El profesor va por su segunda contienda presidencial. En 2017 obtuvo el 0,51% de los votos. Hoy vuelve a la carga y mantiene su discurso de cambiar el actual sistema neoliberal.
Profesor y dirigente social, Eduardo Artés Brichetti, va por su segunda contienda presidencial.
Presidente Unión Patriótica (UP), Artés fue carta a La Moneda en 2017, basado en un discurso de refundación de Chile y el término del actual sistema neoliberal, planteamientos que ha mantenido.
Hace cuatro años obtuvo el 0,51% de la votación (con el apoyo de 33 mil 690 electores). En dicha oportunidad compitió con otros siete candidatos, entre ellos, dos que hoy se vuelven a repetir: Marco Enriquez-Ominami y José Antonio Kast.
En la presente campaña, Artés estuvo en distintas comunas del Biobío participando, por ejemplo, del ciclo de entrevistas “Presidenciales en Medios UdeC”. Recientemente, aunque de manera telemática, fue parte del debate organizado por Corbiobío en el marco de la Cumbre de las Regiones, donde marcó diferencias con sus pares respecto a variados temas, entre ellos, la compleja situación de la Macrozona Sur, criticando la actitud paternalista de sus contendores y manifestando que “para hablar de paz, debe haber justicia”.
Agregó que el mapuche es quien debe definir soluciones y apostó a un Estado plurinacional. “No se trata de chilenizar a los mapuche, sino de respetar y convivir con su cosmovisión”, dijo en la oportunidad.
En una de sus visitas a Concepción, el candidato también habló con este medio donde ahondó en parte de su programa.
“Nosotros planteamos el fin de este sistema impuesto por la dictadura de regionalización, que no obedece a características geográficas, productivas o humanas. Un ejemplo es el pueblo-nación mapuche que lo tenemos dividido”, comentó.
Artés se manifestó partidario de “hacer macrorregiones que obedezcan a ciertas condiciones y no a la forma que tenemos ahora. Llamaremos a una Asamblea Constituyente y a través de ella llamar a un nuevo reordenamiento territorial”.
En el marco del proceso de descentralización o fortalecimiento de las regiones, el candidato de la UP también se manifestó crítico de la figura del delegado presidencial y aludió a la relación que debería existir entre el Estado y las universidades.
Respecto a lo primero, dijo que la el delegado “es una figura que debe desaparecer de una. Nosotros queremos otra forma. El delegado presidencial es una persona creada para quitar atribuciones a los gobernadores. Ellos deben tener su propia institucionalidad y habrá que desarrollarla a partir de las organizaciones vivas que este en las regiones. El gobernador no puede ser un reyezuelo resolviendo él y su equipo, debe estar asesorado por un amplio espectro de gente pasando por la industria y el campesinado”, sostuvo.
Respeto a lo segundo, comentó que “para nosotros lo fundamental es que exista un proyecto país y en ese proyecto, el Estado y las universidades tienen que ser parte de un todo, y no esta cosa anárquica donde el mercado es el que determina las relaciones entre las entidades, los individuos y todos los actores”.
Agregó que era necesario “cambiar radicalmente el sistema educacional en Chile, este debe estar ligado a las necesidades de desarrollo que estén presentes en un plan realizado en conjunto por la sociedad, un plan de industrialización. Hay universidades que tienen carreras que uno no sabe para que diablo se desarrollan, más allá que les sale gratis a las potencias capitalistas europeas y de Estados Unidos, generar profesionales acá. Tenemos que tener un plan educacional que guarde relación con la vida propia del país”.
En ese contexto, sostuvo que “si no existe una dirección y una planificación en la construcción del país, todo lo demás va a ir cojeando. Nuestra primera misión es tener un proyecto país independiente, soberano, con un grado de industrialización importante, con dominio de sus recursos naturales. Un país que rompa con la centralización de la riqueza”.
En periodo caracterizado por el trabajo de la Convención Constitucional y la redacción de una nueva carta fundamental, Artés dijo que “queremos que la Convención avance lo máximo posible y sea un paso importante para el país, pero tenemos nuestras fundadas dudas, a raíz de las limitaciones que tiene por los quórums y que tampoco puede analizar los tratados firmados en el extranjero, eso es rebajar el tener un país más democrático”.