La renuncia de históricos dirigentes: ¿Estamos en presencia de una nueva forma de política?

29 de Abril 2018 | Publicado por: Ángel Rogel
Fotografía: Andrés Oreña P.

La renuncia de Soledad Alvear a la DC y su idea de formar un nuevo referente, reabre el debate sobre el futuro de la política tradicional.

En enero de 2007, diferencias insalvables con el senador Guido Girardi (PPD), a quien acusaba de entregar información falsa al Servicio Electoral (Sevel) referida a gastos de campaña, impulsaron al también senador, Fernando Flores, a renunciar al PPD. En esa causa fue apoyado por otro destacado militante de la colectividad, el ex diputado, Esteban Valenzuela.

Al poco tiempo, junto a Jorge Schaulsohn, fundaron Chile Primero.

Ese mismo año, el fallecido senador Adolfo Zaldívar, es expulsado el de la DC, por votar en contra de una partida presupuestaria para el Transantiago, pese al acuerdo que existía entre los partidos de gobierno. Un grupo adherente al congresista, todos integrantes de los colorines, lo siguieron. Renunciaron a la Falange y se pusieron en campaña para poder inscribir y oficializar al Partido Regionalistas de los Independientes (PRI).

Quizás, ambos casos, junto con el del senador de Bío Bío, Alejandro Navarro, quien renunció al PS en 2008 y formó el MAS un año después, marcan el inicio de una tendencia que en los últimos años, post dictadura, se ha instalado en el mundo político, la renuncia de históricos militantes a los partidos tradicionales y la posterior fundación de colectividades y movimientos más afines a sus postulados.

Por cierto, se dan casos como los de Felipe Kast y Andrés Velasco, que siendo independientes jamás se sintieron identificados con los partidos que eran parte de los conglomerados que los habían cobijado. Así, fundaron Evópoli y Ciudadanos, respectivamente.

Y el tema vuelve al tapete con la renuncia de Soledad Alvear a la DC. La ex senadora, de hecho, tras su dimisión a la colectividad no descartó la creación de un movimiento o fundación desde la cual seguir trabajando en política.

La atomización de los partidos tradicionales y la creación de nuevos referentes, según algunos consultados, es un tema que ha llegado para quedarse, al menos, por un buen tiempo.

Nueva relación

El senador, Alejandro Navarro, comentó que ya en 2009 adelantaba este escenario. “Hay una nueva relación entre la ciudadanía y la intermediación de los tradicionales partidos políticos con la ciudadanía. Esa relación ha sido sustituida, en parte, por los medios de comunicación y la nueva era digital. Los ciudadanos cada vez más requieren menos de los partidos para poder interpretar sus voluntades y poder alzar sus demandas”, comentó.

En este proceso de cambios tienen que morir lo viejo, dijo, para dar paso al surgimiento de nuevos movimientos. Es “un camino de subsistencia”, comentó Navarro.

“Se tiene que redefinir como la sociedad se va a relacionar con el poder y yo veo con preocupación que la atomización es un camino que tiene muchas complejidades. Después de 10 años, apelo a la unidad más amplia. El proceso de fragmentación tiene que dar paso a un proceso de reunificación, sobre principios, valores y proyectos político sociales”, dijo el congresista, quien aseguró que la mejor muestra de ello fue el trabajo de Chile Vamos para lograr la elección del Presidente Sebastián Piñera.

A propósito de la reciente renuncia de Soledad Alvear, comentó que la DC tardó mucho tiempo en darse cuenta que el centro político estaba en disputa. “Me parece legítima su opción de crear un nuevo referente. Creo, va a estar más a la derecha que la propia DC”, opinó.

El fin del binominal

El diputado del Distrito 20, Félix González (PEV), dijo que el actual proceso se relaciona con el término del antiguo sistema electoral

“El sistema binominal que dejó diseñado Jaime Guzmán y su equipo generó un impacto impresionante desde el punto de vista del experimento político. Generó que grupos, movimientos y partidos que pensaban distintos se juntaran. Con el término del binominal eso se acaba. Por eso cuando Camilo Escalona dice que tiene que haber una especie de dos trincheras, es nostalgia del binominalismo”, manifestó el diputado ecologista.

Una opinión similar planteó Daniel Ibáñez, presidente de Fundación Participa.

“El cambio del sistema electoral puso fin a la lógica binominal de dos grandes coaliciones, lo cual ciertamente abrió espacio para la irrupción de nuevos partidos y movimientos”, sostuvo.

En opinión de Ibáñez, “estamos asistiendo al fin de un ciclo político que trae consigo la desintegración, y en algunos casos el fin, de los partidos políticos tradicionales en la forma que los conocemos”.

Para el presidente de la Fundación Participa “los partidos tradicionales están viviendo una importante crisis. Un ejemplo de ello es lo que está viviendo el PPD, que siendo uno de los partidos tradicionales más jóvenes, hoy vive una profunda crisis de identidad y de representación, por lo que de no entender el nuevo ciclo político, terminara desintegrándose al poco andar”.

Ibáñez comentó que los partidos políticos tradicionales, deben comprender que estamos frente al inicio de una nueva época, donde la inmediatez es fundamental y donde la ciudadanía se identifica con causas más que por una definición ideológica.

“Las estructuras tradicionales de los partidos han quedado obsoletas, y deben dar paso a estructuras y formas de relacionarse más flexibles y cercanas a la gente, y donde la transparencia y la coherencia política se vuelven activos fundamentales para dar proyección a cualquier proyecto político”, comentó el presidente de la Fundación Participa.

El diputado González comentó que el sistema binominal obligaba a determinados partidos a “tragar a otros sin masticarlos”. En la actualidad, los matrimonios por conveniencia son cada vez menos, dijo el ecologista, pues cada partido a empezado a sincerar sus opiniones en torno a los más variados temas.

Cambio en el debate

Hace unas semanas, el diputado del PS, Jaime Tohá, comentaba que si bien nunca había sido diputado, conocía el trabajo al interior de la Cámara, y por ello, percibía un cambio interesante.

“Cuando un parlamentario pide la palabra hoy, uno no está seguro de lo que va a decir, antes sí. Eso, creo, abre una perspectiva interesante a partir de esa gran reforma de la Presidenta Bachelet que fue modificar el sistema binominal y que ha permitido que muchos movimientos políticos hayan tenido la oportunidad de llegar al Parlamento”, manifestaba Tohá.

Félix González reforzó esa idea. “Hay diputados que tienen cierta autonomía que, quizás, no la perciben. Alejandra Sepúlveda, Jaime Mulet (ambos de la Federación Regionalista Verde), René Saffirio o Pepe Auth votan lo que quieren. En Frente Amplio hay fraternidad, pero también votamos de manera independiente. Eso ha generado una incomodidad en quienes estaban muy acostumbrados a lo binominal. No creo que sea bueno para el país las trincheras y en este nuevo escenario, lo que tiene que ocurrir es que sean los programas y las causas las que ordenen el quehacer  de  los parlamentarios”.

Luis Toledo, director ejecutivo de la fundación Chile Democrático, agregó que no hay que olvidar que “la inscripción de militantes en partidos políticos ha ido a la baja y ello es transversal”.

“Dentro de los partidos políticos tradicionales debería generarse una apertura, y algunos de ellos así lo están haciendo, generar más movimientos internos. Es decir, obviamente hay un gran partido y todos sus militantes se identifican con él, pero también es importante mostrar las divisiones internas, porque pueden ser positivas (…). De partida, no todos somos iguales. El movimiento de José Antonio Kast, por ejemplo, todos lo ven como un movimiento de extrema derecha, pero al interior de él, también hay movimientos muy marcados como los pinochetistas y los evangélicos”, manifestó.

“Los movimientos buscan representar situaciones, no poblaciones”

Raphael Sierra P.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis Toledo, director ejecutivo de la fundación Chile Democrático, comentó que actual escenario, con renuncias de históricos militantes de los partidos tradicionales  y el surgimiento de nuevas colectividades y movimientos políticos, era esperable.

“Hace años dijimos que esto iba a pasar. Tiene que ver con la percepción que tiene la ciudadanía hacia los partidos, de falta de transparencia. Eso genera desconfianza. Faltan niveles de democracia interna, transparentar lo que se hace al interior de las colectividades”, comentó Toledo.

Administrador público de profesión, Toledo sostuvo que “lo que nosotros estamos viendo es que hay conflictos con cuotas de poder. Cuando X líder está mucho tiempo en un partido político, sin lograr sus objetivos y ve pasar distintas presidencias que no le son afín, no le cabe seguir esperando. Muchos de los casos que se han conocido, se tratan de políticos avezados que bordean los 40 o 50 años. Eso explica que se descuelguen”.

Toledo dijo que la fundación que representa cree que está situación seguirá ocurriendo y apunta un tema que va más allá de una ideología política determinada.

“Se están creando movimientos políticos por situaciones, para representar situaciones, no poblaciones. Cuando un militante se descuelga de un partido político, busca representar una situación X que le importante a un sector, no a la totalidad de la población”, manifestó el administrador público.

Dijo, además, que los partidos siempre han tenido una estructura rígida, piramidal, con la que las nuevas generaciones no se sienten identificadas.

“Cuando tú sales de un partido político, para formar un movimiento u otro partido, lo importante es que trascienda en el tiempo. Digo esto, porque el objetivo del grupo deber ser mayor que el líder lo crea, porque lo que hemos visto hasta ahora, que el líder crea el movimiento, pero también lo mata, como lo que ha ocurrido con el senador Alejandro Navarro, por ejemplo”, dijo Toledo, agregando que será el desafío de los movimientos nacientes.