Quien fue una de las dirigentas del gobierno de Ollanta Humala, visitó Chile y se refirió a la situación política existente en Lima. Acusó que en esa nación la “banda presidencial” se transformó en un sinónimo de delincuencia.
Nuevamente la corrupción política en Perú se ha tomado las páginas internacionales, esto se debe a que la familia Fujimori ha vuelto a ser noticia.
El expresidente Alberto Fujimori, quien se encuentra condenado por diversos crímenes, tuvo que ser internado debido a problemas respiratorios. En tanto, su hija y quien ha sido su heredera en materia política, Keiko, tuvo que regresar a prisión.
Todo producto a raíz de la corrupción, algo que parece endémico y que tiene en cuestionamiento a todo el sistema político de ese país. Situación que marca un precedente para América Latina, puesto que quienes han ostentando la Casa de Pizarro en los últimos 35 años, se encuentran siendo investigados por hechos ligados a la corrupción.
Aída García es dirigenta del Partido Socialista peruano y fue ministra de la Mujer y Desarrollo Social durante la administración de Ollanta Humala, de la cual terminó decepcionada, puesto que gran parte de las promesas realizadas en el plan de gobierno no se pudieron concretar.
En esta conversación con Diario Concepción analizó las implicancias de la corrupción en el Perú, en los diversos estamentos del país.
– ¿Cómo evalúa la crisis de confianza que existe desde las calles hacia el parlamento peruano?
– El Perú es el tercer país que rechaza la democracia parlamentaria.
– ¿Cuánto influyó la corrupción en esta situación?
– La corrupción en el Perú es de vieja data, es algo estructural que viene desde la Colonia, sin embargo, ahora ha derivado en el inicio de un proceso destituyente que en términos de corrupción afecta a los tres poderes, a las fuerzas armadas, las policías, al nivel universitario, gobiernos locales y regionales. Por eso, nosotros hablamos de un proceso destituyente en el Estado por culpa de la corrupción.
– ¿La corrupción puede afectar este proceso destituyente?
– Estamos en una crisis profunda que ha derivado en un proceso destituyente, en donde la corrupción es el gatillante, ya que es estructural.
– ¿La corrupción está en el gen de la política?
– No, está en el gen de los malos políticos.
– ¿Cómo se analiza en el Perú la situación de los presidentes, puesto que los últimos ex mandatarios se encuentran con procesos judiciales de por medio?
– Nosotros ya estamos hablando de la “banda presidencial” como una banda delincuencial, ya que está vinculada a un ejercicio de la corrupción ilimitada en el país. Si bien Alberto Fujimori está por casos de derechos humanos y por corrupción en su gestión, en el caso de Alejandro Toledo, está preso en EE.UU., y Pedro Pablo Kuczynski, se encuentra con arresto domiciliario. Por su parte, Ollanta Humala y su esposa también enfrentan procesos judiciales, quienes han estado en prisión preventiva y el caso de Alan García, quien prefiere quitarse la vida para eludir un proceso de justicia producto de la corrupción.
– ¿Cómo se siente usted, en su calidad de ex ministra de Humala, al verlo detenido por casos de corrupción?
– No queremos impunidad y estamos a favor del caiga quien caiga, Ollanta Humala generó un gobierno de grandes expectativas con más de 8,5 millones de votos, sin embargo, representó una gran frustración, ya que no cumplió el programa de transformación ni tampoco la hoja de ruta trazada. Esto trajo una desafección de la población hacia la política y eso tiene que asumirlo Ollanta Humala.
– ¿Le hizo un daño Ollanta Humala a la izquierda en el Perú?
– Afectó a la izquierda, el es un militar que venía del sector nacionalista e indudablemente en un primer intento de gobierno de Humala, la izquierda no votó por él y perdió. En 2011, la izquierda y el nacionalismo se unieron en un proyecto que no cumplió ninguna de las expectativas que hicimos. Ahora tenemos que tratar de revertir esa mala imagen que teníamos.
– ¿Cuánto permea la corrupción a los derechos humanos?
– Afecta de manera grave, muchas veces la gente no vincula a la corrupción con derechos humanos. La corrupción en el Perú alcanza entre el 15% y el 20% del presupuesto nacional, impide el desarrollo de las fuerzas del país y con menos corrupción podríamos lograr la construcción de más escuelas, hospitales, seguridad social, mejores pensiones, hablamos de mejorar la calidad de vida de las personas. En tanto, la corrupción afecta a los DD.HH. porque tenemos un modelo que es corrupto, como lo es el neoliberal.
– ¿Hay cifras de lo que se ha dejado de hacer en el Perú a causa de la corrupción?
– No hay cifras de lo que se ha dejado de hacer, pero en el presupuesto nacional, se estima que es el 15% o 20% del presupuesto nacional, si eso lo medimos en términos de educación, actualmente a ellos, se les entrega 3,5% del erario nacional, cuando el acuerdo nacional habla de un 6%, en ese caso podemos hablar que la corrupción permeó en un 2,5% su presupuesto. Este mismo cálculo, se podría hacer en materia de Salud, Infraestructura y otras obras de la política social nacional.