“Hoy las familias tienen miedo y es deber del Estado darles seguridad”, expresó la directora ejecutiva de Fundación Iguales, Isabel Amor, una vez aprobado en la Cámara de Diputadas y Diputados el proyecto de Matrimonio Igualitario.

Lo anterior no es menor, considerando la incertidumbre en la cual se encuentran las disidencias sexuales, ante el programa del candidato a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, el cual se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Ahora está en manos de Ximena Rincón, como presidenta del Senado, que el proyecto se despache completamente antes de la segunda vuelta presidencial. Esta es una señal fundamental para las personas de la diversidad sexual y sus aliados, porque mientras el proyecto no se apruebe, cientos de familias con sus hijos permanecerán a la deriva”, argumentó Amor.

En efecto, lo aprobado hoy, que modifica distintos cuerpos legales para igualar las condiciones de parejas del mismo sexo (por 101 votos a favor, 30 en contra y dos abstenciones), seguirá su tramitación en el Senado, y de aprobarse, ya estará listo para convertirse en ley.

Las visiones locales

En cuanto a las argumentaciones de los diputados y diputadas de la República, se habló de la dignidad de los distintos tipos de familia, que la ley debe defender y propender el amor de todos por igual, con las mismas condiciones que da el matrimonio heterosexual.

“Sueño con un Chile en libertad y parte de eso es creer en la libertad de elegir tu propio proyecto de vida en igualdad ante la ley. No me parece que haya ciudadanos de primera y segunda categoría, quiero que mi hijo y toda la sociedad tenga las mismas posibilidades de amar y de formar familia, sin un Estado que te diga qué forma es aceptada y cual no”, indicó el diputado de Evópoli y electo senador por el Distrito 20, Sebastián Keitel.

El ex deportista, argumentó su voto por su hijo y las miles de parejas que quieren formalizar su relación. “Esto no se trata de destruir la institución del matrimonio, sino de fortalecer su rol en la sociedad haciéndola más inclusiva y no porque se adapte a los tiempos se trata que se vaya a acabar con ella, tal como no lo hizo el divorcio y la no diferenciación entre hijos legítimos e ilegítimos”, enfatizó.

En tanto, el también diputado del Distrito 20, Félix González (PEV) sostuvo que el poner la discusión en tabla por parte del Gobierno, fue en el mejor momento porque tiene que ver con una transformación cultural, sobre todo porque aún hay gente en el Congreso que estuvo en contra de la Pastilla del Día Después, en que todos los hijos fueran iguales y la Ley de Divorcio.

“El matrimonio religioso no está en juego, aquí nadie pretende cambiar ese rito. Se trata que debe haber igualdad de derechos y no matices, los cuales deben ser reconocidos y, por lo tanto, no puede haber personas que no puedan tener un matrimonio reconocido por el Estado”, precisó.

El diputado ecologista complementó  que “hay una gran diferencia entre el ser de derecha, el autoritarismo y el fascismo, que puede ser de derecha o izquierda, por lo que agradezco a quienes no quieren volver a las cavernas (…) no podemos poner en peligro a las disidencias sexuales. Está en juego un cambio cultural, la igualdad y la inclusión, porque se decidirá entre la democracia y el autoritarismo en la próxima elección, entre la aceptación del otro y la discriminación”.

En tanto, el diputado del Partido Republicano, reelecto por el Distrito 21, Cristóbal Urruticoechea argumentó su voto en contra diciendo que: “pretender derechos que la naturaleza les niega es ir en contra de toda noción de orden natural”

Enfatizó que “este proyecto está lleno de ficciones y suprime en varias ocasiones la verdad. No soy homofóbico, ni discriminador y tampoco racista, pero, jamás dejaré de decir una verdad por miedo a que me llamen una de estas o todas juntas a la vez”.

Desde el Movilh, Rolando Jiménez indicó que “lo aprobado significa que ya no habrá niños de segunda categoría, ni familias de segunda, todos tendrán la protección de la ley”.

Recordó que el proyecto de Ley se basa en un acuerdo de solución amistosa entre el Movih y el Estado de Chile, por la mediación de la Comisión Interamericana de DD. HH., producto de una demanda internacional que interpusieron, por la inexistencia del Matrimonio Igualitario en Chile.

“Lo que hicimos con la acusación al Estado de Chile por discriminación, es generar un proceso legislativo que hoy comienza a cerrarse”, concluyó Jiménez.