Hay comunas del Biobío en donde hay hasta diez candidatos a alcaldes. En el caso de los concejales, en algunos territorios, se contabilizan hasta 60 opciones.
El incremento de candidatos en cada proceso electoral se ha transformado en una constante y el de abril no es una excepción. En la próximas municipales, por ejemplo, hay comunas donde figuran hasta 10 candidatos a alcalde, como ocurre en Hualpén. En el caso de los concejales, en Chiguayante se inscribieron 58 postulantes.
¿Por qué han aumentado las cifras de nombres que postulan a cargos políticos? Hay variadas razones para el creciente fenómeno.
“Entre los impactos más relevantes del estallido social, que se vio reflejado en el plebiscito, es haber generado interés por la gobernanza local. El alto número de opciones representa una revalorización de la democracia desde el territorio. Crece la expectativa de que es posible mejorar la vida desde el ejercicio del poder local”, comentó el sociólogo, Manuel Rodríguez.
Agregó que lo anterior se explica por el creciente rechazo a las élites, que tiene como contrapartida “la valoración del poder local”.
La académica de la Universidad de Concepción (UdeC), Jeanne Simon, dijo que “hay distintas explicaciones. En relación a la elección de alcaldes, el sistema de mayoría relativa permite que lleguen candidatos o candidatas sin el apoyo partidario. En San Pedro de la Paz, Talcahuano y Tomé, ya han elegido alcaldes independientes. El sistema electoral de concejales se basa en el sistema D’Hondt, desincentivando la dispersión del voto porque favorece a las fuerzas políticas que logran concentrar los votos”.
En relación a la Convención Constitucional, cree que “la falta de confianza en otras fuerzas políticas ha generado numerosas listas de centroizquierda”. Otro elemento que podría explicar el aumento, es la baja identificación partidista.
“Aunque ya había iniciativas antes, el contexto post estallido social también abrió la percepción que se requiere nuevas caras en la política y más voces ciudadanas. Todo eso se podría reflejar una nueva configuración de fuerzas políticas y/o una ciudadanía más activa. Pero es muy temprano para poder decir si se mantendrá en el tiempo”, sostuvo Simon.
Para la administradora pública, Karla Muñoz, la proliferación de candidaturas de las últimas campañas “se debe a diferentes variables sociales y políticas, dentro de las cuales podemos identificar el aumento de partidos o movimientos políticos que han ido intentando superar la dicotomía derecha-izquierda de décadas pasadas. También ha existido una apertura de nuevos cargos de elección popular. Además, hay una mayor regulación al gasto electoral disminuyendo una brecha que aún es relevante pero que se acorta y les da opción a nuevas candidaturas”.
La profesional agregó que después del estallido social existe un mayor interés de la ciudadanía por lo político, lo que permite tener un mayor grado de conocimiento de las funciones e impacto de los respectivos cargos.
“Por último, yo identificaría la tendencia de escoger caras nuevas en los últimos procesos eleccionarios, lo cual motiva a ciudadanos a inscribirse como candidatos. Creo que estas variables son positivas porque hay mayor gama de candidatos y propuestas. Poco a poco debe quedar atrás el argumento de que nadie me representa. Hoy se dice que el elector vota por la persona y no por el partido que representa. Esta proliferación de candidaturas refuerza la democracia”, sostuvo Muñoz.