Desde que comenzó la pandemia, la Región del Bío Bío ha pasado por tres etapas del Plan del Paso a Paso y con diversas críticas con respecto a su real efectividad, y si realmente logran bajar los contagios.
Desde las 05:00 horas del miércoles 2 de septiembre, el 68% de la población de la Provincia de Concepción se encuentra en un confinamiento obligatorio como medida para frenar los contagios de Covid-19 en la zona.
La medida llega 162 días después del primer caso confirmado de coronavirus en la zona, eso si este confinamiento fue parcial, ya que sólo se extendió por el fin de semana. Siete días después, la decisión fue más extrema y el cierre fue total.
Esta cuarentena era anhelada en la zona desde el mes de julio por los alcaldes a raíz de un alza sostenida en los casos, que en el caso de la comuna de Concepción, la semana de que abarca desde el 16 al 22 de agosto con 375 contagios.
No es la única que tuvo esa semana su peak de casos, también se encuentran en ese escenario Chiguayante, Hualpén, Penco, Tomé, San Pedro de la Paz y Talcahuano.
Y hay episodios paradójicos en las comunas antes mencionadas, puesto que tanto San Pedro de la Paz como Hualpén, durante el mes de abril, estuvieron en cuarentena y después con un cordón sanitario tras un brote ligado a un culto evangélico. En ese entonces, los casos no eran más de una treintena por semana.
Talcahuano estuvo desde el 5 de agosto con cordón sanitario, medida que no ayudó a bajar la movilidad interna y menos aún los casos de Covid-19, los que, al revés de lo que se esperaba, fueron al alza y se elevaron por sobre los 200 casos. Siendo que para decretar el cordón se consideraron 140 casos.
El alcalde de esa comuna, Henry Campos, expresó que “no sacamos nada con tener todas estas medidas, si es que no hay un compromiso real de los vecinos a utilizar los elementos de protección, distanciamiento físico y, sobre todo, a no vulnerar las cuarentenas”.
El mismo día que 719 mil personas fueron confinadas en el Gran Concepción, a nivel nacional se anunció una medida que no fue bien recibida en la zona, es más, va contra el discurso que las mismas autoridades han pregonado durante las últimas semanas.
Para fiestas patrias se va a autorizar reuniones familiares de hasta cinco personas en lugares cerrados y diez personas en sectores abiertos.
Esto fue visto con malos ojos en el Bío Bío. El intendente Sergio Giacaman emplazó al ministro de Salud para que este permiso no tenga vigencia en la zona. La solicitud no tuvo acogida en Santiago y sí se podrá salir.
Eso sí, este emplazamiento le trajo una dura y pública reprimenda de los ministros Paris y Bellolio, quienes le pidieron retractarse de sus dichos. Hecho que, finalmente, no ocurrió. “Sería incoherente retractarme, acá el enemigo no soy yo o el ministro Paris, es el coronavirus”, sostuvo la autoridad, en férrea defensa a su determinación que, además, logró la unidad de todo el arco político local.
Mientras el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, dijo que “no es el momento de relajar medidas”, su par chorero, Henry Campos, pidió que no acaten esta medida del nivel central.
Ayer se cumplieron dos semanas desde que Penco y Tomé se encuentran confinadas y el balance no es positivo por parte de la autoridad sanitaria, ya que no hay disminución en las tasas de contagios. “Tomé ha aumentado los casos y Penco los ha mantenido y hoy vamos a analizar el futuro de esta medida. Creemos que se van a mantener según las cifras que vemos”, sentenció el seremi Héctor Muñoz.
Lo que ocurre en Coronel es algo paradigmático a nivel regional.
Puesto que la comuna puerto se mantuvo estable en los casos por Covid-19 hasta la semana que comprende entre el 24 y el 30 de mayo, cuando los casos aumentaron en un 156%, pasando de 50 a 128 contagios.
Esta alza se da 14 días después de la celebración del día de la madre y desde esa fecha los contagios no bajaron de los 100 casos.
Tras esto, el alcalde de esa comuna, Boris Chamorro, comenzó un peregrinaje con las autoridades locales y nacionales para lograr medidas de confinamiento que pudiesen controlar esta alza de casos.
Es así que la autoridad sanitaria local decretó “controles sanitarios” en los accesos a la comuna, los que no tuvieron efecto en disminuir las cifras, todo lo contrario, hubo alzas e, incluso, se llegó al peak con 225 contagios la semana entre el 14 y 20 de junio.
El alcalde de Coronel, Boris Chamorro fue crítico con la medida desde el primer minuto, porque no fue efectiva. “Estas barreras no sirvieron para nada y eso lo dijimos, y aun así, la autoridad regional no reacciona, ahora dependemos de la tozudez de una persona”, opinó.
La respuesta del intendente Sergio Giacaman en esa ocasión indicó que “los controles sanitarios buscan establecer cierto orden, pero lo más efectivo son las residencias sanitarias”, que en esa fecha no existían en la comuna.
Este control sanitario estuvo vigente por cerca de un mes hasta que el Ministerio de Salud decretó un cordón sanitario para esa comuna y Lota. La diferencia entre ambos, es obligatorio y requiere de permisos otorgados en comisaría virtual.
Durante los 22 días que estuvo activo el cordón, los casos se mantuvieron estables, pero no bajaron de los 100 contagios, ya que la movilidad interna no disminuyó. A pesar de esto, el jefe comunal se mostró agradecido con esto, incluyendo las molestias que pudo generar en la comunidad, pues “significó reducir en 25% la carga viral en la ciudad”.
Otra de las acciones que tomó el nivel central para evitar los viajes desde las grandes conurbaciones a zonas con menor población fueron los cordones sanitarios por fin de semana largo.
En el Gran Concepción, y a nivel nacional, se han aplicado en cinco ocasiones; Semana Santa, Día del Trabajador, Glorias Navales, San Pedro y San Pablo y Nuestra Señora del Carmen.
De acuerdo a las estadísticas que entregaron las autoridades locales, en esos días se logró bajar la movilidad en las principales rutas de acceso al Gran Concepción en un 70%.
El principal objetivo era evitar los traslados a segundas viviendas, por lo que, además, se intensificaron los controles en localidades aledañas como Dichato, en donde no hubo mayores sanciones, puesto que no se sorprendió a residentes en esas viviendas.
No todo fue positivo con esta medida, ya que en el control que se ubicó en el kilómetro 14 de la Ruta 160 los días hábiles era común ver atochamientos que se extendían por horas. El jefe de la Defensa, Carlos Huber reiteraba el llamado a planificar los viajes tras la jornada laboral o simplemente a quedarse en los hogares.
Este confinamiento cumple su objetivo, ya que disminuye el movimiento en las rutas, pero la movilidad al interior se mantiene.
Para fiestas patrias se volverá a instalar este cordón con los controles habituales, el que ahora estará acompañado por la cuarentena que vive gran parte de la Provincia.
Otro tipo de cordones que se instalaron a principios de agosto fueron entre Penco y Concepción, San Pedro y Coronel, además de Talcahuano, esto a raíz de la tasa de contagios.
Pero, como siempre la movilidad interna no se logra bajar y los atochamientos traen la queja de las autoridades.
La instalación de este cordón no ha disminuido la movilidad de las personas. Dueños de taxibuses han debido aumentar el número de máquinas en circulación, casi igualando la frecuencia existente antes de la entrada en funcionamiento de este cordón sanitario. Además, el transporte particular no ha experimentado una baja considerable, como se esperaba”, aseguró el alcalde de Penco Víctor Hugo Figueroa.
El domingo 19 de julio, las autoridades anunciaron el plan Paso a Paso con el que se iniciaba el desconfinamiento del país.
En ese momento, se informó que la Región estaba en una “Fase 3”, que era una etapa con ciertas libertades, como centros comerciales abiertos, entre otros.
Esto derivó en que en fechas claves se produjeran aglomeraciones como tras el retiro del 10% de las AFP, en donde varios usuarios acudieron a las aseguradoras, ante vicios en el proceso o para efectuar compras por el día del niño.
Estos hechos gatillaron los peak de contagios en la zona. Concepción en la semana del 16 al 22 de agosto alcanzó 375 casos, al igual que Chiguayante (144), Hualpén (153), Penco (130), San Pedro de la Paz (129), Talcahuano (263) y Tomé (120).
Ante estos números, las autoridades regionales han insistido en la necesidad de una cuarentena corta, pero efectiva y que no se extienda más allá de los 21 días.
El académico de la Facultad de Medicina de la UdeC, Martín Zilic explicó que uno de los principales factores para no respetar las medidas de confinamiento es la falta de alimento a raíz del atraso o la nula ayuda por parte del Estado.
“La pelea a la Covid-19 se le gana en el territorio con trazabilidad y con aislamiento, en un lugar seguro donde no contamine a los otros. Esto último, en muchos casos no se aplicó con las familias más vulnerables, ya que las dejaron en sus casas, donde comparten baño, habitaciones y otras cosas”, sostuvo.
Según el ex intendente, muchas personas que fueron casos positivos son jefes de familias, a quienes se les debió asegurar el sustento y con eso no existía la preocupación del trabajo, pero esto no se logró, por lo que no podían cumplir con el aislamiento.
Zilic aseguró que los confinamientos en extremo largos, como ocurre en Buenos Aires, tampoco son efectivos ya que también generan un alza de casos, tal como ocurre en este minuto en Allende Los Andes.