En la antesala de la lectura del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el otrora canciller Heraldo Muñoz comenta con Diario Concepción la historia reciente de Chile y Bolivia
Heraldo Muñoz conoce bien la demanda boliviana que se resolverá este lunes, cuando la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya pronuncie su resolución final.
En condición de canciller (2014- 2018) de Michelle Bachelet, encabezó las tareas de la fase escrita y oral de proceso, además del recurso de jurisdicción presentado por Chile conocido como las excepciones preliminares.
Por lo anterior, recalca que la presentación del gobierno de Evo Morales versa sobre una posible obligación de negociar un acceso soberano al mar y, en ningún caso, respecto a cesión de territorio. Ello pese a lo que califica como un constante zigzagueo de la argumentación del país vecino.
— ¿Cómo definiría el ambiente en estas horas previas al fallo?
— Miro el fallo con serenidad y con el conocimiento de que se ha hecho una defensa sólida, con muy buenos argumentos, y que no está en riesgo la soberanía territorial de nuestro país. La decisión de la corte sobre la objeción preliminar fue muy clara. Estableció, en primer lugar, que este caso no es sobre un supuesto derecho de acceso soberano al mar por parte de Bolivia. Segundo, dijo que este caso es sobre una supuesta obligación de negociar, que hay que demostrar. Tercero, que no está en juego ni se toca el Tratado de 1904, que estableció de manera perpetua los límites entre los dos países. Y cuarto, dijo que en caso de que existiese una obligación de negociar, no le corresponde a la corte determinar su resultado. Depende de la voluntad de las partes, Chile y Bolivia. Por lo tanto, no hay riesgo de que Chile pierda territorio como resultado de esta sentencia. Eso hay que descartarlo. Y Chile no va a estar disponible para algo así tampoco, porque nosotros respetamos los tratados.
— ¿Se analizan escenarios de lo que sería una victoria o una derrota?
— Yo creo que lo que hay que pensar es lo siguiente: Bolivia, lo que pretendió con esta demanda, es una transferencia de territorio soberano. Así está establecido en la memoria de Bolivia y, si el resultado de la sentencia no es una transferencia de territorio soberano, será una derrota para Evo Morales. Y segundo, como él mismo ha dicho recientemente, que muy pronto flameará la bandera boliviana en costas del Pacífico, si eso no ocurre como resultado del fallo, evidentemente será una derrota del gobierno boliviano.
— ¿Bolivia ha cambiado su argumentación?
— Así es. Ha habido una posición zigzagueante del gobierno y del equipo boliviano. Partieron diciendo que lo que querían era transferencia de soberanía territorial de Chile y eso está escrito. Luego, durante los alegatos de la objeción preliminar, cambiaron su postura cuando el juez Hisashi Owada les pregunta cuál es la definición de soberanía que ellos hacen. La definición está bien clara en la memoria boliviana, es transferencia de soberanía territorial, y ahí empezaron a decir que podía ser una zona especial o un acuerdo práctico. Entonces, en qué quedamos. Cambiaron de opinión solamente para que la corte pusiese o más bien tomase jurisdicción sobre el caso. Y ahora están cambiando nuevamente, después de las ofensas, diciendo que hay una parte del gobierno que quiere derrocar a Evo Morales y luego llamando al diálogo.
— ¿Cree que Evo Morales se prepara para recibir un fallo adverso, como dijo el canciller Ampuero?
— Yo creo que ellos han creado, y particularmente Evo Morales, expectativas muy altas respecto al resultado. Y probablemente va a tener que explicar que, en el mejor de los casos, lo que la corte va a decir es “sí, siéntense a negociar” y Chile siempre ha estado dispuesto a conversar con Bolivia, incluso a negociar, siempre y cuando sea en el marco del Tratado de 1904 que estableció las fronteras de manera perpetua entre los dos países. De modo que para Chile que la corte diga “siéntense a conversar” no representa ningún desafío, porque ya lo hemos hecho en el pasado y hemos estado disponibles. Y cada vez que eso ha sucedido, las negociaciones o las conversaciones se han caído por el lado de Bolivia, porque no ha habido piso político. Incluso los ofrecimientos que Chile ha hecho —que nunca han implicado cesión de soberanía— para negociar el acceso que Bolivia ya tiene al mar, han fracasado porque Bolivia no tiene condiciones políticas internas. Esa es la clave al final.
— En Chile se repiten las críticas a un Evo Morales candidato a la Presidencia.
— Tratar de ofender a Chile y crear una animadversión hacia nuestro país, tiene una lógica de política doméstica de alguien que quiere reelegirse.
— ¿Cree que se matiza la resolución de la CIJ por la situación interna de Bolivia?
— La corte no toma en cuenta esos aspectos. La corte valora la dimensión jurídica, los argumentos jurídicos, y por cierto siempre hay una sensibilidad política, no hay ningún tribunal en el mundo que no tenga una dimensión política en sus decisiones. Por eso es que nosotros también hemos argumentado, cuando Bolivia se presenta como víctima y clama por justicia, bueno, y qué pasa con la justicia que hay que tener con los chilenos que viven en los territorios que Bolivia aspiraría a tener. En la franja que Bolivia siempre ha aspirado tener, al norte de Arica, hay gente, no es un territorio baldío.
— Chile no niega que haya existido conversaciones en el pasado, sino más bien se rehúsa a la existencia actual de una supuesta obligación pendiente.
— Exactamente. Y una obligación tiene que ser una obligación jurídica y el país tiene que estar al tanto de que se está obligando. Una conversación diplomática, sentarse a la mesa, hacer ofrecimientos y recibirlos también, es parte de la diplomacia. Porque si fuese el caso que por sentarse a la mesa se genera una obligación, nadie se sentaría a conversar con otros países. Se acabaría la diplomacia. Y además esas obligaciones no pueden ser eternas, tienen que nacer en algún momento y tienen que terminar en algún momento.
— ¿Cree que el lunes hay que entrar en la disputa comunicacional con Evo Morales?
— Por cierto. Evo Morales por supuesto que va a tratar de interpretar cualquier resultado de la corte como una victoria, porque su futuro político está en juego, de modo que creo que hay que tener por parte nuestra una adecuada interpretación comunicacional para que la gente entienda que aquí no está en juego la soberanía.
— ¿Ve posible un escenario intermedio, en donde la corte no delimite una eventual negociación, pero sí invite a las partes a conversar?
— Eso es posible, pero sería especular y eso no es bueno.
— ¿Y es bueno discutir sobre la permanencia en el Pacto de Bogotá?
— Yo tengo una posición, pero creo que no es oportuno hablar hoy sobre si estar o no en el pacto es correcto. Creo que inmediatamente tampoco, pero son discusiones que se pueden dar en un país democrático.