El proceso de cambios que vivieron las universidades chilenas en los 60 también se sintió en la U. de Concepción. El contexto político de la época y las movilizaciones estudiantiles lograron configurar una nueva estructura de autoridad que permitió una mayor participación de la comunidad universitaria y una formación más amplia del alumnado.
Isabel Charlin Reyes
La Universidad de Concepción no estuvo ajena al proceso de Reforma Universitaria que vivió el país en los 60.
Tres hechos caracterizaron este proceso en la casa de estudios: la presencia hegemónica de la masonería en el cuerpo académico docente y en el equipo directivo, algo que en cierta forma adelantó algunos cambios; la presencia del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) -opositor a la Reforma-, cuyos precursores se forjaron en las aulas penquistas y cuya influencia entre el estudiantado de la época se plasmó en el liderazgo de la Federación de Estudiantes entre 1967 y 1972; y el primer rectorado de David Stitchkin (1956-1962), período durante el cual se impulsaron transformaciones que más tarde se plasmaron en la Reforma de 1968.
Fue en este período, por ejemplo, cuando se produjo una importante reorganización académica, estableciendo 10 institutos como eje de la estructura académica, reemplazando de esta forma a las facultades. Esto, con el fin de institucionalizar la investigación científica y desarrollar una labor de extensión cultural.
Durante el rectorado posterior de Ignacio González Ginouvés (1962-1968) se revirtieron estos cambios, mas no la efervescencia del estudiantado y el aumento de la influencia del MIR entre los alumnos, la cual no fue bien ponderada por las autoridades académicas.
Durante el segundo período de David Stitchkin (marzo-diciembre 1968), se retomaron las transformaciones. Se constituyó una Comisión de Reforma, y en virtud de esta se creó un Consejo Superior que reemplazó al Consejo Universitario y al Directorio; un Consejo de Asuntos Estudiantiles y un Consejo de Difusión Universitaria.
Y lo más significativo: se dio paso a la primera elección de rector con la participación de todos los estudiantes, la cual tuvo una ponderación del 25% para integrarlos a los totales emitidos por el Claustro Pleno.
El 4 de enero de 1969 asumió como nuevo rector de la UdeC Edgardo Enríquez Frodden, y como vicerrector el profesor Galo Gómez Oyarzún.
Ambos se habían impuesto en la elección el 27 de diciembre de 1968. Según el académico y Doctor en Historia, Danny Monsálvez, el hecho no era menor, pues Enríquez se convertía en el primer rector exalumno de la casa de estudios, y además, ambos habían sido elegidos en votación de los tres estamentos universitarios.
“El proceso reformista tuvo varios aspectos a considerar, uno de ellos fue la disputa ideológica, política y cultural entre los grupos que convivían al interior de la universidad (…) Como todo proceso histórico, la reforma en la U. de Concepción tuvo elementos de continuidad y cambio. Uno de aquellos dice relación con las movilizaciones estudiantiles que se habían desarrollado desde los años cuarenta en adelante, cuando en reiteradas ocasiones plantearon mayores niveles y espacios de participación, así como la democratización de la Universidad”, planteó Monsálvez.
Previo al proceso reformista del año 1968 y en medio del contexto de la Guerra Fría, agregó, “los estudiantes cuestionaban el sistema de dominio imperante, en el ambiente político y universitario existía consenso que la Universidad necesitaba cambios, además se veía a esta como una isla dentro de la sociedad y las inquietudes estudiantiles se mezclaban con las aspiraciones de cambio social que impulsaba la izquierda, y en menor medida, la DC (…) Todo este proceso de demandas y movilizaciones desde los años cuarenta en adelante fueron sentando las bases para lo que sería en 1968 la Reforma Universitaria en la tercera universidad más importante del país”.