Rodrigo Díaz y desorden en el Gore: “Es mucho más complejo de lo que pensaba”

En su primer mes de gestión el gobernador se encontró con una serie hechos heredados. Jefaturas ausentes por más de 100 días, su efecto en el gasto regional, y problemas de sanitización son solo parte de las complicaciones que encontró quien ha tenido que ordenar la casa junto con iniciar su trabajo en terreno,

Luego de una mes de estar a la cabeza del Gobierno Regional (Gore) el gobernador Rodrigo Díaz dijo sentirse como si después de haber ido al médico, para un chequeo de rutina, le hubieran detectado una serie de desajustes. Y habló de la casa, del Gore. “La situación es mucho más compleja de lo que pensaba”, dijo al transcurrir casi 30 minutos de conversación.

Y es que hasta algunas medidas sanitarias, impulsadas por las autoridades de Salud para posibilitar el trabajo presencial de los funcionarios, no estaban operando como debían, aseguró. Hecho que fue resuelto, con la creación de un Comité Covid-19 y el apoyo de la Asociación Chilena de Seguridad, lo que derivó en mejores y más elementos de seguridad, incluyendo, mayor sanitización de los espacios, contó.

Para Díaz este tema es clave, considerando que a fines de junio la ejecución presupuestaria del Fndr apenas alcanzaba el 27%, el más bajo de los últimos años.

Para superar este escenario durante el segundo semestre, necesita de los funcionarios del Gore. “No vamos a ejecutar el 100% sino contamos con el personal, es casi imposible, quiero ser claro en eso (…). Vamos a hacer lo imposible para ejecutar el máximo”, sinceró.

De hecho, como ya lo había adelantado este medio, existen 151 iniciativas que están aprobadas por el Consejo Regional (Core), que involucran cerca de $90 mil millones, que no ha comenzado su ejecución y 24 de ellas con la posibilidad cierta de perder su RS.

Los argumentos en torno a los problemas que ha generado la pandemia, dijo, no son exclusivos, pues en este primer mes de gestión su equipo detectó una serie de falencias administrativas. “Hablo de hecho, no de interpretaciones ni juicios políticos. Solo hechos”, enfatizó la autoridad.

¿Qué situaciones? Por ejemplo, divisiones sin funcionarios o muy pocos, como son los casos de Transporte y Desarrollo Social; o jefaturas ausentes por más de 100 días hábiles. “Cuando tenemos jefaturas ausentes, no hay firmas y los procedimientos se estancan”, sostuvo.

Otro botón. La División de Administración y Finanzas cuenta con siete departamentos, y solo dos de ellas contaban con jefaturas, pero suplentes. El problema de las firmas, otra vez.

La situación de los funcionarios no deja de ser, al menos, llamativo, considerando las acusaciones por supuestos despidos injustificados, que Díaz también aclaró.

La autoridad regional comentó que, incluso, los concursos que promueve el Servicio Civil a través de la Alta Dirección Público estaban detenidos y se dará curso a esos procesos, para poder contar con el personal necesario a partir de octubre.

Respecto a algunos antiguos jefes de División, que emigraron hace poco, hizo la siguiente analogía: “es como si lo ministros del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, no se hubieran querido ir cuando asumió el Presidente Sebastián Piñera”.

Agregó que hubo un grupo de funcionarios a honorarios que tenían contrato hasta junio y ello, por cierto, no era su responsabilidad. Se revisaron todos los casos, y mientras algunos fueron reubicados en otros puestos por el gobierno central, otros no fueron recontratados porque no habían evidencia del trabajo o rol que desempeñaban. Lo anterior, también ocurrió con funcionarios a contrata, entre ellos, casos que generan “dudas razonables” de faltas a la probidad.

En su primer mes como gobernador, en medio de un nuevos sistema de administración regional, Díaz enfatizó en que no le interesa la “disputa política”, sino la rigurosidad “del trabajo bien hecho”. Lo anterior, en la búsqueda de recuperar “la amistad cívica para superar las dificultades en la Región”, pues si hay algo con lo que se encontró en la Región fue con la pérdida del tejido social y la falta de diálogo con universidades, organizaciones sociales y el mundo de la empresa, algo que pretende recobrar, aseguró.