El único senador del FA cuestionó la labor de “Tercera Cámara” del Tribunal Constitucional.
Una ajustada agenda completó ayer en Concepción el único representante del Frente Amplio en el Senado, el militante de Revolución Democrática (RD) Juan Ignacio Latorre.
Reuniones con académicos y actores educacionales fueron parte de las actividades del legislador por Valparaíso en la zona, aunque el énfasis estuvo puesto en su apoyo a la campaña de la lista “Contigo la FEC cambia”, carta de RD en la disputa por la federación de la UdeC.
“Es propio de la autonomía de los espacios estudiantiles. Ciertamente, hay muchas cosas que mejorar, pero miramos con optimismo el proceso de diálogo político dentro del Frente Amplio”, indicó Latorre, cercano al “Tercerismo” del partido, respecto al hecho de que su coalición compita dividida en las elecciones de la FEC.
– ¿El Frente Amplio debe construir mínimos? El congreso político de este año sería clave para eso.
– Absolutamente. Nosotros logramos parar en pocos meses un programa de gobierno, con listas y una candidatura común. Eso fue al calor de una campaña electoral. El programa es una hoja de ruta, pero no una biblia. El congreso político de este año es importante para darnos una estructura. Es distinto parar una coalición en tiempo electoral que en tiempo no electoral, cuando además eres oposición. Hay muchas cosas que pulir, los mínimos, también.
– En ese proceso de debate, ¿se conversará sobre acercamientos políticos con otras fuerzas como la Nueva Mayoría?
– La Nueva Mayoría se terminó como coalición política, la DC opera por su cuenta, presidentes de partidos, como el del PR, han dicho que ya no existe. Eso se terminó y hay una reflexión de todos los partidos políticos por el rol de la centro izquierda en el siglo XXI. Qué proyecto ofrece al país. Acá no estamos por una suma de siglas, estamos por el proyecto.
– ¿Proyecta el conglomerado las municipales?
– Son muy relevantes. Entendemos que es el sustento territorial de cualquier proyecto a más a largo plazo, tener muchas alcaldías, también concejales. Sabemos que hay una disputa electoral de la centro izquierda. Dentro de su fragmentación, si la derecha va unida, puede obtener grandes réditos. Hay que mirar estratégicamente el escenario electoral de aquí a 2020.
Como un “golpe muy duro” calificó el senador Latorre la determinación del Tribunal Constitucional (TC), que ayer declaró al margen de la ley la prohibición de lucrar por parte de los controladores de instituciones de educación superior.
– El Frente Amplio tildó de retroceso el fallo del TC.
– Estamos dolidos con este fallo, que echa al bolsillo más de 10 años de movilizaciones, donde uno de los temas fue dejar fuera al lucro de la educación en Chile. Después de mucho debate en el parlamento, llega un TC, un espacio absolutamente antidemocrático, hoy dominado por la derecha, y le abre la puerta al lucro. Un ejemplo es lo que sucede con el Grupo Laureate, donde, además, hubo una operación política-económica de Pilar Armanet, ex colaboradora del primer gobierno de Bachelet y PPD. No fue la UDI, fue una militante del PPD defendiendo intereses privados.
– El oficialismo bajó el perfil y dijo que la prohibición de lucrar se mantiene.
– No es un tema menor. Si bien, hoy hay un grupo económico internacional que cotiza en la bolsa, como el Grupo Laureate, le abres la puerta a cualquier inversionista privado con fines de lucro, es decir, a empresas que inviertan en educación con lógica de negocios para retirar utilidades. Se ha usado la institucionalidad chilena para jugar en favor de intereses privados.
– ¿El TC está jugando un rol político?
– El profesor Atria lo ha denunciado con claridad: el TC, en el diseño de Jaime Guzmán, es uno de los enclaves autoritarios para defender el modelo, funciona como una “Tercera Cámara” que revisa todo lo que se aprueba en el Congreso democráticamente, por tanto, es un espacio antidemocrático. No decimos que no deba existir el TC, en todos los países del mundo hay uno, el tema es que en Chile tiene atribuciones que exceden al parlamento.