El 18 de octubre marcó la mirada hacia la clase política del país. Desprestigiados transversalmente todos los actores, el estallido potenció la figura de los alcaldes, mientras que los parlamentarios han sufrido grandes críticas.
La clase política en Chile sufrió las consecuencias del estallido social viviendo el desprestigio y la desconfianza de parte de la ciudadanía que hoy no se siente representada por sus autoridades.
¿Hay ganadores y perdedores tras el 18 de octubre? En primera instancia, se podría deducir que toda la arena política se vio perjudicada, sin embargo, los hechos y las acciones desarrolladas en la actual crisis del país han dejado actores mejor parados que otros ante la mirada de los ciudadanos del país.
La Consulta Ciudadana fue el primer mecanismo de participación tras el estallido social.
Con todas las críticas al proceso, más de 2 millones de personas fueron parte de la consulta, hecho que mejoró la opinión de los alcaldes.
“Somos las autoridades más cercanas a la gente y estamos en constante contacto con los vecinos, por lo tanto, tenemos claridad respecto de las carencias y las demandas sociales. Tuvimos mayor empatía con lo que estaba ocurriendo, la cercanía con la gente hace que los alcaldes seamos autoridades políticas más creíbles”, señala Audito Retamal, alcalde de San Pedro de la Paz y Presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades en la Región del Bío Bío.
Su par de Talcahuano, Henry Campos, comenta que “hay una realidad que vemos día a día, son los alcaldes y concejales que ven in situ los problemas sociales. Las municipalidades resuelven los problemas sociales de las personas, generamos las primeras respuestas ante la crisis entendiendo la situación que está viviendo el país. Se nos tildó de populistas, pero actuamos con empatía y sentido común, que creo le faltó a la clase política en general para abordar la crisis”.
Otros actores que sumaron adhesión fueron los partidos políticos tras el Acuerdo por la Paz Social y una nueva Constitución. Sin embargo, con el paso de las semanas las acciones de algunos bandos sembraron dudas sobre el real compromiso con el acuerdo.
El primer impacto negativo de la crisis social la sufrió el gobierno. El Presidente Sebastián Piñera debió hacer un cambio de gabinete que no tuvo el efecto esperado y su aprobación alcanzó la cifra más baja de un Mandatario en democracia.
Con el paso de las semanas, el rol de los congresistas también estuvo en el ojo del huracán. Acusaciones constitucionales, interpelaciones a ministros y poca acción en proyectos que respondan a las demandas ciudadanas son las principales críticas a senadores y diputados.
“Los parlamentarios son junto al gobierno los grandes perdedores. Los parlamentarios han sido incapaces de representar el sentir ciudadano, en muchos casos, han estado ausentes del debate, se han entrampado en la pelea de la política chica, y no han avanzado en instalar el debate de los temas que la calle demanda. Los parlamentarios deben enfocarse en los temas que la ciudadanía demanda”, detalla Daniel Ibáñez, presidente de la Fundación Participa.
Bajo este análisis, el diputado Iván Norambuena, explica que “hemos tenido que asumir un costo político de hechos que se vienen acarreando hace muchos años. No tengo ninguna duda de que en la medida de que el tiempo pase, que logremos dar respuestas más concretas a la ciudadanía, eso podría ir cambiando. El deterioro de la política y las instituciones ha estado centrado en las principales organizaciones del país, pero particularmente, en la actividad política, y esa actividad está representada ante la opinión pública en el Congreso”.
En la Región del Bío Bío, la académica de la Universidad de Concepción, Jeanne Simon, analiza la situación puntualizando que “me parece que ningún político ha ganado en la Región”.
Simon agrega que “en la Región Metropolitana se observan ganadores con los alcaldes que tuvieron presencia mediática. Acá en Bío Bío, no veo que los alcaldes hayan tenido mucha presencia, ni positiva ni negativa”.
Sobre el rol de los parlamentarios de la zona, Simon sostiene que “no se ven liderazgos claros. Tengo la sensación que mantienen un bajo perfil cuando vienen al territorio. Quizás Joanna Pérez ha ganado más presencia. Jacqueline Van Rysselberghe ha tenido presencia, pero en temas nacionales. Llama la atención que Navarro no ha hablado mucho”.