Concentración evangélica, números azules de Kast, irrupción de la ultra derecha en universidades y la operación del MSP en Coronel, Los Ángeles y Concepción. ¿Es acaso Bío Bío la región más sensible en Chile al fenómeno neo fascista de Jair Bolsonaro?
“¡El MSP (Movimiento Social Patriota) ya llegó! Comunismo 100 millones de muertos”, se leía en un costado del Foro de la Universidad de Concepción el pasado miércoles. Frente a él, un llamado: “Únete al MSP”. Pasos más adelante, en los alrededores de Plaza Perú, nuevos rayados anticomunistas y otro que acusaba de pedofilia al Movilh completaban la primera intervención del grupo en las calles penquistas.
Los social patriotas se hicieron conocidos en la capital en febrero, cuando bajo la consigna “pedófilo muerto, problema resuelto” colgaron maniquíes en el “Puente de los Candados” de Providencia. La acción aglutinó críticas transversales por la violencia expresada en el cuadro, pero nada ocurrió al margen de ello. No era primera vez que colectivos extremistas acusaban algún tipo de organización.
El escenario cambió meses después, en pleno auge de las movilizaciones feministas. Desnudando el que sería de ahí en adelante uno de sus objetivos predilectos, militantes del MSP repudiaron el movimiento pro despenalización del aborto y actuaron durante la marcha por la Alameda del 25 de julio, pintando calles y vertiendo vísceras de animal. “Contra las asesinas radicales, patriotas radicales”, publicó en redes sociales un vocero que se adjudicó los hechos.
En dicha jornada tres manifestantes resultaron apuñaladas por desconocidos. Las mujeres reportaron que los autores del ataque eran los mismos individuos encapuchados que minutos antes habían encendido barricadas. Los social patriotas negaron participación, aunque reconocieron estar detrás de las fogatas.
Ese es el relato del colectivo que hoy avisa su llegada a Concepción, el mismo que enarbola banderas contra el “caos migratorio” y la destrucción de la “familia procreadora”. Pero la existencia del MSP en la Región no es novedad, al menos en dos comunas de la zona. En contacto con Diario Concepción, la dirección nacional del grupo confirmó los rumores que daban cuenta de su instalación en Coronel y Los Ángeles, con alrededor de 30 adherentes en total. La facción penquista, “una avanzada de doce personas comprometidas con una cuota mensual”, se oficializará la próxima semana luego de una reunión en Santiago, dijeron.
Al ser consultados por el fenómeno del candidato Jair Bolsonaro, tildado de neo fascista y aún así primera mayoría en las pasadas elecciones presidenciales de Brasil —segunda vuelta el 28 de octubre—, el social patriotismo confesó profundas coincidencias con propuestas como la aplicación de la pena de muerte y el rechazo a las políticas en favor de minorías sexuales. En su condición de nacionalistas, no obstante, fustigaron lo que sería un plan de gobierno liberalizante en pos de la “economía globalitaria”.
El MSP apuesta por ser partido político en el corto plazo y competir en las elecciones generales de 2021 en nuestro país. Actualmente acumula cinco documentos de orientación ideológica y trabaja en la construcción de estatutos.
El 21 y 22 de noviembre José Antonio Kast, ex aspirante a La Moneda y líder de Acción Republicana (AR), aterrizará en el Bío Bío para recorrer la Provincia de Arauco. Miembros del movimiento de Kast dicen estar expectantes, ya que se trataría de la primera salida a regiones tras la visita que le realizará en Brasil a Jair Bolsonaro, por lo que podría llegar a la zona empapado de un batacazo presidencial sin precedentes y del que sin duda se siente parte.
Kast y Bolsonaro tienen una historia de sincronía política e intercambio de apoyos. No por nada el ex UDI saludó efusivamente su victoria del 8 de octubre, la que calificó como un “triunfo de la libertad” y “derrota de la izquierda que dejó el país en ruinas”. En ese contexto, la próxima gira a Brasil aparece en el momento preciso. Y la posterior escala al Bío Bío, también.
Marcela Weber, coordinadora regional de Acción Republicana, confía en que un tercio de los cien mil militantes que AR espera reclutar durante 2019 provengan del perímetro de influencia del Bío Bío, y el antecedente de la primera vuelta del año pasado la llama a ser optimista.
Lota y Coronel, con un 20% y 19% respectivamente, fueron las comunas tras Cabo de Hornos donde José Antonio Kast registró el mejor desempeño electoral a nivel país, por lo que en la ingeniería del cálculo voto a voto la cuenca del carbón se vuelve estratégica.
—De todas maneras hay un amplio espacio para crecer en la Región y en todo el país. Si tú lo piensas, no es algo tan elaborado las ideas que estamos transmitiendo. Es sentido común, tal como Bolsonaro. Es lo que la gente quiere. Él lo que busca es el respeto a la familia, el no a la identidad de género, achicar el Estado, que es lo que todos queremos, lo digo como Acción Republicana —opina Weber, quien se confiesa desencantada del gobierno de Sebastián Piñera por permitir la tramitación de la Ley de Identidad de Género.
Con toda seguridad, en Lota y Coronel, las comunas que presentan el mayor crecimiento sostenido de población evangélica en el Gran Concepción, hay muchos otros decepcionados que ven cómo la denominada agenda valórica toma fuerza en medio de una administración de derecha; la misma que en tiempos de campaña no trepidó en vestirse con ropajes conservadores.
El último censo que preguntó por preferencias religiosas (2002), develó que tanto en Lota como Coronel más de la mitad de los habitantes se declara evangélico (51% y 52%). En la Provincia de Arauco en tanto, el avance llega al 57% en el caso de las comunas de Los Álamos y Curanilahue. A la luz de los números, todo indica que el cauce político de este nuevo ciudadano, cristiano y natural de las ciudades más pobres de Chile, comienza a estar tutelado por el creciente “kastismo”.
Acción Republicana contabiliza 300 miembros activos en la Región y ejecuta dos sesiones mensuales.
“Crezcamos Juntos” es el nombre de la comunidad y la lista que apuesta obtener la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Feucsc), tras dos años de gobierno de las Juventudes Comunistas. Cercanos al movimiento aseguran que existen buenas perspectivas de cara a las elecciones de fin de mes, particularmente por la irrupción de una carta frenteamplista que obligará a disputar los sufragios de la izquierda con la ex Nueva Mayoría.
El grupo se compone esencialmente de base creyente que participa del movimiento evangelístico Águilas de Jesús, aunque para la arremetida federativa se han adherido militantes de Renovación Nacional.
Gastón Elgueda es muestra del sincretismo político y religioso. Encargado de Águilas en la Ucsc y miembro de la Juventud RN, defiende la vocación pública del mundo evangélico en razón del mal empleo de los recursos destinados a las actividades universitarias.
—Nosotros vemos un trabajo que nos representa, no una ideología compartida entre un partido y Águilas. Nosotros creemos como cristianos que somos integrales y podemos trabajar en cualquier área —remarca el candidato a secretario general por la Feucsc, quien insiste en un supuesto carácter apolítico de la opción “Crezcamos Juntos”.
Mirando a Brasil, Elgueda prefiere la cautela, pese a no esconder lo que llama una legítima preocupación de la gente por los temas de familia. —No comparto lo que ha dicho Bolsonaro, se ha mostrado racista y homofóbico. Yo veo que Brasil toma esta decisión por el panorama de corrupción. Al ver eso, es la opción que queda. El menos malo, así lo veo. Pero esto va a seguir. Muchos de los que se suponía iban a representar nuestros valores no lo hicieron, por eso los evangélicos hoy están en el mundo social, después de que por muchos años ni siquiera salían a votar.
Rosemarie Aránguiz es su par de Águilas de Jesús en la Universidad de Concepción, casa de estudios que vio nacer al colectivo en 2001. De entrada, la estudiante de Obstetricia y Puericultura que este año postuló a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la UdeC (FEC), clarifica que no está con Bolsonaro.
—Yo felicito que la iglesia cristiana se manifieste, pero no estoy de acuerdo con las posturas de este candidato en muchas cosas. No puedo estar de acuerdo con alguien que promueve la tortura, la pena de muerte, que denigra a las mujeres. Para mí Bolsonaro no es un referente.
Sin embargo, a la hora de encontrar una respuesta para el apoyo masivo que le entrega el pueblo evangélico en Brasil, la encargada mira los severos casos de corrupción y al cierre sistemático de los espacios destinados a la iglesia que, acusa, los gobiernos de izquierda han propiciado.
Desde el ángulo más personal, Rosemarie también observa un fenómeno que se repite en el país, con una masa confesional que vota y se sabe influyente en un marco de escasa participación. —En la universidad, por ejemplo, hay buenos espacios de representación, hay recursos, pero estamos cansados de que no se inviertan en la gente —cierra la dirigente, que sin signo político de por medio se siente interpretada por la derecha social.
El trabajo actual de las Águilas de Jesús en las universidades no es novedad. En la UdeC lograron por primera vez la presidencia de la FEC en 2005, de la mano de Héctor Muñoz. Repitieron en 2007, con Omar Núñez —en 2006 Muñoz ocupó la vicepresidencia—. En 2008 apoyaron al Movimiento Gremial (proclive a la UDI), representado por José Piña, y en 2009 hicieron lo propio con Francisco Rodríguez, de RN.
Su último impulso federativo en la zona se dio en 2014, con el respaldo brindado a la presidenta de federación de la Universidad Técnica Federico Santa María, la RN Yanina Contreras.
Centro Republicano Universitario (CRU) es el nombre de la agrupación que en la UdeC sucedió a Centro Derecha Universitaria (CDU), entidad cercana a RN que cuenta con presencia en distintas casas de estudio en el país. Diferencias ideológicas, particularmente en temas valóricos, aceleraron el quiebre de la célula Concepción con la directiva nacional en junio.
CRU se declara patriota y pro familia —o más bien contrario al aborto y la Ley de Identidad de Género—. En cuanto a migración, uno de los temas que despierta mayor sensibilidad, dicen no estar de acuerdo con su estatus de derecho humano.
—Chile no tiene por qué estar preparado para que venga gente a no respetar las leyes, no tiene por qué hacerse cargo de problemas que vienen de afuera. Lo ideal es poder ayudar, pero no es nuestra obligación. La migración está rompiendo nuestra coyuntura cultural y se están dejando de lado las prioridades nacionales. Puede sonar poco solidario, pero es racional —puntualiza Ricardo Canales, estudiante de Ingeniería Civil de Minas UdeC y coordinador de CRU.
Respecto a la dimensión patriótica, precisa que lo descifran como el rescate de los valores identitarios, tal cual Jair Bolsonaro en Brasil.
—Nosotros sentimos simpatía por Bolsonaro, no lo vamos a negar, porque es un candidato que defiende los valores republicanos y reivindica la historia de su país. Es patriota, es honesto. Se opone al movimiento Lgtbi, al adoctrinamiento de los niños, al aborto, no transa con los delincuentes. Es un referente a nivel regional y mundial —agrega, dejando en claro una arista que no deja de llamar la atención: —No nos queremos meter en política partidista, pero también tenemos coincidencias con José Antonio Kast, aunque más con Bolsonaro.
Centro Republicano Universitario se trazó la meta de ingresar este próximo año a la Universidad San Sebastián, Federico Santa María y Andrés Bello.
José Antonio Kast no fue el único que celebró el triunfo de Jair Bolsonaro. El senador RN y otrora precandidato presidencial de Chile Vamos, Manuel José Ossandón, también hizo lo propio a través de redes sociales, donde escribió: “Dos grandes noticias e Brasil. El candidato por la seguridad y los valores, Jair Bolsonaro, arrasó y la ex Presidenta e ícono de la corrupción, Dilma Rousseff, no fue electa senadora”.
En el Bío Bío el “ossandonismo” se llama Francesca Muñoz, diputada por RN y cuarta mayoría entre sus pares del Distrito 20 (Provincia de Concepción menos Lota). Muñoz es emblema del recalamiento evangélico en el Congreso. Asimismo, junto a su esposo, el ex líder estudiantil UdeC y actual concejal de RN por Concepción Héctor Muñoz, fundaron el movimiento Águilas de Jesús.
La unión para muchos es vista como la máxima expresión del evangelismo juvenil transformado en representación política efectiva.
—En mayor profundidad no conozco la historia de Brasil. Para mí Bolsonaro no es un referente, por sus dichos racistas y xenófobos. Son dichos bien desafortunados. Pero sí yo valoro su lucha anticurrupción, la de defensa a la vida, a la familia y todo lo que va en contra a la ideología de género. En eso sí hay coincidencia. Hay diferencias y coincidencias, quiero aclararlo — subraya Francesca.
Su esposo, el concejal Muñoz, apunta en la misma dirección. —No puede ser un referente. Es cosa de mirar cómo expresa la misognia, la xenofobia, el racismo. Respecto a la postura del mundo evangélico en Brasil, yo he hablado con algunas personas de allá y dicen que el fenómeno del apoyo a Bolsonaro se dio porque en Latinoamérica la izquierda ha cortado las libertades religiosas. A esa tendencia el mundo evangélico ha reaccionado. Eso llevó, en consecuencia, a votar por el menos malo.
—Eso es lo que sucedió en Chile, por ejemplo, en Lota y Coronel, donde José Antonio Kast sacó el 20% de los votos. Dos comunas de izquierda dura, pero estaba el tema de la familia. Eso pasa en Chile y América Latina —suma el ex Águilas de Jesús, que pone en duda un calco chileno del fenómeno Bolsonaro pero pide poner atención a las señales de progresiva polarización.
Compañero de Francesca Muñoz en el partido, distrito y la denominada “bancada evangélica” del Congreso, Leonidas Romero se ha acostumbrado a polemizar.
El diputado de RN es un férreo defensor de la denominada agenda valórica y, como tal, ganó titulares por llamar “Daniel Vega” a la actriz transgénero nacional Daniela Vega. Junto al rechazo, no obstante, sus declaraciones le valieron el apoyo de diversas organizaciones de definición pro familia. Una de ellas fue la ONG Padres Objetores, cuya filial Concepción es coordinada por Ricardo Canales, el mismo encargado del Centro Republicano Universitario (CRU)
En calidad de ex alcalde de Coronel, Romero ha transformado la comuna en su bastión. Pese a registrar una baja votación regional, el impulso de Francesca Muñoz y el 20% en las urnas coronelinas lo llevaron al Congreso. Por ello, desde la experiencia, mira el avance evangélico con buenos ojos políticos.
—A mí me parece muy bien lo de Bolsonaro, ya he felicitado al mundo cristiano y brasileño en general por este cambio, porque la corrupción hay que pararla. Hoy la región y nuestro país no es la excepción, así que yo confío en el representante del mundo cristiano, que dice las cosas de frente. Incluso algunos parlamentarios cristianos critican y dicen que es confrontacional. No, yo creo que está bien que le diga al pan pan y al vino vino. Que apoye los temas valóricos, que vaya de frente contra las leyes aberrantes que se están aprobando en nuestro país y países vecinos. Espero en Dios que Bolsonaro sea el Presidente de los brasileños.
—¿Y espera que se levante un Bolsonaro en Chile, pese a que se lo ha catalogado de fascista?
—A diferencia de otras opiniones, yo no quiero dividir nada. Normalmente a los seres humanos nos gusta escuchar lo que queremos escuchar, aunque sea mentira. Es bueno que se sepa desde hoy lo que mañana va a hacer el Presidente. Aquí dimos un paso y espero que cuando Bolsonaro gane nosotros copiemos y mañana tengamos un Presidente cristiano en Chile.