Cristian Ramírez Henríquez
Trabajador social, 44 años, Independiente
¿Qué opina de la actual ley de descentralización? ¿Cree que se debe seguir perfeccionando?
Respecto a lo que tenemos hoy en día, me parece innecesaria la figura del Delegado Presidencial, si queremos tener una descentralización efectiva, es clave validar las representaciones populares, en este caso, la del gobernador. Es una figura creada para que el ejecutivo siga teniendo poder y control a nivel territorial.
Respecto a lo que me interesa impulsar, es promover en materia de financiamiento la tributación de grandes empresas en la Región y no en la metropolitana donde tienen sus oficinas centrales. Además, me interesa impulsar una reforma y modernización a la Ley de Municipalidades, en donde persisten muchos vicios, y si queremos descentralizar, debemos procurar sea en las mejores condiciones y democracia efectiva.
¿Qué medida inmediata apoyaría en materia económica?
Insisto en la tributación de las grandes empresas en los territorios que padecen sus externalidades. Promovería la creación de un subsidio especial para los cuidadores, quizás de la mano del programa “Chile cuida”, pero extenderlo, sobre todo a zonas rurales, que se ven más impactadas por el rezago o exclusión.
Creo firmemente que en territorio como los de Biobío, debemos procurar mantener los cupos de proempleo, e incentivar el retiro, con más estímulos al retiro o jubilación como los recientemente aprobados.
¿Qué opina del actual sistema de previsional? ¿Lo cambiaría, lo modificaría o lo dejaría cómo está?
Definitivamente estoy en contra de las AFP, dada su escasa capacidad para producir riqueza en beneficio de los trabajadores. Si algo no se puede negar hoy, es que las Administradoras de Fondos de Pensiones nos han perpetuado a pensiones de miseria, con un grupo importante de personas que más pronto que tarde dependerá del Estado, pues sin fondos no tendrán otra chance que gestionar la básica solidaria.
Creo en un sistema mixto, tripartito, en donde las personas no pierdan lo ahorrado a la fecha, pero con una nueva institucionalidad -idealmente pública- que gestione aportes individuales, del empleador y una parte solidaria del Estado.
En su opinión, en materia científica, energética y medioambiental, ¿hacia dónde debe apuntar nuestro país?
Es claro que ya no podemos seguir creyendo en un desarrollo que no respete ni considere los recursos naturales como un elemento base para la subsistencia, y como un derecho para las personas.
En este sentido, debemos apuntar a un cambio firme aunque paulatino para la transformación de la matriz productiva de la Región, y no más extractivismo. Las personas le llaman el “desierto verde” a las plantaciones de pino y eucaliptus. Después de la tala, queda un desierto que puede ser explotado por poco tiempo más. Debemos cuidar nuestros recursos naturales, como el agua. No puede seguir siendo resorte de las municipalidades abastecer los territorios que se encuentran con fuerte crisis hídrica. Agua aún tenemos, pero debemos resguardar lo relevante, el consumo humano, de animales, y la subsistencia de los ecosistemas. La matriz energética debe seguir diversificándose: solar, eólica, y más. Tenemos el clima y las condiciones para hacerlo.
La pandemia dejó al descubierto las deficiencias en área cultural. ¿Qué propone usted para cambiar la dependencia de los fondos concursables por parte del mundo cultural?
Se deben intensificar las apuesta en materia de inversión en infraestructura y de promoción de audiencias. En general los artistas no esperan vivir de subsidios, sino que existan las plataformas y logísticas para mostrar y poder comercializar sus artes.
Ante ello, creo debe existir un sistema más estructural de promoción de carteleras en centros culturales y teatros de la Región y Chile, promoviendo y en primera instancia subsidiando el acceso para las comunidades, sobre todo las más vulnerables que no acceden por no ser de primera necesidad. Sería interesante explorar una sistema de pensiones especial para quienes nos han regalado su arte y talentos por años, que ya están o se encuentran cerca de la tercera edad, y no se podrían beneficiar de las nuevas políticas.
También promovería la cultura como motor de desarrollo para muchos territorios de nuestra Región. Se trata de poner en valor lo que hay, facilitar la gestión a las agrupaciones y organizaciones que llevan décadas luchando por ello, y sensibilizar al mundo político y económico de su potencial.
¿Qué propone usted para el desarrollo de infraestructura deportiva en regiones?
Existe una extensa y amplia red de iniciativas deportivas, sobre todo clubes deportivos de barrio, que mucho hacen por nuestros niños, niñas , jóvenes y adultos. Me parece que el deporte es uno de los factores protectores más potentes que tenemos en la sociedad.
Promovería la creación de más centros deportivos, y multiplicar el equipamiento a nivel comunitario, sobre todo para aquellas personas que no logran financiar un gimnasio y tienen las ganas, motivación, talento y experiencia para entrenarse a nivel local.
Se debe incrementar la inyección de recursos, pero además promoverlo en forma más importante en grupos vulnerables: niños y niñas (clases en colegios), pacientes crónicos y adultos mayores.