Transcurridos 30 minutos de diálogo y consultado por la derrota oficialista en la reciente elección presidencial, el diputado del Distrito 45, Marcelo Chávez (DC), entre una serie de razones que según él explican el resultado, finalmente llega a una ilustrativa metáfora.
En segunda vuelta, dijo, el senador Alejandro Guillier se transformó en un equilibrista que tuvo que sostener en una mano los votos de la centro izquierda, de los electores que estuvieron con él en noviembre; y en la otra, los de quienes habían optado por un candidato diferente. A unos debía mantenerlos entusiasmados, a otros convencerlos. El desfonde se produjo al no lograr ninguno de los objetivos.
Pero, claro, la derrota no se puede solo reducir a eso y Chávez lo sabe. Aseguró, además, utilizando una segunda metáfora, que su traspié electoral fue “una tormenta perfecta” donde todos los hechos que no esperaba, se produjeron.
De la derrota de la Nueva Mayoría, de la propia, de su trabajo legislativo y de su futuro y el de DC, habló en una extensa entrevista.
Descentralización
Los temas sobre descentralización fueron por los que más abogó el parlamentario en estos casi cuatro años de ejercicio. Por ello manifiesta su satisfacción por la aprobación del proyecto de fortalecimiento de las regiones y de elección de los gobernadores regionales.
Dijo que todo proyecto es perfectible (“probablemente faltó el proyectos de financiamiento regional”), pero era necesario un primer paso. Ante las críticas de algunos consejeros regionales (cores), que manifiestan que los gobiernos regionales seguirán decidiendo el 10% de los recursos que se invierten en el territorio, fue enfático:
“Quienes opinan así no han leído el proyecto. Este fue un punto que peleé mucho y están la actas para confirmarlo. Es público y notorio que los cores estuvieron preocupados de cómo se definían los recursos del Fndr, si por marco presupuestario o proyecto a proyectos, y yo dije públicamente que me parecía un error centrar la discusión solo en el 10% que se decide en la Región. Es por eso que, por la ley, ahora el Gobierno Regional podrá opinar, e incluso, rechazar el Anteproyecto Regional de Inversión (ARI). Eso generará controversia entre el Ministerio y la Región, y se va a tener que resolver”, comentó.
– En algún momento siendo core usted fue contrario a cambiar la forma de votar los proyectos, pero su opinión varió siendo diputado. Los cores fueron críticos por eso. ¿Le gustaría más apoyo de los cores?
– Sobre el Fndr, la ley habla de marcos presupuestarios, exceptuando iniciativas de más de $300 millones, donde se requerirá pronunciamiento. La verdad es que la gran mayoría de los proyectos son de más de $300 millones. No tengo el dato exacto, pero es mi impresión con la experiencia de haber sido core. Ahora, sí creo que a veces se pierde la perspectiva global, y creo que era bueno hacer una mixtura.
– ¿Y no tendrá que ver con cierto clientelismo presente en la política?
– Bueno, también. Y no reniego de eso, creo que es parte de la política. Por eso es importante la mixtura.
La derrota oficialista
Son muchas las razones que, en opinión de Chávez, explican la derrota oficialista. “Dentro de las muchas causas, es evidente que La Nueva Mayoría como proyecto fue un fracaso. Desde el primer día, sin ánimo de querer asignar responsabilidades, cuando hubo distancia con el programa, en la relación de los partidos con el gobierno, ya se empezaba a esbozar que algo no funcionaba bien”, dijo.
Chávez sostuvo que hubo reformas que las “personas no las percibieron de buena manera”, hubo problemas de gestión y los partidos “también fallamos”.
“En el tema de la elección de los gobernadores regionales, por ejemplo, lo que primó fue la mezquindad política. También está el hecho de no haber hecho primarias o, al menos, haber acordado una planificación teniendo candidaturas presidenciales diferenciadas (…). Y eso, sin entrar en temas de fondo, como si estamos leyendo bien lo que está pasando en la sociedad chilena. O sea, con el respeto que me merece esa iniciativa, en terreno nadie me preguntaba por la nueva Constitución”, aseguró.
– Y qué pasa con las conductas de quienes son parte de La Nueva Mayoría. Digo esto porque el bloque se arroja la representación de los más débiles, del pueblo, si se quiere. Pero nos enteremos de una millonaria pensión que va a recibir la esposa de un dirigente del PS, cuando 20 mil personas marchan contra las AFP’s, qué decir de los involucrados en SQM. ¿No será ese el descontento de las personas?
– Esos temas afectaron a la política de manera transversal. Pero yo creo que ese fenómeno le pega mucho más fuerte a la centro izquierda, por lo que tú señalas…
– Haciendo la caricatura, uno cree que en la derecha están los que tienen poder, los que más ganan, etc.
– Y, claro, en la caricatura la gente piensa que la derecha lo puede hacer, pero insisto en la caricatura.
– Pero la pregunta es si al interior de La Nueva Mayoría se hace o se piensa hacer este análisis también, porque parece no haber un mea culpa.
– No puedo hablar por los otros partidos, pero he conversado con algunos parlamentarios y dirigentes de la DC, y creo que hay un genuino interés de hacer esa reflexión. Yo, al menos, estoy comprometido, ir a las bases para conocer las causas. Creo que cada partido tiene que hacer su reflexión.
– ¿Qué va a pasar con la DC? ¿Con quién hará alianza en el futuro? Pues parece que la Nueva Mayoría ya no existe.
– Yo coincido en eso. Creo que la Nueva Mayoría termina con el gobierno. Algunos lo habían manifestado antes, y otros teníamos esperanza de que perdurara en el tiempo. Cada partido debe reflexionar y luego definir. Si yo tuviera que definir, ojalá fuera dentro del marco de la centro izquierda y no excluyo a nadie. A veces se intenta demonizar la relación con el PC, pero matices más matices menos, en lo de fondo tenemos pocas diferencias. Me intranquiliza ver que el debate se centra en ello y eso no es lo central (…). Para mí, por otra parte, es evidente que es muy difícil llegar a una alianza con la derecha.
El por qué de su traspié
Estudiar en el extranjero y tomar temas pendientes, también materia académica, son partes de los planes de Chávez, cuando el 12 de marzo esté fuera del Cámara.
Chávez no pensaba ir a la reelección. “Estaba cansado. Cuando dicen que los parlamentarios no hacen nada, primero da risa, pero después molesta, porque yo de verdad me he sacado la mugre”, dijo. Su definición, no obstante, cambió cuando en el partido le pidieron postular y “genuinamente, no estoy diciendo nada armado, muchas personas en el distrito me pidieron que revaluara”.
En su opinión, el pasado 19 de noviembre se dio “una tormenta perfecta” para que la aventura de ser reelecto no llegara a buen puerto.
“Se dieron todos los factores que no tenían que darse. Fuimos en lista separada, por eso perdimos, la DC, nueve diputados; segundo, la alta votación que sacó la derecha en la parlamentaria. Eso fue lo que le permitió sacar un cuarto diputados en este distrito. Eso no estaba en los cálculos de nadie. La gran votación de Gastón Saavedra, también descuadró un poco la votación de nuestro sector (…). Además, no sé si equivoqué la estrategia, pero no hice campaña en comunas que no fueran de mi distrito”, reflexionó.
– ¿Y sus temas más polémicos, el accidente a meses de haber asumido, o la investigación del CDE por los viáticos del viaje a China, no cree que eso también afectó en su votación?
– Es un factor, por supuesto. A pesar que en el episodio del accidente me sobresee definitivamente, no encontrando méritos para abrir una causa. Creo que, a ojos de la ciudadanía, no termina bien explicado y quedó la sensación de cierta impunidad (…). Y lo del CDE, a cuatro días de la elección, es lo peor que lo puede pasar a un política, lo cual me causa sospechas. Yo estoy tranquilo, porque en el punto cuestionado, la Contraloría ha determinado que está todo en regla. Ahora vamos a tener tiempo para defendernos.