Ayer se realizó la devolución de los últimos edificios que se mantenían en estado de toma al interior de la universidad.
Desde el jueves en la noche las estudiantes autoconvocadas de la Universidad de Concepción comenzaron la entrega progresiva de espacios tomados. Ayer, las movilizadas culminaron el proceso de devolución, lo que desde la dirección superior de la casa de estudios fue altamente valorado y sindicado como punto final del conflicto.
Por más de dos meses alumnas de distintas facultades desarrollaron diversas acciones de protesta en el marco de la demanda nacional por una educación no sexista y con enfoque de género. En el plantel penquista, este movimiento contó con diferentes escenarios de diálogo que, aunque con quiebres momentáneos, culminó este viernes con la sesión de las unidades académicas.
Según confirmó la Rectoría UdeC a través de una declaración de prensa, el fin del desencuentro estuvo marcado por el establecimiento -como principal punto de acuerdo- de la conformación de una mesa de trabajo que comenzará a sesionar la semana del 23 de julio.
Dicha instancia continuará abordando las peticiones del estamento y estará conformada por representantes de Rectoría y las mujeres autoconvocadas.
“El término del conflicto estudiantil muestra el resultado del intenso trabajo realizado por la Dirección de Equidad de Género y Diversidad, y las reuniones sostenidas entre las representantes de Rectoría y las mujeres autoconvocadas. Si bien la mesa de negociación se había visto suspendida, durante esta semana se mantuvo un diálogo constante entre las autoridades universitarias y las estudiantes movilizadas”, indicó el rector universitario Carlos Saavedra.
El jueves se devolvieron las dependencias de los departamentos de Artes Plásticas y Administración Pública y Ciencia Política, además de la Facultad de Ciencias Forestales y el edificio de Antropología y Periodismo.
Ayer en tanto, se hizo entrega de las Facultades de Arquitectura y Urbanismo, Medicina, Humanidades y Arte, Educación y Ciencias Sociales.
La casa de estudios subrayó que, en general, los espacios fueron recibidos en buenas condiciones y sin daños.
“Como Rectoría nos satisface que las estudiantes hayan valorado nuestro compromiso y seriedad con los que hemos abordado las demandas de fondo. Ahora corresponde continuar trabajando en conjunto por una universidad donde todas y todos podamos relacionarnos en un espacio libre de acoso, violencia de género o discriminación”, cerró Saavedra.