Conocida es su residencia en Estados Unidos, no obstante, el candidato participó de instancias regionales de manera telemática. Aquí algunas de las ideas que ha planteado.
Franco Parisi Fernández es un ingeniero comercial que entró en el terreno político meses antes de la elección presidencial de 2013, donde se presentó como carta independiente y centró su discurso, justamente, en quienes no militaban o se sentían ajenos a los partidos políticos.
En la contienda electoral, que vio como el oficialismo de entonces perdía sus más probables cartas ganadoras, primero Laurence Golborne (hoy fuera del ámbito público) y luego Pablo Longueira (afectado por supuestos problemas de Salud), Parisi fue una de las nueve opciones, alcanzando la cuarta mayoría, detrás de Marco Enríquez-Ominami. El ingeniero comercial obtuvo el 10,11% de los sufragios (665 mil 414 votos).
En esta oportunidad, no obstante, ya no habla de “el tiempo de los independientes”, pues ahora forma parte de una colectividad, de la cual es fundador, El Partido de la Gente.
Fueron los militantes de ese partido, en un polémica votación en línea, quienes lo eligió como su carta en la carrera a La Moneda.
Sin embargo, su discurso contrario a izquierdas y derechas sigue presente y así lo hizo ver en dos de sus intervenciones, con habitantes del Biobío como testigos: la Cumbre de las Regiones, organizado por Corbiobío (su primera aparición pública, desde que fue proclamado) y el programa Presidenciales en Medios UdeC (su segunda aparición y la primera en un medio de comunicación).
De hecho, en el último espacio mencionado, de manera telemática (como se recordará, está radicado en Estados Unidos y no ha podido entrar al país luego de haber contraído Covid-19), habló de la importancia de las regiones en sus programa de gobierno.
“Las regiones son determinantes. En los últimos años han habido dos grande robos: la centralización y los que han hecho la izquierda y la derecha a la clase media. Queremos cambiar el foco”, sostuvo.
En la oportunidad, también habló de instalar un rockodromo en la capital regional, considerando el acervo cultural y musical del territorio, así como un centro de convenciones para e-gamers. “El mundo está cambiando, pero la izquierda y la derecha no quieren cambiar nada. Nosotros queremos aprovechar la revolución tecnológica, para que sea la revolución democrática y económica de Chile”, enfatizó.
Comentó también su idea de trasladar algunos ministerios de Santiago a regiones, como el de Minería a Calama o el de Ciencia y Tecnología a Concepción.
Aunque en su programa también plantea fusionar ministerios. “En el aparato estatal sobran operadores políticos. Todos los que ganan sobre los $5 millones, sobran en el aparato fiscal. Ejemplo de ello es el esposo de la señora Provoste, quien hizo desaparecer $800 millones y se le pagaba muy buen sueldo en el ministerio de Educación. O el mismo señor Sichel, que sin tener idea de bancos, lo nombraron presidente del Banco Estado, ganando $18 millones mensuales”, criticó.
Uno de los temas que ha complejizado el trabajo electoral del candidato, es su residencia en Estados Unidos. Se planteó, incluso, que estaría pronto en el país, no obstante, cuando se disponía a abordar un avión, tuvo que desestimar la opción por sospechas de estar contagiado de Covid-19. Las sospechas, según documentación mostrada en redes sociales, se hizo realidad.
Consultado en Medios UdeC por su particular forma de campaña, Parisi comentó que siempre estuvo y ha estado dispuesto a ser parte de los debates, considerando la posibilidad telemática. De hecho, criticó al candidato Gabriel Boric que se contagió y ha limitado su presencia en terreno.
También habló de educación.
“Me interesa mejorar la educación pública. No quiero cerrar la educación subvencionada ni tampoco la privada. Creo en la libertad de educación y eso lo tiene que encontrar cada uno”, sostuvo.
¿Y en materia de empleos? Parisi, reconoció que “el problemas que nos va a heredar el Presidente Piñera es sideral. Tenemos problemas en la salud, seguridad, vivienda, incluso, en aparato fiscal. Tenemos que salir a lograr 17 mil millones de dólares. Una vez que reduzcamos el gasto fiscal y pongamos más dinero en el bolsillo de las personas, reduciendo el IVA de los remedios, de la canasta básica… Vamos a empezar a cambiar los conceptos de riesgo internacional”.