La única parlamentaria de la bancada de la Democracia Cristiana analizó lo que serán sus próximos cuatro años en el Congreso, a donde llegó tras una reclamación en el Servel.

Después de varios periodos como secretaria ejecutiva del Consejo Regional del Bío Bío y una fallida postulación previa a la Cámara Baja, Joanna Pérez dio un salto importante en su carrera política en las últimas elecciones parlamentarias: fue electa diputada, cargo que asumió el pasado 11 de marzo, transformándose en la única  mujer de la bancada DC de la cámara, compuesta además por 13 camaradas.

Casada con el consejero nacional de la DC, Marco Hernández, madre de dos hijas, estudió Administración Pública en la UdeC, de donde egresó el 2000. Y si bien no tuvo una participación política visible en sus años en la universidad, sí demostró inquietudes gremiales. De hecho, ayudó a que se formara el primer Colegio de Administradores Públicos en Bío Bío.  Más tarde, ingresaría a la DC, donde, de la mano de su esposo, se acercaría al sector de los Sabag.

Su desembargo en el Congreso no  fue fácil,  puesto que después del primer conteo de votos, el cupo lo obtenía la gremialista María Carolina Ríos. Pero tras una reclamación al Servel y al Tricel, por 200 votos de diferencia, la falangista se quedó con la quinta representación del Distrito 21. Y como para agregar aún más suspenso, se atrasó y fue la última parlamentaria en llegar a jurar al hemiciclo.

En su primera entrevista como diputada en ejercicio con Diario Concepción, Joanna Pérez, adelantó lo que será su trabajo parlamentario, dentro de un partido que entró en crisis tras una dura derrota en las elecciones de noviembre pasado.

 

-¿Cómo se siente al ser la única diputada de la bancada de la DC?

– Siempre he trabajado con puros hombres. Cuando llegué al Core, por ejemplo, así que estoy acostumbrada. Somos una bancada bastante afiatada, en donde hemos podido llegar a acuerdos para participar como corresponde, además se trata de un espacio fraterno y ameno. Nosotros las mujeres debemos incorporar nuevas sensibilidades sociales en materias como fiscalización, apoyando las necesidades reales de la gente.

-¿Cómo y en qué posición ve a la Democracia Cristiana tras las elecciones?

-La DC pese a tener más votos que el Partido Socialista, obtuvo menos representación, eso es un dato de la causa. Lamentablemente nosotros fuimos solos y no nos preparamos de buena manera para llenar todos los espacios. Mi distrito es un ejemplo de eso, puesto que deberíamos haber llevado seis cupos, pero llevamos tres.  A la DC le faltó trabajar con tiempo y de forma estratégica, ya que siempre esperó llegar a un acuerdo.

-¿Influyó está situación en la forma que llegó al Congreso?

-Por supuesto. Competimos solo y la UDI tenía a alguien ejercicio, lo que ayudó a que el gremialismo obtuviera una cantidad alta de votos. A pesar de esto, pude superarla en 200 votos y logré revertir la elección, en donde me dieron por perdedora. Pero dos instancias me dieron la razón.

-¿Qué futuro tienen la Nueva Mayoría y la DC en la Región? Parece que tras la elección hubiera desaparecido.

-Está claro que el pasado 11 de marzo la Nueva Mayoría expiró, y hoy la Democracia Cristiana se encuentra en un proceso de reflexión. Estamos en libertad para conversar con quien nosotros queramos. Para nadie es un misterio que nuestro partido no quería una alianza tan a la izquierda. Ahora, ofrecemos los énfasis que nosotros estimamos pertinentes para un mejor país.

-¿Quiénes son los líderes del partido en la Región?

-Tenemos varias figuras en el partido, al momento de pedir la renovación podemos mencionar a Nicolás Hauri, nuestro presidente regional, tenemos mujeres como las consejeras regionales Teresa Stark e Ivonne Rivas, y yo también me pongo a disposición de mi partido para articular un trabajo en la Región. Aquí necesitamos un liderazgo importante en las provincias, para evitar el centralismo que existe en Concepción . Nosotros nos estamos reordenando tras la derrota. Trabajaremos por recuperar nuestra identidad y poder responderles a las personas que confiaron en nuestro proyecto político

-Tras la elección de noviembre, la DC acordó ser una oposición conciliadora. ¿Usted va a utilizar la experiencia que logró en el Core, en materia de acuerdos?

– En la Junta Nacional de nuestro partido se acordó ser oposición, pero una oposición constructiva, democrática y fiscalizadora, y eso es necesario hoy día. La política de los acuerdos siempre ha sido buena en el país, ha permitido lograr grandes avances en diferentes materias. Cuando uno conversaba las cosas y ponía a las personas delante, pero ahora, las discusiones políticas van por delante y eso no interesa. La gente quiere mejores pensiones, mayor seguridad, etc. Quienes nos votaron deben sentir que nosotros nos preocupamos de ellos.

-¿Qué rol va a jugar usted como la única diputada de la Democracia Cristiana?

-Será algo más conservador, protegeremos la familia tal como lo dije en mi campaña, pero también dije, que respeto los temas de diversidad. Públicamente se conoce mi postura y hay materias en que yo respetaré la democracia y las mayorías. Veremos todo proyecto a proyecto, trataré de participar en todo lo que me sea posible.

-¿Usted está de acuerdo con el aborto en tres causales?

-No estaba a favor.

-Usted integra la comisión de Desarrollo Social, Superación de la Pobreza y Planificación a la que llegará parte del proyecto de separación del Sename ¿Cómo ve el proyecto que planteó el Ejecutivo?

-Creo que es necesario en avanzar en la separación del organismo, y nadie debe estar ajeno de esta realidad, por lo que todos los sectores nos debemos poner de acuerdo en temas de adopción y que brindan un bienestar a los menores en el día de mañana.

-¿Por qué escogió a Rina Oñate como jefa de gabinete, teniendo en cuenta los cuestionamientos que ella tuvo cuando fue directora del Sename?

-Ella es una persona que tiene una vasta carrera política, fue directora del Sernam. Créame que el Sename no es un servicio fácil y ella estuvo cuatro años. A mí me gustaría ver a todas las personas que la criticaron, desempeñar ese cargo, otra cosa es con guitarra.