Política

Una radiografía al mapa político de la Confech en Bío Bío

Los representantes estudiantiles analizan críticamente el desempeño del sector, en un año marcado por el impulso autoconvocado que marginó a las clásicas federaciones.

Por: Javier Cisterna 20 de Noviembre 2018
Fotografía: Infografía Confech

2018 no fue el año de las federaciones. Tampoco el de la Confech. Lejos de la notoriedad de 2011, tiempo en que se levantaron figuras estudiantiles que aún perduran en primera línea política, el semestre pasado la orgánica palpitó en mera condición de espectador el alzamiento de mujeres autoconvocadas en todo Chile.

Un síntoma de los tiempos o una advertencia que pone sobre aviso al sector: urge actualizar la estructura y prestar atención a la emergencia de nuevas demandas, ya que, si algo se encargaron de dejar en claro las feministas organizadas, fue que nunca la educación no sexista figuró en el tope de los pliegos petitorios. Eso hasta la explosión de hace algunos meses.

Los actores estudiantiles del Bío Bío coinciden y creen que el análisis pasa por ambas afirmaciones, aunque reconocen encontrarse en período de reacondicionamiento.

En efecto, casi la totalidad de las federaciones tradicionales de la zona completaron su último proceso eleccionario, con lo que la mirada comienza a fijarse para 2019. Ello de la mano del necesario cálculo de siglas, ecuación que en la Región inclina la balanza hacia la izquierda, pero con una importante irrupción independiente y una sorpresiva arremetida de la derecha.

El tablero

Con la separación definitiva de Ñuble, el panorama Bío Bío de articulación confederativa activa, quedó definido por cinco universidades tradicionales y una privada. En cuanto a vocerías, una de las tres correspondientes al zonal sur de la Confech (del Maule a Magallanes) se adjudicó a la UdeC campus penquista, con lo que la FEC, además de retornar a la representación macrorregional, vuelve a la mesa ejecutiva nacional.

Claudia Maldonado, militante UNE, explica que la responsabilidad se extenderá al menos hasta octubre del próximo año, momento en que ya no se encontrará en la FEC. La federación UdeC es la única que renueva rostros en marzo.

En cuanto a los principales objetivos de cara al futuro, Maldonado pone énfasis en el vínculo territorial para revitalizar los espacios. “Lo que viene es enfrentar el desafío de articularnos con los estudiantes como también con las comunidades. Creo que ese fue uno de los puntos más débiles a nivel nacional de las federaciones. El cómo lograrlo es una gran pregunta, pero confiamos en la colaboración permanente”. 

Otra federación que prepara sus últimas acciones es la que encabeza el RD y ex vocero Confech Mario Tapia, de la USM, que en diciembre debiera vivir comicios. Consultado por lo que se viene, el estudiante reflexiona a partir del ordenamiento de los nichos políticos y la necesidad de asimilar varias experiencias, entre ellas “el cambio generacional de los estudiantes, la sensación de lejanía con 2011 y la nueva lógica de organización que propuso la ola feminista”.

Las restantes tres federaciones cambiaron de timón este semestre. La última en hacerlo fue la Feubb, de la UBB, que luego de tres años de vacancia contará con una directiva oficial. El proyecto federativo, afirman los adeptos, es transversal. Conviven independientes, afinidades de derecha y militantes hasta de RD y el PC Acción Proletaria. Javier Valenzuela (ind.), presidente, explica: “La juventud está desencantada de la política, de los partidos y sus conflictos. Desde la transversalidad esperamos volver a ser actores en las grandes discusiones”.

La UdeC campus Los Ángeles también será liderada por una independiente. Belén Cid, recientemente electa, propone una federación involucrada en los temas que le competen y siempre con el compromiso de mantenerse ajena a los partidos. “Un desafío importante es hacer que la comunidad universitaria tenga conocimiento y sea partícipe de las contingencias (…). Mientras sea presidenta, no quiero ser partícipe de ninguna colectividad”.

La Ucsc albergará en 2019 la única federación liderada por un presidente de derecha —que derrotó en primera vuelta listas del Frente Amplio y la ex Nueva Mayoría—. En la mesa también conviven independientes y miembros del movimiento evangélico Águilas. “Creo que trabajar con las otras federaciones es un tema de voluntades. Se puede dar. Los estudiantes están aburridos de la política tradicional. Lo mejor sería hacer un trabajo sin partidos detrás”, sentencia Mario Valdebenito, militante de RN.

Universidades privadas: en la senda de la politización y la autonomía

En la zona, la única casa de estudios privada con activa presencia en la Confech es la Universidad de las Américas. Su presidente es Andrés Galindo, militante socialista, quien recalca que al interior de la federación solo él mantiene filiación política.

En cuanto a los principales desafíos de los planteles particulares fundados con posterioridad a 1981, Galindo destaca el fortalecimiento estructural. “Hay que politizar un poco más y darle más identidad a los estudiantes. No necesariamente con un partido, pero sí con ideales. También disminuir la influencia de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, que muchas veces interfiere en la organización”.

La Unab penquista también cuenta con federación, al igual que la USS, que justamente atraviesa un proceso de renovación. Una lista de convergencia de izquierda (FA y partidos) y dos autocalificadas de “apolíticas” disputan la representación estamental.

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