Voces oficialistas, de oposición y analistas entregan su opinión sobre lo que ha sido el “primer tiempo” del Jefe de Estado. Entre los consultados, hubo coincidencias en que el estallido social, iniciado el 18 de octubre del año pasado, marcó un punto inflexión en el trabajo del Ejecutivo.
Hoy se cumplen dos años desde que Sebastián Piñera asumió como Presidente de la República por segunda vez en su vida. El Mandatario llegó a la mitad de su segundo gobierno y recibe las opiniones sobre lo que ha sido su gestión.
El Presidente Piñera afronta la “segunda parte” de su gobierno en medio de la crisis política y social más grande e importante que ha vivido Chile desde el retorno a la democracia, a raíz de un estallido que golpeó fuertemente a La Moneda, que comenzó a registrar históricos números de desaprobación.
Distintos nombres ligados a la política entregan su opinión y evaluación sobre los primeros dos años del gobierno del Presidente Piñera.
“Veo más distante su segundo gobierno. Los dos años han sido complejos, con muchos desafíos. Siento que no ha logrado equilibrar su lado tecnocrático con el contexto político, en especial después del 18/O. El contexto ha cambiado y no ha logrado comunicar bien con la clase media, su electorado. Como consecuencia, no ha podido gobernar de manera proactiva, solo reactiva”, señaló la analista política de la Universidad de Concepción (UdeC), Jeanne Simon.
Por su parte, Cristian Duarte, director del Centro de Estudios Impulsa Bío Bío, comentó sobre la administración del Presidente Piñera que “los ejes de este gobierno fueron más seguridad y mayor crecimiento. Ambas promesas no se cumplieron. El gran error de este gobierno es confundir progreso con desarrollo, descuidando las cifras microeconómicas, privilegiando el discurso macro, lleno de indicadores, pero vacío de relato político. La desconexión del Presidente y su gabinete con la gente refleja un manejo comunicacional errático y nada empático con la población”.
El diputado Jaime Tohá (PS), indicó sobre la gestión de Sebastián Piñera que “el caudal de votos obtenidos se inspiró en el eslogan de que vendrían tiempos mejores. La campaña instaló en la población la sensación del miedo, a perder el empleo, volver a la pobreza, a la delincuencia, a la inmigración, todo esto en el marco de una despiadada crítica al anterior del gobierno. La eficiencia de la gestión sería la base de un crecimiento económico acelerado. Desafortunadamente para la sana práctica democrática de la alternancia en el poder, ninguna de estas promesas se ha hecho realidad. Hoy, el presidente tiene el más bajo respaldo desde la recuperación de la democracia. Hoy, el programa de gobierno no existe”.
Quien también evaluó la gestión del actual gobierno fue el diputado Enrique Van Rysselberghe (UDI), expresando que “lo más razonable es dividir el gobierno de Piñera en dos momentos: antes del 18/O y después de esa fecha. En la primera parte, fue un gobierno que empezó a remontar las malas políticas económicas dejadas por el gobierno de Bachelet. La economía se estaba recuperando y sentaba un norte claro. Luego del 18/O, el gobierno se inmovilizó en un primer instante, pero posterior a ello ha tenido la virtud de canalizar el proceso hacia el plebiscito dentro de los márgenes razonables. Sin embargo, hoy aún persiste un problema de seguridad que no está controlándose con plena efectividad, y que mantiene al país con grados de incertidumbre muy peligrosos para el sistema democrático”.
Otra voz que analizó lo que ha sido el segundo gobierno de Sebastián Piñera hasta la fecha fue la presidenta regional de Evópoli, Victoria Abarzúa.
“No podemos desconocer que son tiempos que nadie esperaba, por lo tanto, es muy complejo evaluar este período como ‘uno más’ en la política en general. Desde Evópoli siempre hemos colaborado con el programa de gobierno, a diferencia de otros partidos, no nos perdemos en eso, estos últimos meses sobre todo, hemos estado enfocados en avanzar en la agenda social y colaborar con el Presidente desde todas las instancias. Todas las instituciones han perdido representatividad, creo que hoy más que nunca, un presidente democráticamente elegido necesita el apoyo de todos los sectores”, sostuvo.
Con 3 millones 796 mil 918 votos, Sebastián Piñera fue elegido por la ciudadanía para dirigir políticamente una vez más los destinos del país. El actual Mandatario obtuvo el 54,57% y superó en segunda vuelta por más de 600 mil votos al senador de Antofagasta, Alejandro Guillier (45,43%). En esa elección, votaron 7 millones 32 mil 878 ciudadanos, representando al 49,02% del electorado.
No obstante, ad portas de cumplir dos años en el cargo, el estallido social afectó la popularidad del Presidente. En la última encuesta CEP, el Jefe de Estado obtuvo un 6% aprobación, la cifra más baja para un Mandatario en la vuelta a la democracia en el país.
El “segundo tiempo” de Sebastián Piñera tendrá como principal tarea revertir estos números y responder a las demandas sociales que volcaron a millones de chilenas y chilenos a las calles. El plebiscito constituyente será un hito clave para que el gobierno determine su estrategia y su plan de acción para la segunda parte de su mandato.
Promesas, avances y violación a los DD. HH
Durante su campaña, apuntó a una serie de iniciativas, las cuales han experimentando algunos leves avances (como se grafica en el cuadro). No obstante, su gestión ha estado marcada por lo acontecido en los últimos meses desde el inicio del denominado estallido social.
Y, en este punto, han sido variadas las entidades internacionales que han apuntado a violación de los Derechos Humanos (DD.HH.) hecho que el Jefe de Estado no ha condenado con la fuerza que se esperaba, lo que le ha valido las principales críticas, así como las iniciativas que ha impulsado para poder contener las movilizaciones que se han multiplicado en las calles.
Ayer, en tanto, la Fundación Ciudadanía Inteligente, a través de su estudio “Del dicho al hecho” situó en un 34% los avances del programa de gobierno. Del total de promesas, el monitoreo señala que 128 tiene un proyecto de ley, 25 están cumplidas en su totalidad y 133 están con un nulo nivel de cumplimiento.
Las institución, además, ponderó los anuncios realizados por La Moneda durante las movilizaciones sociales, incluyendo las cadenas nacionales, discursos y declaraciones emitidas en actividades oficiales. De esta forma, se detectó 51 promesas realizadas, que hasta la primera semana de marzo tenían un nivel de avance total del 64%.