Analistas consideran que poca información, pandemia y cobro de transporte fueron puntos clave en la poca asistencia a las urnas.
Una de las situaciones que marcó las elecciones del pasado fin de semana fue la asistencia de los electores a las urnas. De acuerdo a lo informado por el Servicio Electoral (Servel), con el 99,91% de las mesas escrutadas, fueron 6.184.594 de personas las que cumplieron con su deber cívico, número que debería acercarse a los 6,5 millones de votantes (poco más del 40% del padrón), muy por debajo de lo que ocurrió para el Plebiscito del 25 de octubre, día en que se contabilizaron 7.569.082.
¿Qué factores produjeron la merma? Para Carlos Maturana, analista del Observatorio de Corbiobío y académico UdeC, no existe solo un factor para que los ciudadanos se acerquen a los locales de votación.
“No es posible indicar un punto único y definitivo para este descenso en el porcentaje de votación. La pandemia tuvo mucho que ver. La gente se quedó con los altos contagios y la postergación de las elecciones. Hay un factor pandemia que fue importante, incluso, con el cambio de fecha y con el rápido desconfinamiento de algunas comunas que aún tienen altos índices de contagios diarios”, sostuvo.
Agregó que esta era una elección muy compleja, porque “había cuatro decisiones, poca información y eso no incentiva a las personas a votar cuando no tienen claro lo que están decidiendo. Las campañas disminuyeron su impacto, se centraron en las redes sociales y eso claramente afectó la participación”.
Daniel Ibáñez, presidente de la Fundación Participa, dijo que “no hay una baja importante. Esta elección no se puede comparar con el Plebiscito que tenía un relato más épico que una elección, donde hay candidatos y partidos políticos con experiencia. Esta cifra es muy similar a las parlamentarias y presidenciales de 2016. Creo que volvimos a nuestra realidad de participación”.
Añadió que el tema de la participación es multifactorial. “Por un lado, tenemos poca información, porque el Gobierno no se la jugó para que la gente se movilizara. Otro factor son los partidos políticos que ya provocan un distanciamiento en la ciudadanía y el transporte público tampoco estuvo a la altura”, indicó.
Felipe Vergara, académico de la Unab, señaló que “las condiciones sociales no estaban dadas para facilitar la votación. El transporte debió ser gratuito, porque la gente está mal económicamente y más si es parar ir a votar en una elección donde muchos no tenían claridad de lo que se jugaba. El Gobierno fue egoísta. También la pandemia afectó, porque sigue activa”.
¿Cómo mejorar de cara a los futuros comicios? “Hay una alta responsabilidad de la clase política, pero no es toda. Para mejorar la asistencia a las urnas, hay que concientizar que son elecciones importantes. La parlamentaria, porque será clave en proceso constitucional y la presidencial, porque el nuevo mandatario será el encargado de poner en marcha la nueva Carta Magna, si se aprueba. Para que la gente vaya a votar hay que restituir el voto obligatorio y, lo segundo, mejorar la información de lo que está en juego”, indicó Maturana.
Felipe Vergara expresó que “se le deben otorgar más facilidades a la gente, como el transporte gratis, porque no todos tienen la facilidad para gastar en pasajes o recorrer grandes distancias. Ampliar los días de votación también sería clave. Con eso la gente se incentivará. No se puede concentrar todo en un fin de semana, porque no es sano. Por último, informar a la gente. La franja política es un gasto innecesario. Hay que mejorar los canales de información. La gente hoy no sabe qué hará el gobernador regional”.
Para el futuro, Daniel Ibáñez cree que el tema mejorará con apurar una reforma legal que permita volver al voto obligatorio. “También debe haber una labor pedagógica de los partidos y el Gobierno en torno a la próxima elección. El Parlamento que escojamos en noviembre serán los que legislarán los acuerdos de la convención constitucional. Es clave orientar a la población y que hay amucho acceso a la información. Por otro lado, deben haber señales de renovación política como lo hicieron el FA y el PC. Eso también puede ser un incentivo”, dijo.