Política

El negativo impacto de las “políticas” del empate y el mal menor en el país

Analistas coinciden en la falta de discusiones políticas entre los representantes de la ciudadanía, situación que deriva en que el empate sea una continua crítica entre el oficialismo y la oposición.

Por: Mauricio Luengo Viveros 18 de Mayo 2020
Fotografía: La Tercera

La última polémica que se vivió en la clase política chilena fue a raíz de las donaciones efectuadas por los parlamentarios del Frente Amplio (FA), situación que derivó en las críticas del sector oficialista.

En respuesta, los diputados del FA recordaron a políticos oficialistas el irregular financiamiento de campañas en el pasado.

Lo anterior, deja en evidencia una práctica que se hizo costumbre en la política nacional, buscar el empate y el mal menor, antes de buscar una discusión política con contenido que deje una respuesta clara a la ciudadanía.

“En un sistema presidencial, como lo tiene Chile, cada bloque busca marcar diferencias con los demás. En el país, me parece que estamos al extremo en marcar las diferencias sin capacidad de ver los puntos en común, o de manera más importante, el bien del país en general. Es una de las causas de la crisis de representatividad. La política de empates se relaciona con una política basada en la crítica al otro. La oposición siempre crítica al gobierno por lo que se cae en empate cuando hay cambios de gobierno”, explica Jeanne Simon, académica y analista política de la Universidad de Concepción. 

Por su parte, el analista político de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, señala sobre el tema que “la teoría del empate en la política está dada por la incapacidad de tener mejores argumentos para refutar o debatir lo que se está discutiendo. Es una practica que le hace muy mal a la política, no aporta y, en vez de argumentar o asumir responsabilidad, se transforma en negar un tema y no es eficiente. Hoy día la gente quiere respuestas sobre lo que está pasando, no saber si es mejor o peor en otra época, Los políticos no tienen al ancho suficiente para aclarar de manera convincente lo que se está planteando”.

Cristian Duarte, director del Centro de Estudios Impulsa Bío Bío, comentó que “la banalización de la política y la baja densidad de su discusión pública, se debe en gran parte a la denominada ‘democracia de audiencias’, donde el electorado vota por personas y no por ideas, siendo el sistema un incentivo perverso que motiva a los políticos al abuso del uso de los medios de comunicación y las redes sociales, utilizando un lenguaje que apela a los sentimientos de las personas, a sus miedos y desconfianzas en las instituciones”.

El presidente de Fundación Participa, Daniel Ibáñez, indicó que “esta política del empate responde a la incapacidad de los distintos sectores de hacerse cargo de sus errores o debilidades, endosándole al adversario esta responsabilidad. Es una postura bastante infantil, donde no se asumen responsabilidades políticas. Esta actitud afecta y es parte de lo que ha generado la crisis de representatividad y credibilidad del sistema democrático”.

El abuso de estas prácticas en la política

Analistas políticos profundizan en lo cotidiano que se ha transformado llevar todo el “empate” en la arena de contiendas entre los representantes de la ciudadanía.

Chile, se ha caracterizado por políticos que evaden justificar sus errores y caen en la simpleza de utilizar sus capacidades para buscar los errores de sus adversarios en la política.

Diversas publicaciones sobre el tema llevan a que el abuso del empate en la política trae consigo una falta de confianza en la ciudadanía, donde la persona pasa a evaluar a los políticos señalando que “son todos iguales”.

Esta falta de confianza se ha reflejado con fuerza en las últimas encuestas que reflejaron la crisis de representatividad en la política.

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