Considerando el juicio político como injusto, que le causa un “profundo dolor” y declarándose inocente, el ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, se defendió ante el Senado de la Acusación Constitucional que le imputa responsabilidad política en violaciones a los derechos humanos durante las movilizaciones sociales.

Quien fuera el encargado de la seguridad pública hasta el pasado 28 de octubre, es acusado por la oposición de no haber adoptado medidas necesarias para detener la “sistemática violación a los derechos humanos durante el estado de emergencia”. La votación de mañana en la sala del Senado definirá el futuro político de Chadwick: de aprobarse cualquiera de los dos capítulos de la acusación, con 23 votos, el histórico militante UDI no podrá ejercer cargos públicos por cinco años.

En su discurso de defensa, Chadwick recordó sus años en el Senado, como parlamentario y como ministro: “Nunca imaginé que en mi última intervención en esa sala sería para dirigirme a ustedes en una acusación constitucional en contra que considero, no solo injusta, sino que, permítanme decirles, me causa un profundo dolor en la esencia de mi ser y en la integridad de mi persona por la materia de la cual trata esa acusación”.

“Con profunda convicción quiero decirles que soy inocente de los cargos que se me formulan en la acusación constitucional. Que soy inocente de los cargos que se me formulan (…) Se me acusa de infringir la Constitución y las leyes o haberlas dejado sin ejecución, deliberadamente. Es decir, con el propósito, la voluntad y al conciencia de dejar éstas sin ejecución. Podrán tener la legítima opinión si lo hice bien, mal o regular, evidente, pero no, jamás he hecho una omisión deliberada que permita que se violen los derechos humanos. Me atrevo a señalar que existe una enorme distancia entre esa evaluación política tan legítima que se puede hacer de mi gestión y las imputaciones que se hacen en mi contra”, afirmó Chadwick.