El riverismo vuelve en gloria y majestad al máximo sillón de Hualpén

Fue una de las comunas que ocupó la cédula electoral más grande que se haya confeccionado históricamente en Chile, con 73 candidatos a concejales y otros 10 para el máximo sillón municipal.

Hualpén prometía una lucha sin cuartel por la alcaldía, donde todo indicaba que se repetiría la brega de 2016 entre Katherinne Torres, Miguel Rivera y Gabriel Torres, ganada por la candidata independiente por apenas el 1,23% de los votos.

En esta ocasión, sin embargo, el nombre del joven independiente, Ismael Olmos, irrumpió con fuerza para constituirse en la segunda preferencia de voto por sobre la ex alcaldesa, que culmina una gestión marcada por la polémica.

Coyuntura que aprovechó con creces Miguel Rivera (PPD), quien tras un largo camino se transformó en el nuevo jefe comunal, recogiendo la herencia de su padre, primer alcalde electo de la joven comuna. Una tendencia que hizo ver desde la apertura de la primera mesa en la escuela Pedro del Río Zañartu, y que se mantuvo sólida hasta el cierre del conteo.

Una ruta que incluyó la primaria de su partido y otra primaria convencional, y que culminó con una victoria sólida, que al cierre de esta edición (90,57% de mesas escrutadas) se empinaba con el 21,76% de los votos, por sobre el 19,40% de Olmos y el 18,88% de Torres.

“Agradecer a todas las personas que se dieron el espacio de venir a votar, porque entendíamos que este era un proceso sumamente importante para Hualpén, y que teníamos que darnos esta oportunidad. Hace más de un año que veníamos trabajando de manera incansable por un sueño de ciudad que hemos construido con una serie de profesionales y trabajadores de la comuna. La participación será el eje fundamental, todo lo someteremos a plebiscito para los grandes desafíos que tenemos. La tarea es dura, pero creo que entre todos podremos sacarla adelante”, fueron las primeras palabras de Rivera tras su triunfo.