Una de las medidas más solicitadas por la población es reducir las dietas en la clase política. Analistas aseguran que sería una buena señal social, ocasionando un efecto de presión en quienes no lo hagan.
Por años una de las críticas más fuertes de la ciudadanía hacia la clase política, en general, han sido los elevados sueldos que perciben por sus funciones, contrarrestando la “vocación” por el servicio público.
En cada crisis, el tema vuelve a la palestra, y ahora surgió con fuerza desde el estallido social, reforzándose aún más con la emergencia sanitaria, ya que muchos políticos han sido emplazados a realizar “gestos” en medio de la pandemia.
Proyectos de reducción de la dieta parlamentaria han terminado exhibiendo las diferencias del oficialismo con la oposición. El ministro Briones solicitó a sus colegas rebajar sus remuneraciones en un 30%, en un mail que generó más polémica que adherentes al interior del gobierno. Diputados UDI también han propuesto eliminar la renta vitalicia de los ex presidentes.
Una medida efectiva fue la anunciada por la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien determinó bajar en un 30% su sueldo debido a la crisis, aunque también propuso “rebajas voluntarias” a otros funcionarios del municipio.
¿Cuál es el verdadero impacto que generan las rebajas de las altas remuneraciones que hoy reciben los representantes de la población?
“No he hecho un cálculo sobre el impacto económico, pero creo que es un buen gesto, en especial en la situación de depresión que ya viene producto del encierro. Veremos mayores esfuerzos en distintos sectores, hay una demanda para bajar las remuneraciones de las autoridades de las universidades. Me parece que se iniciará con iniciativas voluntarias que generarán una presión social a las autoridades más resistentes”, señala la analista política y académica de la Universidad de Concepción, Jeanne Simon.
El analista político de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, comentó que “más allá del impacto real que tenga, tiene un impacto de imagen en la sociedad que es muy potente, por lo que debería ser considerado por las autoridades políticas. Se deberían repetir los gestos que se han dado en otros países, en momentos de crisis se debe mostrar una mayor empatía, esto debería transmitirse, pero siempre termina en nada, espero que en esta oportunidad si existan gestos que demuestren un compromiso real de las autoridades de ajustar sus sueldos acordes a la realidad que estamos viviendo”.
El presidente de la Fundación Participa, Daniel Ibáñez, sostuvo que “se requieren medidas de fondo, que efectivamente regulen los sueldos del Estado, pero esto requiere voluntad política, la cual claramente no existe. De concretarse una rebaja, sería una señal importante y positiva desde la clase política hacia la ciudadanía, de entender de algún modo los reclamos de la calle y así comenzar a empatizar y entender lo brutal de la desigualdad representada en sus dietas”.
Desestiman la rebaja de un 50% en las dietas
La Comisión de Constitución del Senado aprobó en particular la Reforma Constitucional del proyecto que busca rebajar las dietas de parlamentarios y otras autoridades de la administración pública.
El proyecto de ley fue visado por unanimidad y fue despachado para su votación en la Sala del Senado.
Sin embargo, la Comisión de Constitución desestimó la moción de efectuar una rebaja del 50% en las dietas que proponía la Cámara Baja.
Los senadores determinaron que, una vez promulgada la ley, en un plazo de 30 días, el Consejo de Alta Dirección Pública (ADP) fijará el porcentaje de rebaja.
El proyecto implicaría rebajas a sueldos de Presidente, parlamentarios, seremis, intendentes, gobernadores y funcionarios de confianza.