La búsqueda del centro: el preciado botín presidencial

Estos votos podrían desequilibrar las elecciones y son varios los interesados en conquistarlos. Pero, ¿qué es el centro y quiénes representan este espectro tan mencionado en el mundo político?

Tras las primarias del domingo pasado hubo un concepto que comenzó a repetirse entre los dos candidatos ganadores: el centro.

No hablamos de las ciudades, sino que ese apetecido bolsón de votos que implica el denominado centro político que en los últimos comicios ha resultado muy esquivo para algunos candidatos y termina siendo apetecido por todos, ya que puede llegar a desequilibrar el resultado de una elección.

La alta votación de Gabriel Boric el pasado domingo, que superó el millón de votos a nivel nacional, corrió el cerco hacia ese electorado más conservador, habituado a los postulantes de la otrora Concertación y que por cerca de 20 años le otorgó el poder.

Pero ahora estos votantes parecen estar huérfanos y estén en la búsqueda de algún candidato con quien sentirse representados, mientras que los postulantes atesoran a estos electores, ya que pueden marcar la diferencia en momentos culmines.

¿Existe el centro?

Para las académicas consultadas, el centro político en este minuto representa un conjunto de muchos postulados tanto de derecha como de izquierda. Pero cuesta que el electorado defina a una persona como símil a raíz de la liquidez que están teniendo los votantes.

Susana Riquelme, de la UBB, consideró que “la idea de centro político podría entenderse como aquellos conglomerados políticos que se caracterizaron por establecer acuerdos y buscar alianzas con distintos sectores, a fin de lograr reformas paulatinas, moderadas y que tiendan a estabilizar al país, pero sin claridades sobre su rumbo político, generando acciones ‘en la medida de lo posible’ y con poco ímpetu de cambio”. Esto lo ejemplifica con la extinta Concertación.

Agregó que hoy es difícil hablar y encontrar este centro político a raíz de los cambios sociopolíticos que vive el país.

Su par de la UDD, Lesley Briceño, apuntó a que el centro es una mezcolanza de ideas de derecha e izquierda, o sea, lo intermedio entre los extremos. “No hay una ideología clara, como si lo hay en otras tendencias. Es más bien un discurso adoptado por partidos que no buscan radicalizarse. Son puntos de vista intermedios y ahora el eje también ha mutado a temas valóricos, derechos medioambientales y otros más que el eje izquierda o derecha”.

Jeanne Simon, de la UdeC, concuerda con Briceño en que el “centro” es una moderación de los extremos y lo compara con el concepto clase media. “Es una posición más bien moderada con ciertos puntos en común con la derecha como también la izquierda. Prefiere cambios incrementales por sobre cambios bruscos. El centro político debe ser pluralista, abierta a distintas perspectivas”.

Lo anterior, Simon lo ejemplifica con varios casos. Durante el Siglo XX, dijo, el Partido Radical (PR) y la DC representaron a ese centro tan requerido en la actualidad.

Ahora, las postulantes Paula Narváez y Yasna Provoste son de centro, mientras que Gabriel Boric puede ser considerado de centro izquierda y Sebastián Sichel de centro derecha.

Proyectos políticos

Al interior de las candidaturas que resultaron triunfadoras en las primarias miran con muy buenos ojos este grupo de electores.

Rodrigo Castillo, vocero de la campaña de Gabriel Boric en la zona cree que el este tipo de votante quiere cambios, por lo que deben fijarse en la forma en que estos se producirán y así evitar un “realismo sin renuncia”. “En esta elección se necesita una amplia gama de votantes, a la gran mayoría de personas, más allá de Apruebo Dignidad. Ellos podrían influir, al igual que aquellas personas que antes no votaban y ahora lo están haciendo”, dijo.

Castillo cree que en este grupo se encuentran los “huérfanos” de la Concertación y ellos pueden ser el voto a conquistar. “Con ese votante está en juego como se ejecutan las propuestas del programa, más que la profundidad de este”, comentó.

El vocero de la campaña de Sebastián Sichel, Sergio Giacaman, apuntó que este votante se puede conquistar con el mensaje de similitud de historias. “La mayoría de los chilenos son independientes, gente de esfuerzo, trabajadores y creen en las ideas de la libertad. En eso, Sebastián Sichel es el fiel reflejo de la clase media. Por lo que lograr este voto es casi innato ya que se mueve por convicciones, quedando reflejado en sus convicciones al renunciar a los partidos cuando tuvieron un giro”, dijo.