araucanía y toda la Macrozona Sur, el Presidente electo reconoce que “tenemos un conflicto grave de larga data entre el Estado chileno y el pueblo-nación mapuche y, por lo tanto, esto no se puede abordar solamente desde una perspectiva de orden público porque es un conflicto político, antropológico, que tiene raíces mucho más profundas. No podemos esperar resultados distintos si seguimos haciendo lo mismo. Creo que la política de compra de tierras de la Conadi, en la forma en que se ha realizado, está agotada. Tenemos que reconstruir las confianzas y, para eso, he señalado, y lo reitero, estoy dispuesto a dialogar con todos quienes estén por el camino de la paz. En esa lógica, tengo absolutamente claro que será difícil, que hay muchas desconfianzas instaladas de todos los sectores, pero que la gente quiere vivir tranquila, y el pueblo nación-mapuche, yo diría, quiere que se respete su cultura, su identidad, su lengua, que es una lengua viva y que, por lo tanto, no se les trate de una manera paternalista o asistencial. Esto no se va a solucionar con políticas asistenciales ni con la lógica del garrote y la zanahoria. Tenemos que tener una política de reconstrucción del territorio y eso no pasa por compra de tierras aisladas; tener una discusión respecto de la autodeterminación, tal como se ha dado en otros países como Canadá, como Nueva Zelanda, Bolivia; y el permitir y facilitar el derecho a la existencia en todas las dimensiones de la cultura de un pueblo”.

– ¿De qué manera, entonces, se reconstruye el territorio?

– Eso pasa por compra de tierras, pero una compra de tierras distinta a lo que se ha hecho. Cuando uno revisa los mapas de cómo se enfrentó, desde 1860 en adelante, la mal llamada Pacificación de La Araucanía y, después, cómo se trató de revertir mediante la compra de tierras durante los últimos, no sé, treinta años, uno ve que fue arrasado el territorio del pueblo-nación mapuche y que la política de restitución tuvo más que ver con restitución en los bordes, eliminando la posibilidad de una reconstrucción territorial en donde pueda justamente renacer una cultura. Y eso ha sido tremendamente dificultoso. No puedo anticipar una solución definitiva porque sé que es tremendamente complicado y que no depende exclusivamente de la voluntad del gobierno, pero sí quiero decir que tenemos la voluntad y la disposición para tener conversaciones mucho más profundas con quienes estén por el camino de la paz y eso incluye a actorías como quienes han sido víctimas de violencia en la Araucanía, como también quienes hoy tienen que entender que la situación no puede seguir tal como está, por ejemplo, las forestales. Y eso, en la provincia de Arauco, yo creo que lo tienen claro.

Etiquetas

Notas Relacionadas