A su juicio, ese razonamiento implicaría escrutar por qué cada recurso del Estado va donde va y no se dirige a la primera infancia.
C. Said (La Tercera)
Tal como informaba ayer este medio, la ministra de Educación Marcela Cubillos dio un portazo, al menos por el momento, a la posibilidad de extender los plazos para terminar las carreras bajo el régimen de gratuidad, afirmando que el Gobierno priorizará la educación preescolar. Una decisión que podría hipotecar el futuro de 27 mil alumnos que perdieron la gratuidad por reprobar uno o más ramos y que, además, implicaría pérdidas millonarias para las universidades.
En la sesión realizada en el ex Congreso Nacional y finalizada el jueves, el Consejo de Rectores decidió agotar todas las instancias existentes para revertir la postura del gobierno y así extender la gratuidad, bajo el argumento de que se está generando un enorme problema social y que el diseño defectuoso del beneficio podría generar graves problemas financieros a las casas de estudio.
Los rectores de la Universidad Austral, Óscar Galindo (quien además es presidente de las ues. públicas no estatales del Cruch, G9); la Universidad de Talca, Álvaro Rojas; y la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, se sumaron a los cuestionamientos a la decisión del Ejecutivo. Dicen no estar de acuerdo con la dicotomía que plantea la ministra, pues a su juicio el extender la gratuidad, también, impacta en la calidad.
El presidente de las universidades estatales (Cruch) y rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, advierte que de no resolver este déficit “habría que decirles a los jóvenes que verán deteriorada la calidad de la educación, porque hay que ser consecuentes: si el objetivo es que haya una educación superior de buena calidad, no creo que el camino sea quitar el presupuesto y dejar un déficit”.
El presidente de las universidades públicas no estatales del Cruch (G9), Óscar Galindo, considera “un error enfocar de esa manera la política pública. Todos los niveles educacionales requieren apoyo. No se puede poner a las universidades, que son un patrimonio del país, en contra, supuestamente, de ampliar el acceso a la educación preescolar. Somos partidarios de que se amplíe el acceso de los preescolares, pero estas restricciones a las universidades también afectan la inclusión”.
En tanto, el rector de la U. de Talca, Álvaro Rojas, hace notar que los alumnos atrasados “están terminando carreras de Ingeniería, Medicina u Odontología y son profesionales necesarios. No por esto debieran dejar sus estudios”.
“Se podría revisar la agenda de gastos prescindibles que tienen los gobiernos. Si vamos a escrutar por qué cada recurso del Estado va donde va y no se dirige a la primera infancia, sería un camino muy peligroso para quien ejecute las políticas públicas”, dice.