El que puede ser el primer gran paso en el fortalecimiento de las regiones y la descentralización dieron esta semana los representantes de la comisión de Forma de Estado de la Convención Constitucional.

El grupo, que sesionó en la Región de Aysén y que integran tres convencionales del Distrito 20, propone el establecimiento de un Estado Regional donde se distribuya territorialmente el poder “permitiendo el desarrollo de cada uno de los proyectos de vida, independiente del lugar donde nazcas o decidas vivir”.

En el detalle, la propuesta normativa define a Chile como “un Estado Regional conformado por entidades territoriales autónomas, en un marco de equidad y solidaridad entre todas ellas, preservando la unidad e integridad del Estado”.

Tammy Pustilnick, convencional del Distrito 20, explicó que lo que se pretende es pasar de “una mera administración a una real gobernanza regional y comunal, con principios de solidaridad, cooperación y equidad interregional e intraregional”.

Por lo anterior, comentó que la iniciativa “supone uno de los cambios más profundos y de largo plazo en materia de normas constitucionales (…). Viene a dar una respuesta correcta, concreta y directa respecto del gran centralismo y el poder concentrado que tenemos territorialmente en nuestra país”.

Además de Pustilnick, también integran la comisión Amaya Alves y Bastián Labbé. Este último comentó que “es fundamental” el cambio de un modelo centralizado, como el que cuenta hoy el país, por un “camino que pueda dar mayor autonomía fiscal y política, en la toma de decisiones al interior de la regiones y dentro de los gobiernos locales”.

En su opinión, los grandes problemas que tienen lo territorios no se relacionan solo con falta de proyectos o falta de financiamiento, sino también por quienes hoy toman las decisiones.

“La autonomía es sumamente importante para avanzar en el futuro a relaciones muchas más sólidas, solidarias y más cooperativas que permitan hacer efectiva esta descentralización tan anhelada y avanzar en todas aquellas materias que afectan a algunos territorios en condición de rezago, que muchas veces se han visto imposibilitados de desarrollarse de manera equitativa”.

Amaya Alves, en tanto, explicó que lo que se propones es que “las regiones tengan personalidad jurídica y patrimonio propio. Es un gran cambio. Lo dijimos durante la campaña: era necesario devolver poder a los territorios. Pensamos que si las regiones pueden tomar decisiones a través de un legislativo y un ejecutivo, vamos a poder avanzar en este punto”.

Reconoció que esta propuesta de debe ir acompañada de mayores atribuciones fiscales y, en ese sentido, debe existir una propuesta complementaria en materia de presupuesto e impuestos regionales.