Felipe Kast Sommerhoff se desempeña actualmente como senador por la región de La Araucanía, su trabajo en la Cámara Alta lo tiene integrando las comisiones de Derechos Humanos y de Seguridad Pública, las cuales le han dado bastante trabajo a partir del estallido social en el país.

Kast fue ministro en el primer gobierno de Sebastián Piñera, donde además fue pieza clave en la reconstrucción post 27/F. Dejó su cargo en el gobierno para fundar Evópoli, partido que lo llevó como candidato presidencial y que hoy, a diferencia de los otros conglomerados de Chile Vamos, anunció abiertamente su adhesión al Apruebo para el próximo plebiscito constituyente.

– ¿Qué significa para usted que Evópoli opte por el Apruebo, a diferencia de los otros partidos de Chile Vamos?

– Esta decisión fue tomada en forma democrática al interior del partido. Es una convicción. Al interior de la centroderecha se prefiere la opción del Rechazo, que es una opción legítima, pero que yo no comparto. La democracia no es el problema a lo que vive Chile, sino que es parte de la solución. Estoy convencido de que el proceso constituyente genera una serie de garantías para que ninguna de las partes le pueda poner el pie encima a las otras. Para construir un futuro mejor, y seguir profundizando nuestra democracia, estoy convencido de que la opción Apruebo permite a la ciudadanía debatir una Constitución en democracia, sin riesgos como algunos lo quieren hacer ver, en forma institucional, segura y pacífica.

– ¿Cómo ven el escenario político en la previa del plebiscito, y cómo será el trabajo de Evópoli?

– Vamos a avocarnos mucho a trabajar en contenidos, en proponer una Constitución liberal para Chile. Vamos a tratar en este ambiente polarizado, sembrar unidad nacional, mostrar respeto por quien piensa distinto, y proponer el tipo de Constitución que creemos que Chile necesita.

– En su labor como senador, ¿cómo es trabajar en dos comisiones que hoy en día se ven enfrentadas por lo que sucede en el país?

– Los derechos humanos y la seguridad pública son dos caras de la misma moneda, por lo tanto, nunca pueden estar divorciadas. Hoy día lo que Chile pide a gritos es que dejemos de polarizar el país, que seamos capaces de apoyar a Carabineros, y que al mismo tiempo seamos capaces de condenar cualquier violación a los derechos humanos. Que seamos capaces de apoyar las transformaciones sociales, pero que nunca validemos a los violentistas. Necesitamos dejar de lado a quienes siembran la polarización y el odio en Chile.

– ¿Cómo se debe trabajar con los ciudadanos para que no caigan en las campañas del terror de ambos sectores?

– Por un lado, vemos a sectores de la extrema derecha que dicen que es el comienzo del camino hacia Venezuela, y por otro lado, vemos a la extrema izquierda que dice que la nueva Constitución va a resolver todos los problemas de salud, vivienda y educación. La invitación que hacemos a esos dos extremos es que no le mientan al país. Si gana el Rechazo o el Apruebo Chile va a seguir avanzando.

– ¿Cómo se debe trabajar desde el Senado para que los derechos humanos y la seguridad pública comiencen a trabajar más coordinados?

– Es importante que entendamos que no son elementos que se contraponen, sino que se complementan. Es muy difícil trabajar en la Comisión de Derechos Humanos cuando tienes a alguien como el senador Navarro, es un lacayo del dictador Maduro, presidiendo la comisión. La comisión no ha podido funcionar muy bien porque tenemos alguien que claramente no tiene la legitimidad moral para presidirla, porque es el gran defensor del mayor violador de derechos humanos que existe hoy día en el continente.