Descentralización: Los tímidos pasos en dos administraciones de gobierno
La elección directa de los consejeros regionales y los futuros gobernadores, así como el paulatino traspaso de competencias de Santiago a los territorios, son algunos de los avances que, no obstante, aún no se concretan al cien por ciento.
“Bío Bío liderará el nuevo traspaso de competencia de poder a las regiones”.
La frase anterior, corresponde al titular de portada de la edición 514 de Diario Concepción.
Fue el 17 de octubre de 2009 y, en la oportunidad, nuestro medio destacó, dentro de la agenda que el día anterior la Presidenta Michelle Bachelet cumplió en la Región, la ceremonia efectuada en el Salón Mural del edificio de Gobierno Regional, donde se promulgó la reforma constitucional que, entre otras cosas, estableció un paulatino traspaso de competencia desde Santiago a regiones y la elección directa de consejeros regionales (cores).
“Gobierno reconoce que esta zona es la mejor preparada del país para la evaluación de capacidades que impone la nueva ley y que antecede al traspaso de importantes atribuciones desde el nivel central”, agregó el Diario en su portada. Lo anterior, se consolidaría luego que Bío Bío, junto a las regiones de Antofagasta y Los Ríos, fuera nombrada pilotos para la implementación del traspaso de competencias en materia de desarrollo productivo (un tema que, a la fecha, se encuentra en pausa con la asunción de la nueva administración Piñera).
La promulgación de la reforma constitucional a la Ley 20.390 de Gobierno Regionales fue el inicio de un largo proceso que, a la fecha, aún no se ha completado.
De hecho, tuvieron que pasar dos gobiernos en total para que se produjeran los primeros avances reales en materia de descentralización. Incluso, poco antes del término de la segunda administración Bachelet, se agregó la elección de gobernadores regionales, cuyos primeros comicios se efectuarán en 2021 (la Ley Orgánica Constitucional, que regula la elección de cores, se aprobó durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera).
Sin embargo, el mencionado paso de Bachelet por la Región del Bío Bío, uno de los últimos antes de dejar el cargo en su primera administración, fue particularmente llamativo desde el punto de vista de las grandes reformas políticas que se producirían en los siguientes años. En esa oportunidad, la entonces Jefa de Estado ya hacía el llamado para dejar atrás el sistema binominal.
“Si hemos establecido la elección directa de los alcaldes, concejales y ahora de consejeros regionales, qué puede impedirnos entonces, que ahora abordemos el cambio de la verdadera camisa de fuerza que es el sistema electoral vigente para elegir a los parlamentarios”, dijo Bachelet. El cambio se produciría años más tarde, a poco andar su segunda administración. Lo encabezaría el ministro, Rodrigo Peñailillo (PPD), hijo del Bío Bío, que saldría del gabinete bajo la polémica.
Elección de cores
El viernes 7 de junio de 2013, en compañía del entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, y del ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, el Presidente Sebastián Piñera promulgó la “esperada Ley de Elección Directa de los Consejeros Regionales”.
La iniciativa dio pie a la primera elección universal de las autoridades que, hasta entonces, eran elegidos vía votación secreta por los concejales electos.
Sin embargo, para que esa elección fuera posible, el 17 de noviembre de 2013 debió pasar mucha agua bajo el puente. Un año antes la discusión se centraba en la nula preocupación del gobierno de turno por promover la elección. ¿Qué faltaba? La Ley Orgánica Constitucional que debía estar lista a mediados de 2012.
Lo anterior no ocurrió y, tal como fue registrado el 13 de diciembre de 2012, el Congreso debió aprobar un proyecto de ley para “prorrogar” el mandato de los cores en ejercicio por un año.
“Por fin, el Congreso entendió que hay que fortalecer a las regiones (…). Esto es un avance significativo en democracia y participación”, dijo el entonces diputado por Talcahuano y Hualpén, Cristián Campos.
“Estoy a favor del proyecto que prorroga el mandato de los actuales consejeros, pero no hay duda que existen temas pendientes vinculados a la regionalización”, comentaba el senador UDI de la Circunscripción Cordillera, Víctor Pérez.
Finalmente, la primera elección directa de cores se realizó el 17 de noviembre de 2013 y de la antigua composición de 20 consejeros, sólo resultaron electos cinco: Javier Ávila de RN; Juan López y Mario Morales, ambos de PS; y Patricio Pinilla y Eduardo Muñoz, militantes de la DC.
A partir de la elección directa, el Consejo Regional del Bío Bío está compuesto por 28 representantes.
Por cierto, las críticas de la Asociación Nacional de Consejeros Regionales (Ancore) no terminaron con la elección directa, pues durante los cuatro años siguientes, ejercieron sin tener claridad respecto a cuáles serían sus reales atribuciones, pues recién al término de la segunda administración Bachelet, se aprobó el proyecto de Fortalecimiento de las Regiones (o de traspaso de competencias) que implicará importantes cambios en las funciones de los cores y en el sistema de votación. En el último punto, las autoridades regionales dejarán de pronunciarse por iniciativas individuales y lo harán por glosas presupuestarias.
La legislación, cabe precisar, aún no entra en régimen, así como la instalación de tres nuevas divisiones en el Gobierno Regional (una de ellas, Comité de Desarrollo Productivo, fue anunciada como piloto).
Junto con lo anterior, la futura elección de gobernadores regionales no solo terminará con la figura del intendente, sino también creará dos nuevas autoridades, la elegida por los ciudadanos y la designada por el Presidente (a) de la República.
Nuevo jefe regional
Ya en octubre de 2009, con la promulgación de la Reforma Constitucional que establecía la elección directa de los consejeros regionales (cores) asomaban las primeras dudas sobre la “dualidad intendente y presidente”. Ello, pues hasta antes del sufragio universal de cores, era el intendente el que ejercía la función de timonel del Consejo. No obstante, todo ello cambió con la posibilidad de que los representantes políticos eligieran al presidente de entre sus pares electos.
En ese mismo marco, la discusión que aún está abierta y que amenaza con convertirse en centro de discusiones políticas tiene que ver con la figura del delegado presidencial regional.
¿Quién será el verdadero “jefe” de la región, el futuro delegado o el gobernador electo por votación popular? Es una interrogante que sigue dando vueltas. Lo cierto es que el gobernador regional será el encargado de presidir el Core y estar a la cabeza del Gobierno Regional donde se crearán tres nuevas divisiones: Desarrollo Productivo, Conectividad y Transporte, y Desarrollo Social. Las instancias se sumarán a las tres ya existentes (Planificación, Finanzas y Análisis de Gestión).
Todo debería estar listo para la primera elección de gobernadores regionales en 2021.