Parlamentarios de la zona consideran que es posible sesionar en febrero si la Cámara lo determina, además, indican que la actual crisis social no se soluciona con proyectos populistas.
El diputado Andrés Celis (RN) ingresó un Proyecto de Ley que modifica la Ley Orgánica del Congreso Nacional y que busca determinar el período de vacaciones de los parlamentarios.
El objetivo de la iniciativa es asegurar el funcionamiento del Congreso y así evitar el habitual receso que se produce en el mes de febrero, debido a la actual crisis social y a los rumores de que el estallido cobre mayor fuerza en marzo.
“Es un proyecto muy populista, todos tenemos derecho a tener vacaciones. No corresponde seguir coartando la posibilidad de descanso de los trabajadores y parlamentarios. Lamento que mi amigo y colega, el diputado Celis, de nuestro partido, haya presentado este proyecto sin haberlo socializado con la bancada, donde la mayoría hemos hecho comentarios diferentes a lo que él plantea. Espero que esto no prospere, porque también en febrero se hacen mantenciones al edificio del Congreso”, declaró el diputado Leonidas Romero (RN).
Por su parte, el parlamentario Gastón Saavedra (PS), se refirió a la iniciativa señalando que “recurrir a medidas extremas en el intento de limpiar imagen o salvar situaciones engorrosas no es lo pertinente. Los parlamentarios somos personas públicas y referentes, que por tanto tenemos que tener las mismas condiciones que el resto de los trabajadores chilenos, tener 15 días de vacaciones es lo justo, lo que corresponde y lo apropiado. Siento que esto no va a prosperar, porque es una medida extrema con un propósito que no corrige las situaciones de hoy”.
Sobre la iniciativa presentada por Celis, el diputado Félix González (PEV) sostuvo que “personalmente, estoy disponible para trabajar todos los días, el año pasado trabajé durante febrero. Lo relevante es que se tramite la agenda social y es perfectamente posible tramitarla durante enero. El problema no son los parlamentarios, sino los más de mil funcionarios de planta, además de asesores que se verían afectados. Creo que el proyecto es inoficioso. Basta que el presidente de la Cámara nos cite y sesionamos”.
El parlamentario Enrique van Rysselberghe (UDI) también se refirió a la propuesta que busca evitar el habitual receso de febrero. El diputado detalló que “si hubiere que legislar en febrero, simplemente hay que hacerlo. La mesa tiene actualmente las atribuciones para citar, lo que debe existir es una muy buena coordinación entre el Ejecutivo, el Senado y la Cámara de Diputados, de modo que una iniciativa como esta tenga real sentido. Los parlamentarios no tenemos horario rígido de trabajo, muchos somos 24/7 los 365 días del año. Estimo que no es necesario hoy legislar sobre la materia”.
Finalmente, la diputada Joanna Pérez (DC) mencionó sobre la moción que “yo no tengo problemas para trabajar en febrero y así lo he manifestado desde que asumí, no sólo desde que se inició el estallido social. Hay complicaciones logísticas para algo así, por el tema de los funcionarios del Congreso, pero ya lo conversamos con el presidente de la Cámara de que, en caso de ser necesario convocarnos, lo harán en cualquier momento, esto, más allá de un proyecto de ley que es bastante populista presentarlo hoy. Es algo que no da para legislar, porque si es necesario funcionar vamos a buscar las condiciones para hacerlo”.
La iniciativa del diputado Andrés Celis, además de luchar con las opiniones de otros parlamentarios, también se dificulta por el escaso tiempo para poder aprobarlo, debido a la alta carga laboral que existe en la Cámara de Diputados para el mes de enero, las que incluyen cuatro interpelaciones y una acusación constitucional, además de los proyectos de ley de la agenda social.
De todas formas, Celis pedirá una audiencia para tratar el tema.