En el caso de la Reforma Tributaria, durante el primer año del nuevo gobierno, la discusión entre Sebastián Piñera y el Congreso se centrará en una rebaja al tributo de las empresas. En cuanto a la Reforma Laboral, el eje será que los ajustes se zanjen por ley.

El recientemente nombrado ministro de Hacienda del próximo gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Larraín, sugirió a fines de enero el cambio a la actual Reforma Tributaria, una de sus prioridades para este nuevo período presidencial. El economista asumió el compromiso de bajar la tasa del impuesto de Primera Categoría y acercarlo al 25% que se paga en países OCDE. De concretarse, esta medida beneficiaría a las empresas que operan en Chile, quienes son las afectadas por el impuesto mencionado.

Otro ajuste que está contemplado en el plan de gobierno de Piñera, es el de la Reforma Laboral. La intención es buscar una fórmula jurídica para regular los grupos negociadores en línea con la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), que declaró inconstitucional el monopolio sindical, y la revisión de la controvertida figura de los servicios mínimos en caso de huelga, consignó Pulso.

Sin embargo, a partir del 11 de marzo, el nuevo gobierno se enfrentará a un parlamento segmentado, en donde la oposición buscará mantener el legado de las reformas de Michelle Bachelet.

Respecto a la Reforma Tributaria, Carlos Montes (PS), presidente de la Comisión de Hacienda y uno de los candidatos opositores para presidir la Cámara Alta durante el próximo gobierno, sostuvo que “el 83% de las empresas están pagando una tasa de 25%, el resto recién va a pagar 27% este año. Si lo que se quiere es bajar los impuestos a las grandes empresas y a los sectores de mayores ingresos, va a ser difícil que cuente con el apoyo nuestro”.

“Larraín ha planteado una posición muy descalificadora y poco respetuosa respecto de las reformas, una posición muy política y poco técnica. No sabemos todavía lo que van a plantear, habrá que esperar, pero no hay buenas señales”, añadió Montes, acerca del futuro ministro de Hacienda.

El diputado de la misma Comisión de Hacienda, Pablo Lorenzini (DC), es algo más abierto a la posibilidad del cambio a esta reforma, pero aún así se mantiene firme: “La reforma quedó complicada y hay que simplificarla. La simplificación va a impulsar más la inversión y va a aclarar algunas dudas, puede haber una rebaja de impuestos por un mejor procedimiento, pero no se puede bajar los impuestos en cuanto a su tasa, en eso yo nunca voy a estar de acuerdo”.

En tanto, el diputado y expresidente de la UDI, Patricio Melero, se mostró tranquilo y destacó la necesidad de dialogar: “La invitación al diálogo con la oposición es en base a la evidencia empírica de la reforma que ellos aprobaron y estamos ya en una oportunidad de evaluar esos resultados y de llevar adelante los cambios que se necesitan. Este es un diálogo con fundamentos y evidencia y no sólo un diálogo en virtud de lo que se quiere hacer y de una visión ideológica”. Melero también sostuvo que el objetivo de cambiar la Reforma Tributaria, es que Chile se acomode al contexto de la OCDE.

La modificación a esta reforma viene siendo trabajada desde marzo de 2017, cuando Sebastián Piñera oficializó su candidatura, de acuerdo al medio anteriormente citado.

En cuanto a la Reforma Laboral, el diputado de la Comisión de Trabajo y  expresidente de la Democracia Cristiana (DC), Matías Walker, aseguró que “cualquier debate en relación a esa materia se tiene que hacer mediante un proyecto de ley, no vamos a aceptar a que por la vía administrativa se pretenda legislar al respecto. Esto tiene que ser materia de ley, dada la controversia que suscitó ante el Tribunal Constitucional. Sería una muy mala señal que el Gobierno quisiera resolver estas controversias mediante dictámenes de la Dirección del Trabajo”. Walker se perfila como uno de los principales contrapesos que enfrentará el gobierno de Piñera, en la Cámara Baja.