Analista y dirigentes políticos del Biobío entregaron su opinión de lo negativo y positivo del mandato. Deuda con la ciudadanía e incumplimiento de expectativas son parte de las conclusiones.
Ayer se cumplió el tercer año del Presidente Sebastián Piñera al mando del país, y este tiempo, tanto a nivel nacional como regional, ha sido particularmente difícil. Tras el estallido social, vino la pandemia, la crisis económica y de manera paralela, ha tenido que lidiar con constantes problemas en La Araucanía, situaciones que han complicado mucho al Gobierno.
En Biobío estas dificultades también se han visto reflejadas en el tema social. La situación económica es delicada, ha incrementado la cesantía y por estos días la pandemia tiene al sistema de salud al borde del colapso.
Analista y dirigentes políticos hicieron un balance del tercer año del Presidente Piñera y dieron su punto de vista de lo que será su último año al frente del país.
“La gestión ha tenido tres momentos claves. Un primer periodo marcado por unos meses de reactivación económica que fue bastante acotada; el surgimiento de problemáticas sociales de orden estructural que Chile arrastraba de muchos años con acuerdos políticos que marcaron el devenir de los próximos años; y, por último, la pandemia que ha generado crisis asociadas a ella como desempleo y decrecimiento económico”, comentó Ariel Yévenes, analista del Observatorio Fiscal de Corbiobío.
Agregó que la gestión Región no ha quedado ajena a todas estas dificultades. “Emerge la descentralización como una exigencia para el desarrollo de Chile. Se toman medidas para ayudar a grupos golpeados por la crisis y se hace evidente que estas medidas no son adecuadas a las medidas regionales y locales. En la pandemia hemos visto como los alcaldes han tenido discrepancias con el gobierno central. Esto deja claro que el desarrollo ha sido errado y descontextualizado de las realidades locales”, sostuvo.
En el oficialismo también consideran que hay un antes y un después en la gestión presidencial.
“Antes de octubre de 2019, se estaba cumpliendo el programa de Gobierno. Me parece que se cumplieron las promesas. Se avanzó en las obras de infraestructura de arrastre y se dio inicio a las comprometidas con una ejecución presupuestaria donde se sumó un trabajo importante en Ñuble. Hubo varios avances. Los índices económicos de desarrollo de la Región fue más que positivo. Luego viene el cambio con el tema social ciudadano. El intendente Giacaman tuvo que encausar de manera positiva las manifestaciones y enfrentar la violencia. Con las demandas sociales que surgieron, hubo un cambio de prioridades que se agudizaron con la crisis sanitaria”, comentó Juan Pablo Spoerer, presidente regional de Evópoli.
El dirigente agregó que el manejo de la pandemia ha sido positivo dentro de lo posible. “Se han perdido víctimas y hay cosas que se pudieron enfocar de manera distinta, pero con el proceso de vacunación se ha estado a la altura”, indicó.
Entre las sombras de la gestión, habló de la imposibilidad de resolver la situación en la zona sur del Biobío y La Araucanía, donde la violencia no ha dado tregua y poco se ha hecho para instalar un diálogo que permita “zanjar el conflicto de manera democrática y de una vez”.
En la oposición manifestaron que durante tres años el Gobierno no ha estado a la altura de las necesidades del país. A nivel regional, dijeron, “también se está al debe”.
“Este gobierno, a nivel nacional con el Presidente, y regional con los intendentes, no ha estado a la altura de las necesidades de Chile. Hay una desconexión total con el Biobío. Lo vimos también con la revuelta social y con la pandemia. Se mantiene el gobierno nefasto de Sebastián Piñera y sus representantes. Durante el gobierno de la Presidenta Bachelet, la Región tuvo un incremento de presupuesto regional, y bajo este mandato hemos perdido más del 40% por falta de capacidad administrativa. La Región no ha sacado nada positivo”, comentó Carolina Ceballos, presidenta regional del PRO.
En tanto, el presidente regional del PPD, Bernardo Daroch, dijo que “este Gobierno quedará con una deuda gigante en el Biobío. Hay muchos temas que venían dentro del programa y que no se cumplieron. Es una decepción para la comunidad. Las encuestas así lo reflejan. Quedarán deudas en medioambiente, salud, educación, construcción y muchas áreas, porque no han sido capaces de cumplir con lo prometido”.
Sobre cómo será el último año de gobernanza, indicó que “es difícil que la situación cambie. La pandemia no da tregua y las cifras no mejoran producto de la mala gestión. La economía tampoco mejora considerablemente, así que creo que no hay que hacerse expectativas de mejora”.