Ad portas de los comicios que definirán a la máxima autoridad de la Región y símbolo descentralizador, una medida justamente emanada del poder central hace tambalear la promesa de mayor autonomía para las regiones. Se argumenta ahorro fiscal, pero sus detractores, también aluden a confinamiento.
“El centralismo decidió que los delegados presidenciales regionales ocuparán los mismos lugares de trabajo de los actuales intendentes. Esto, sin duda, es un despropósito político y no sólo una cuestión administrativa”.
El párrafo que abre esta nota fue escrito por el director del Centro de Estudios Regionales de la Universidad Austral de Chile, Egon Montecinos, en una columna publicada en El Mostrador, a propósito de la conmemoración del Día de las Regiones, el pasado 2 de abril.
A juzgar por lo que se conocía con anterioridad en Biobío y declaraciones de los exintedentes, Jorge Ulloa y Sergio Giacaman, lo expuesto por Montecinos parecía ser una realidad ajena al territorio, pero no. Efectivamente, el actual edificio del Gobierno Regional (Gore), ubicado en calle Prat 525, frente a la Plaza España, será habitado por el futuro delegado presidencial.
En medio de un proceso descentralizador, y con un gobernador o gobernadora regional como símbolo, una medida justamente adoptada desde el gobierno central, parece ir en el sentido contrario de lo que implica entregar mayor poder a las regiones.
El hecho, en efecto, no ha pasado desapercibido, generando el rechazo de los funcionarios del Gore del Biobío y de los integrantes del Consejo Regional (Core). En el caso de la instancia política, incluso los representantes del oficialismo han manifestado, sin ningún tipo de reparos, su rechazo a la medida.
Desde el Ejecutivo se dice que la medida obedece a una política de ahorro fiscal, aunque tampoco se clarifica con exactitud que va a pasar con el edificio donde funciona la gobernación provincial de Concepción, frente a la Plaza de la Independencia.
Quienes rechazan lo que hasta ahora parece una imposición del Ejecutivo, en Santiago, colocan sobre la mesa argumentos domésticos, de imagen, pero por sobre todo, legales y contradictorios al proceso de descentralización.
Hace poco más de dos semanas, lo que parecían ser rumores de pasillo se transformaron en información oficial. Entonces, el intendente, Patricio Kuhn, invitó a los presidentes de las directivas de los sindicatos de trabajadores que cohabitan el edificio de calle Prat (del Gore y la Intendencia) a una reunión donde les informó que desde Santiago le habían solicitado iniciar las gestiones necesarias para que el cuarto piso sea ocupado, a futuro, por el delegado presidencial.
Un dato. El terreno que ocupa el estructura pertenece al Serviu y, pese a que se conoce como el edificio del Gore (lo recuerdan una placa en el ingreso y las grandes letras en el frontis), el traspaso del comodato nunca se efectuó.
Es por ello, que el intendente ha solicitado al Serviu se concrete dicho trámite, pero no sólo al Gore sino también a Intendencia (que depende el ministerio del Interior).
El edificio es la casa del intendente y del Gore desde la primera administración de la Presidenta, Michelle Bachelet, cuando María Soledad Tohá estaba a la cabeza de la Región.
Quienes se oponen a la medida comentan, además, que si bien el terreno es del Serviu, varios de los recursos que se han invertido en la mantención del inmueble (después del terremoto o los constantes trabajos que se han realizado al Salón Mural) han salido del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr).
El presidente de la Asociación de Funcionarios del Gobierno Regional del Biobío, Christián Klenner, relató que Kuhn compartió la información como “una buena noticia”, pues de esta forma nadie se tendría que mover del edificio.
No obstante, agregó Klenner, los funcionarios de Intendencia ya “se habían hecho la idea” de cambiar de lugar de trabajo con la asunción del gobernador o gobernadora regional. Se trataba de un tema del que se venía hablando hace tiempo y estaba asumido. Incluso, autoridades como el exintendente Ulloa, habían manifestado que el delegado ocuparía el edificio de Aníbal Pinto 442, puesto que con la nueva estructura administrativa las gobernaciones provinciales desaparecen.
Y hay más. Hace un tiempo, la oficina de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), que funcionaba en el primer piso, se trasladó a otras dependencias.
Hasta el inventario de los muebles se estaba realizando. También el de los vehículos, como el que usa el intendente Kuhn, y que es propiedad del Gore.
“La idea del gobierno central no tienen acogida en los funcionarios, pues no se le está dando el peso a la figura del gobernador regional. Se trata de una decisión centralista, una bofetada a la Región. Imagínate que la elección de los gobernadores es un primer gran paso en descentralización y ahora ocurre esto”, sostuvo Klenner.
Por cierto, la molestia también tiene que ver con un tema práctico o doméstico, considerando que el edificio ya acoge a más funcionarios de los que podrían trabajar ahí. Los espacios no abundan. En el segundo piso, por ejemplo, donde se emplaza el Core, ya se “sacrificó” una sala de reuniones, para instalar la oficina del presidente de la instancia.
“La gente de la Subdere, por ejemplo, se fue entendiendo el proceso que está en curso”, dijo el dirigente de los funcionarios.
En el Core, donde el tema fue conversado en la comisión de Gobierno el pasado 24 de marzo y un día después en el plenario, la molestia es transversal. “No es un tema político partidista, sino de administración”, dijo la consejera del PPD, Alicia Yáñez.
En el cuerpo político son mayoría los que manifiestan su rechazo con la medida y, quienes eventualmente podrían estar a favor, callan.
El presidente de la instancia, Patricio Lara (RN), es categórico: “vamos a defender los espacios del Gobierno Regional”.
El timonel del Core dijo que no tiene problemas con la figura del delegado presidencial, más bien le preocupa la del gobernador regional y que cuente con la relevancia y la potestad que merece el cargo, la misma que le otorgarán los ciudadanos con su voto.
“Es necesario tener claridad al respecto. Siempre se dijo que los espacios donde funcionan las actuales gobernaciones de las capitales regionales, serían destinados al delegado presidencial. Me parece que es lo que corresponde. Y, en el caso del Biobío, estamos hablando de un edificio patrimonial que está frente a la Plaza de Armas y hasta donde no hace mucho funcionaba la Intendencia”, comentó.
Lara agregó que en toda esta discusión es importante la presencia del futuro gobernador o gobernadora regional. “No me gustan las leyes de amarre. No es posible tomar una decisión sin consultar a quien va a ocupar eventualmente ese espacio. Creo que hay tiempo para ello”, enfatizó el timonel, considerando que entre la segunda vuelta y la fecha de asunción de la autoridad, habrá justamente un espacio de un mes.
Para la consejera Yáñez la cohabitación del delegado y el gobernador genera una serie de argumentaciones que la hace inviable. Más allá de la discusión en torno al proceso descentralizador, la consejera mencionó problemas domésticos y hasta de imagen.
Dijo que el edificio de calle Prat es del Gore y siempre fue pensando así, por tanto, insistir en la presencia de un personero que responde al ministerio del Interior, sería lo mismo que tener “al arrendatario porfiado que no se quiere ir de la vivienda que ha dejado de pagar”.
Agregó que en el edificio ya existen problemas de confinamiento. “No podemos seguir arrinconando a los funcionarios del Gobierno Regional”, enfatizó.
El consejero socialista, Andrés Parra, comentó que primero se escuchó el rumor y que la instalación del delegado presidencial se “manejaba como alternativa”. No obstante, cuando el tema se oficializó fue “como un balde de agua fría, pues se sabía que el espacio a ocupar, sería la actual gobernación de Concepción”.
Agregó que, “a los ojos de la ciudadanía esto no sirve de nada”, pues se presta para confusiones y desde el punto de vista doméstico roza el absurdo, por ejemplo, al momento de pagar las cuentas de los servicios básicos.
En medio de argumentos que van desde el “mejor aprovechamiento de los espacios” (como los estacionamientos, en el caso de los que están a favor de la medida), hasta, por el contrario, la falta de espacios (no hay baños suficientes para todos quienes laboran en el edificio), el consejero, Patricio Lynch (RN), pone la pelota contra el piso y recurre directamente a la ley.
Dijo que la ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, en su artículo 13 sostiene que “la administración superior de cada región del país estará radicada en el gobierno regional”, mientras el artículo 105 dispone que “los gobiernos regionales, los gobernadores regionales y los delegados presidenciales se relacionarán con el Presidente de la República a través del Ministerio del Interior”.
Así, comentó Lynch, “la ley radica la administración superior de la Región en el Core y gobernador; segundo, la relación con el Presidente, prioriza a los gobiernos regionales, luego al gobernador y finalmente al delegado presidencial (…). Por tanto, conforme lo señalado, es el Gore quien debe continuar en el edificio de la Intendencia, por ser responsable de la administración superior de la Región. El delegado presidencial debe salir del edificio, porque tiene otras funciones distintas a la administración superior de la Región”.
El consejero oficialista agregó que la descentralización “del país es una política de Estado que busca acentuarse y no encogerse. De allí, y considerando el efecto en la opinión pública regional, no se vería una afirmación de la política de descentralización que el delegado compartiera el edificio del Gore; más bien confundiría a la opinión pública y sería una fuente real de conflictos de poder”.
El intendente Patricio Kuhn dijo que esta es una medida que se ha tomado en todas las regiones, no obstante, no manifestó que el descontento también se repite. Así lo comentó, Náyade Aguirre, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Funcionarios de los Gobiernos Regionales y digirenta de la región de Coquimbo. De hecho, comentó, que ha sido recibido hostigamiento de la administración de turno, por instalar este tema en los medios. Por cierto, dice que no se trata de un hecho reciente, pues lo vienen advirtiendo desde el 2018.
“Tenemos un sólo gobierno regional que tiene edificio propio, que es el del Maule, por una decisión visionaria de hace muchos años. El otro es Aysén, pero que está bastante alejado del centro. Digamos que tienen edificios y dependencias para trabajar cómodamente. Hay otras regiones donde no están los espacios, y sabiendo que las delegaciones provinciales de las cabezas regionales, desaparecen, esos funcionarios (de la delegación presidencial) se van a trasladar a los edificios de intendencia. El panorama no es muy grato y en casi todas se comparte edificio, y en otras, se arriendan dependencias. En algunas ciudades, prepandemia tuvimos problemas de hacinamiento”, relató la dirigenta.
En su opinión, esto se produce por la legislación actual, y que ha buscado cambiarse con la denominada ley corta, y en su momento no hubo voluntad del Ejecutivo y la Subdere de cambiar en beneficio de las regiones. “Se fortalece aún más el delegado presidencial, porque quien está encargados de implementar la descentralización es el gobierno interior. Claramente, quien hoy es el intendente será el delegado presidencial, cuando asuma el gobernador regional. Los gobiernos regionales no tienen quien vele por la figura de la mayor representación democrática de la Región. Ahora los intendentes están asegurando sus equipos y espacios para continuar de mejor forma en sus cargos, no como intendentes, sino como delegado presidencial”, manifestó.
Citado por los funcionarios del Gore y algunos consejeros regionales, Diario Concepción conversó con el intendente, Patricio Kuhn, sobre la medida. Confirmó que se trata de una decisión basada en lo que ocurre en otras regiones del país y que solicitó el traspaso al Serviu.
Consultado sobre el edificio donde se emplaza actualmente la gobernación provincial de Concepción, se limitó a decir que también se ocuparía, aunque sin entregar mayores detalles. Aquí lo conversado con la máxima autoridad.
– ¿Qué información maneja usted sobre estas versiones que apuntan a que el futuro delegado presidencial se instalaría en el cuarto piso del Gobierno Regional, es eso efectivo?
– Sí, efectivamente, esta nueva figura de la delegación presidencial hemos determinado que ocupe el cuarto piso del edificio del Gobierno Regional (Gore), esto tal cual se ha hecho en muchas otras regiones. Es una forma de compartir ese edificio que pertenece al Serviu. Se han pedido los comodatos necesarios, que son dos; uno para la delegación presidencial y otro para el Gore, para el trabajo del gobernador regional. Esto también es un tema de economía a escala y ambos trabajarán así.
– Entonces, ¿es efectivo que el Serviu nunca hizo el traspaso del edificio al Gore?
– No, efectivamente no existe ningún comodato, por eso he solicitado los dos, tanto para la futura delegación presidencial como la gobernación regional.
– ¿Usted pidió gestionar esos comodatos?
– Sí, yo lo pedí, a mí me corresponde como jefe de ambas reparticiones.
– ¿Cuáles son los argumentos para que el delegado presidencial se quede en el edificio del Gore? Pensando que se está burlando el espíritu de la norma.
– Le reitero, esto es algo que está ocurriendo a nivel nacional, salvo en dos. Todo está ocurriendo de la misma manera, se compartirá el edificio que es del Serviu y mediante comodatos se distribuirá el cuarto piso para la delegación presidencial y el resto para el Gore.
– ¿Qué va a pasar con las oficinas de la gobernación provincial de Concepción?
– Eso también es parte de los edificios que se van a utilizar, son múltiples los servicios que la delegación tiene que prestar, ya que se relacionan con (el Ministerio del Interior).
– ¿Qué le parece a usted esta medida, como Patricio Kuhn?
– Me parece bien, eso es lo que se ha determinado y es lo que se ha trabajado a nivel central con los encargados de estas delegaciones, tanto a nivel del personal como también en una forma de reducir los costos.
– Usted fue consejero regional y ese cuerpo colegiado ha luchado por la descentralización y esta es medida es centralista, parece un contrasentido.
– Es todo lo contrario, salvo por dos regiones (Maule y Aysén) que por un tema estructural no se puede, en todo el resto se compartirá los edificios ya que estas instituciones tienen que trabajar de forma coordinada para el desarrollo de la Región.