La discusión del Salario Mínimo no ha sido fácil. Desde un inicio los parlamentarios de oposición le cuestionaron al gobierno el bajo incremento que estaban proponiendo de $10.500 pasando de los actuales $326.500, a $337.000 bruto.
Ante este escenario y viendo la probabilidad cierta de que la iniciativa fuera rechazada en la Cámara de Diputados, el gobierno solicitó tiempo para evaluar una nueva propuesta para mejorar la oferta inicial.
Es así como durante el fin de semana, los Ministerios de Hacienda y Trabajo analizaron distintas fórmulas para lograr un mayor respaldo. Si bien todavía no está cerrado el monto en que se incrementará, la opción del Ejecutivo es mejorar el Ingreso Mínimo Garantizado, y de esa manera subir el Salario Mínimo, ya que esto no les significa un costo adicional a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas que se han visto afectadas por la pandemia.
El Ingreso Mínimo Garantizado es un beneficio social que eleva, vía subsidio directo al trabajador, las remuneraciones brutas de aquellos que perciben salarios entre el mínimo vigente ($326.500) hasta los $384.363. El aporte fiscal tiene un máximo del orden de $45 mil pesos, ya que el propósito es que el ingreso mínimo líquido no sea inferior a $300 mil.