Política

Loreto Vidal: “Tenemos que cambiar los paradigmas y trabajaremos por lograr un buen vivir colectivo”

La convencional por el Distrito 20 analizó la visita que se realizó hace algunos días a la Región y su propuesta de incluir “la felicidad” dentro de la nueva carta fundamental.

Por: Marcelo Castro 07 de Diciembre 2021
Fotografía: Loreto Vidal

La visita de la Convención Constitucional dejó varios aspectos interesantes, tanto entre los constituyentes que visitaron la zona, como por parte de los dueños de casa.

A ambos se les permitió una nueva vinculación con los territorios, hecho que recalcó la integrante de la comisión de Sistemas de Conocimiento, Loreto Vidal, quien realizó un balance de la visita y desarrollo su propuesta de incluir a la felicidad dentro de la Constitución.

– A más de una semana de la visita al Biobío ¿qué balance hacen los constituyentes de ese viaje?

-El balance no puede ser más que extremadamente positivo, ya que pudimos hacer carne dos conceptos importantes como son la descentralización y la participación ciudadana. Eso ha sido lo más relevante, el poder vincularnos con la comunidad y dar sentido a recoger de primera fuente la necesidades sentidas de la población. Esto nos fortaleció muchísimo, a todos los que tuvimos la oportunidad de recorrer el territorio maravilloso al que pertenezco. En la Convención, también tuve un termómetro por parte de mis colegas, ya que al principio hubo una resistencia, pero terminaron muy contentos al poder vincularse con la comunidad.

-¿Con qué sensación se queda de lo recogido en los cabildos, foros y presentaciones en las que participó?

-La sensación es que estamos escribiendo una Constitución para todas y todos, pero por sobre todo, entre todas y todos, esto último lo vivimos a plenitud. Un ejemplo fue lo que ocurrió en el cabildo que realizamos en Penco, dónde era ver a toda una comunidad escribiendo esta nueva constitución desde las bases, con saberes comunitarios y esto fue super importante. Sentimos que la comunidad nos está respaldando y eso nos entrega una fortaleza muy necesaria.

-¿Cuánto daño le hace a la Convención las noticias falsas?

-Es el mismo daño que le hace al cualquier institución y te respondo con una analogía. Cuando te instalas en la punta del cerro con una almohada de plumas y en día de viento, la abres y esas plumasse dispersan. Después intenta recoger las plumas, pero el daño esta hecho. Claramente que esto afecta, ya que se aplica el dicho del “miente, miente, que algo queda” y por eso yo he sido bastante concreta en transmitir a mis compañeros en que el “desmiente, desmiente” también debe dejar algo. Tenemos que dar sentido de realidad de lo que estamos realizando y no esa necesidad de daño a este órgano representativo que fue escogido por toda la sociedad.

-¿Esperan sanciones a los parlamentarios u otras autoridades públicas que difunden fakenews en contra de la Convención?

– Esa es mi expectativa, yo esperaría que ocurriera y que diversos sectores del Parlamento que han hablado de pasar a los involucrados al comité de Ética es importante que quede de manifiesto que tenemos que construir un mejor país y eso lo hace el respeto, la consecuencia, la solidaridad y la honestidad en cada uno de los dichos que cada uno emite, especialmente en personas que ostentan cargos de poder, ya que ahí está la representatividad. Cuando me doy el lujo de emitir comentarios que son falsas y que tienen intenciones nefastas, se daña el sentir de toda una población y eso es muy triste.

-En uno de los cabildos que se realizó, usted habló de asegurar constitucionalmente la felicidad ¿cómo se puede hacer?

-No lo sé y ese es el desafío. Mira, voy a citar algo que puede sonar romántico, pero es mi forma de mirar el mundo: “yo he decidido hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se sabe demasiado”, tal como versa la canción de un conocido trovador. Cuando uno habla de la felicidad, casi se siente que puede ser un lujo o algo esotérico, pero tiene un trasfondo social, biológico y humano que nos hace mejores, además que no es un fin en si misma. Estamos hablando de una Constitución moderna, incluso disruptiva. Ya hay países como Bhutan que han hecho un trabajo sistemático para lograrlo, con practicas de buen vivir que impactan positivamente en la salud mental y biológica. Allá tiene más relevancia el FIB (Felicidad Interna Bruta) que el PIB, por lo que tenemos que cambiar los paradigmas y trabajaremos por lograr un buen vivir colectivo y de esto algo bueno va a salir y será uno de los buenos regalos que dejaremos.

-¿Que otras cosas se deberían asegurar en la Constitución?

-Son tantas cosas, primero tener principios rectores claros. Por ejemplo, instalar a la Bioética como una forma de habitar el mundo y convivir con el entorno en cual estamos. Asegurar los derechos sociales humanos fundamentales como vivienda digna, salud, educación, agua. En ese sentido, varios convencionales nos hemos unido para avanzar. Hay que hablar de derechos reproductivos y que tiene que ser con enfoque de género, con los saberes ancestrales. Nuestra comunidad debe saber que aquí estará la dignidad humana y que el ser humano es parte de esta tierra.

-¿Qué espera del trabajo que viene ahora?

-Que salga hermoso, que nos quitemos los sesgos, que seamos humildes, ya que mi idea por muy buena que sea deberá ser nutrida por otros saberes. Debemos abocarnos a nuestro trabajo y el respeto debe ser mutuo. Si le restamos valor a recorrer los territorios o lo que nos quiere decir una organización, estamos minimizando vivencias y dolores que son parte de nuestro país. Debemos cambiar la exclusión por la inclusión, y eso nos permitirá los más bellos trazos de una nueva constitución.

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