La creación de un nuevo ministerio que unirá a Vivienda con Bienes Nacionales genera gran incertidumbre en los trabajadores, en temas que van desde lo laboral al impacto en el servicio que se entrega a la ciudadanía.
En su Cuenta Pública de este año el Presidente Sebastián Piñera anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso con el objetivo de crear el nuevo Ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio que, según manifestó en esa oportunidad, apunta a crear mayores niveles de integración social, reducir los campamentos y facilitar el acceso a zonas urbanas.
La iniciativa, que implica fusionar los ministerios de Vivienda y Bienes Nacionales, ya había surgido a fines de su primera administración, pero con la llegada de la presidenta, Michelle Bachelet, la idea finalmente no se concretó. Y, aunque, el proyecto aún no ha ingresado al Congreso, tal como lo confirmó el diputado del Distrito 21 e integrante de la comisión de Vivienda, Iván Norambuena (UDI), todo parece indicar que en esta oportunidad la idea llegará a buen puerto o al menos esa es la intención del Ejecutivo.
En fines de agosto, los trabajadores del ministerio de Vivienda se manifestaron en contra de la medida, en las afueras del edificio del Serviu ubicado a un costado del Gobierno Regional, en calle Prat. Junto con ello han sido visibles los letreros con la leyenda “Que no desaparezca Bienes Nacionales” en las afueras de la repartición.
Ayer el tema tomó una nueva forma con el paro indefinido que iniciaron los trabajadores del Ministerio de Vivienda, por la preocupación que reviste esta fusión desde el punto de vista de la estabilidad laboral y las nuevas definiciones que adoptaría nueva cartera. “Empezamos a inquietarnos porque había muy poca información. Finalmente, la autoridad nos entrega un borrador, sin mucho contenido, que parecía más bien una minuta, donde queda fuera todo lo que tiene que ver con sistema personas y, desde lo técnico, es muy pobre. De hecho, estamos en contra de la fusión, porque no existe ningún diagnóstico. Y surge la necesidad de manifestarnos porque lo más probable es que el proyecto de materialice a fines de octubre”, comentó Paula Quilodrán, presidenta de la Asociación de Trabajadores del Serviu Bío Bío y Ñuble.
La dirigenta dijo que piden el traspaso del 100% de los trabajadores de los ministerios a planta (Vivienda cuenta con cerca de 7 mil 700 trabajadores en Chile y Bienes Nacionales con otros mil) y, agregó, “nos preocupa el impacto que tendrá el diseño de la política pública del ministerio”.
Explicó que “hoy día el sueño de cada persona es la vivienda propia, pero con estas modificaciones, se releva el concepto de integración social, a través de un subsidio que se llama arriendo protegido y eso, en palabras simples, significa que los terrenos que están disponibles para que comités puedan construir, van a ser entregados a un costo muy bajo a los privados y un porcentaje, que no sabemos cuánto, va a ser administrados por las inmobiliarias para privilegiar arriendos”.
Quilodrán dijo que esperan algún pronunciamiento de la cartera de Vivienda de aquí al viernes. Ese día, trabajadores a nivel nacional, se reunirán con el ministro Monckeberg.