Política

Escala tensión entre sector pesquero y Gobierno por jibia y futuro de la merluza

Las críticas se escucharon desde todos los sectores por cómo se está gestionando la regulación de la pesca. El mundo empresarial industrial fue directo en decir que el gobierno no ha manejado a la altura una coyuntura que los obligó a decidir despidos. Los artesanales, en cambio, argumentaron que el arrastre debe ser eliminado para cuidar del medio ambiente. Landes anunció cierre de planta y pérdida de empleos. Trabajadores protestaron fuera del Erede.

Por: Felipe Placencia - Marcelo Castro 29 de Agosto 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Se esperaba un Erede tranquilo, con llamados al diálogo por parte del empresariado y el mundo político, pero todo eso pasó a segundo plano, debido a los coletazos de la Ley de la Jibia y una eventual normativa similar, pero esta vez enfocada en la merluza.

Al ingreso de SurActivo, se encontraban cerca de 200 trabajadores de la pesca industrial manifestado su molestia.

Fue así como en el interior esperaba Juana Silva, por parte de la industria pesquera, y Claudio Villarroel, de Caleta Lo Rojas, representando a los artesanales. La primera le iba a hacer una pregunta al titular de Economía durante el encuentro, mientras que el segundo iba a sostener un encuentro de diez minutos con el ministro. En ambos casos, finalmente, no pasó nada, puesto que tras su alocución Fontaine se retiró raudo hacia el aeropuerto, argumentando que perdía su vuelo. De hecho, ni siquiera recibió las cartas que tenían ambas agrupaciones.

Juana Silva acusó un abandono por parte de La Moneda. “El ministro se retiró y no nos quiso escuchar y tampoco se ha querido reunir con nosotros, y no se nos ha invitado a ninguna reunión. El tema de la merluza nos preocupa, ya que es algo irresponsable y el gobierno no ha sido capaz de ponerse los pantalones en este tema”, enjuició.

Eso sí, el titular de Economía, Juan Andrés Fontaine, hizo sus descargos a la prensa e insistió en que no apoyaron la iniciativa que regula la captura de la Jibia. “Ese fue un proyecto de ley que proviene de una moción parlamentaria. El gobierno expresó su oposición a esa moción y después pusimos discusión inmediata a una postergación en la entrada en vigencia de esa ley, porque consideramos que habían hechos que agudizan el impacto de esa normativa, ya que disminuye la captura de un producto que significó exportaciones que alcanzaron US$ 200 millones y que da empleo a más de 100 mil personas”.

 

La autoridad aclaró que este tipo de regulaciones son de competencias de la Subsecretaría de Pesca y que no deben ser reguladas por leyes que no son flexibles.

Todo esto obligó a que la presidenta de Irade, Patricia Palacios, también entrara en la discusión, afirmando que para este tipo de iniciativas se debió integrar a todos. “En la ley de la Jibia no se escuchó a la partes interesadas y eso está causando, desgraciadamente, serios problemas”, observó.

Arremetida industrial

El presidente de las plantas procesadoras de PacificBlu, Jaime Foreman, encabezaba la manifestación en las afueras del evento empresarial más importante. Manifestó temer efectos similares al de la jibia si la merluza adquiere una ley.

“Nosotros queremos sensibilizar al gobierno, que se pongan los pantalones, ya que hay una moción parlamentaria de los diputados Torres y Sepúlveda (anunciado con antelación por Brito) para eliminar el arrastre en la merluza. Ya nos pasó con la jibia y se fueron 370 compañeros. Todos jefes y jefas de hogar, y no queremos que nos pase lo mismo”, sostuvo el dirigente.

Y, precisamente, la empresa Landes, en una coincidencia o no, confirmó, en medio de estas declaraciones, el cierre de una planta jibiera, anunciando el despido de 232 operadores, impactando de lleno en la pauta de Erede.

“La situación, tal como lo hemos dicho desde hace un año y medio hasta la entrada en vigencia de la ley el 16 de agosto, es crítica, cerrando la planta de forma permanente”, declaró ayer un molesto gerente general de Landes, Andrés Fosk Belan, en sus instalaciones donde se sentía la incertidumbre.

Aseguró que es el mayor problema que han enfrentado desde el terremoto y tsunami. Sobre reconvertirse y adecuarse a las necesidades, respondió que “ no es viable”, calificando las peticiones del sector artesanal y del apoyo de parlamentarios como de “chacota”.

Precisamente, la merluza para Landes significa hoy el 5% de sus operaciones, algo menor, pero que de igual forma les choca. “Es otro golpe más y refleja hacia donde quiere ir todo esto (…), el mundo artesanal no entrega trabajo formal, no paga impuestos y son los responsables de la pesca ilegal (…), sencillamente el populismo nos tiene tomado el país ”, lamentó Fosk.

Cabe recordar que la semana pasada el gerente general de PacificBlu, Marcel Moenne, también advirtió las futuras consecuencias para su compañía, que cuenta con la flota de captura más importante del país para la captura de este recurso. “Ahora, si no nos dejan pescar merluza, la otra mitad de la empresa, con los empleos que quedan, se termina”. Y remató: “Sin la merluza se acaba el partido”.

Es por ello que Asipes ayer no participó del Erede 2019. Fuentes cercanos indicaron que la molestia es mayúscula al interior de sus filas.

Uno de los motivos es que no habrían sido invitados a una reunión liderada por el ministro Fontaine con los gremios productivos del Bío Bío durante este martes.

“Al igual que en la Ley de la Jibia, los diputados presentan un proyecto sin fondo técnico, que suplanta las atribuciones de otro poder del Estado y que favorece en exclusiva al sector artesanal”, criticó la gerenta de Asuntos Públicos de Asipes, Verónica Ceballos, en la misma tarde.

Fue así como la senadora Jacqueline van Rysselberghe ( UDI) reprobó, en medio del Erede, que los intentos por regular la merluza tal como la jibia “son de un populismo gigantesco y capricho ideológico de la izquierda. En todas partes del mundo se pesca a través del arrastre. Lo que hay que cuidar es que la biomasa esté estable. Llamaría a todas las partes a ser responsables y que todos los actores del mundo de la pesca pueden convivir”.

A la vez que el intendente Sergio Giacaman adelantó que ya se está trabajando en una mesa con los actores involucrados.

El ministro Fontaine profundizó en ello, precisando en que se está trabajando en soluciones para los desvinculados. “Hay una mesa que está avanzando para determinar algunas compensaciones para los trabajadores que son afectados. Hay que tener leyes y políticas públicas que expanden los empleos. La ley de la Jibia fue un error y es mala. Desgraciadamente, tenemos que trabajar con ella”.

La expectativa artesanal

Desde el otro lado de la vereda, el sector pesquero artesanal están conformes y expectantes. Consideran que eliminar el arrastre obedece a una tendencia mundial de conservación de especies, justo cuando los efectos del hombre y el cambio climático se debaten en la opinión pública.

La eliminación del arrastre en las pesquerías es fundamental para cuidar los ecosistemas marinos y nosotros estamos apuntando y apoyando todo lo que siga en esa línea”, razonó a Diario Concepción, el presidente de Condepp, Hernán Cortés.

Respecto de la pérdida del empleo, precisó que “si bien es cierto, es un tema que igual preocupa que alguien pierda su trabajo, no hay que olvidar todos los puestos que se han perdido durante estos 20 años”, aseverando que quitando el arrastre se verán fortalecidas las Pymes y el consumo interno de la venta directa a la ciudadanía.

En tanto, el presidente de la Ferepa Bío Bío, Hugo Arancibia, subrayó que una normativa que regule la merluza es muy esperada por su sector. “En el caso del empleo y lo que ocurrió en Erede es absolutamente claro que la industria reaccionaría así”.

Agregó que “preservar el medio ambiente es fundamental. Para ello se requiere de hacer e incorporar en la Ley un plazo definido de uno o dos años para la entrada en vigencia de esta una vez que sea ley. Igualmente, crear un sistema de incentivo al retiro voluntario y de una buena plataforma social para la gente que pueda perder su empleo”.

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