El gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, desestimó cualquier sesgo ideológico del sondeo y defendió su estudio semanal, más allá del yerro en los números de Piñera y Sánchez.
“Si las encuestas hubiesen dicho a la verdad, a lo mejor sí estaríamos en segunda vuelta”, fue el reclamo que lanzó Beatriz Sánchez luego de conocidos los resultados del 19 de noviembre.
La abanderada del Frente Amplio declaró ser la principal perjudicada por los sondeos de opinión, que no lograron anticipar su estrecha disputa con Alejandro Guillier por el segundo lugar.
“Las razones por las que Beatriz Sánchez en octubre fue cayendo en intención de voto no tienen que ver con las encuestas, tienen que ver con el conflicto Mayol, con sus declaraciones sobre Allende”, retrucó por su parte Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos de Cadem, durante el encuentro “¿Cómo viene el 2018?”, organizado por Sofofa y Cpcc en el hotel Sonesta.
En la instancia, donde también expuso el economista Hernán Cheyre, de la Universidad del Desarrollo, Izikson defendió el carácter de su estudio, recalcando que, pese a las críticas, la Cadem acertó en una serie de elementos. A su juicio, si no existieran restricciones legales para entregar encuestas en los días previos a los comicios, las proyecciones habrían sido más cercanas. En efecto, afirma que los últimos 10 días de campaña fueron muy relevantes para el alza de Kast y Sánchez.
– Han sido severamente cuestionados tras la primera vuelta.
– Hay que hacer un análisis completo, de mediano plazo, porque tampoco tenemos toda la información, pero yo no soy autoflagelante, creo que hay buenas noticias. Primero, esta es la primera elección donde se calcula de forma consistente el votante probable. Eso es algo que hay que hacer y aprender a hacer bien.
– ¿Les complejizó la tarea el voto voluntario?
– Tiene que ver con la complejidad de la declaración de las personas. El 70% dice que votó y sabemos que votó el 47%. Cómo tú identificas a ese 47% es lo complejo. Cómo logras también identificar los cambios de estructura entre una elección y otra. Te pongo un ejemplo. Nosotros, efectivamente, no logramos estimar la estructura del votante probable, sí estimamos la participación. Votaron más jóvenes y más en Santiago de lo que creíamos.
– Los dardos a Cadem apuntan por los números de Piñera y Sánchez. ¿Hubo errores?
– Las encuestas hay que entenderlas como son, una ciencia de suyo imprecisa, que de suyo lleva margen de error. El desafío es disminuirlo, pero estas cosas podían ocurrir. Evidentemente, no quisimos sobrerrepresentar a Piñera y subestimar a Beatriz Sánchez entre 4 y 6 puntos, pero tampoco la encuesta cambió el resultado de la elección. Las encuestas dijeron que habría segunda vuelta, que Guillier iba a pasar al balotaje y que Sánchez sería tercera con margen de los demás candidatos.
– ¿Desestima que las encuestas hayan condicionado el resultado final?
– Hay que desestimarlo, evidentemente, porque si las encuestas tuvieran el poder de manipular los resultados de la primera vuelta, Piñera no hubiera sacado 37%, hubiera obtenido un 43%. Sánchez no hubiera sacado un 20%, sino 16 o 14%. Las encuestas no tienen esa capacidad. Nuestra encuesta, en particular, dijo que entre el 4 de julio y el 22 de septiembre Beatriz Sánchez tuvo una opción real de pasar a segunda vuelta, opción que en octubre comenzó a diluirse.
– Marta Lagos, de Mori, ha apuntado a las encuestas de derecha.
– No estoy para nada de acuerdo (con sus críticas). Marta dijo que no iba a haber segunda vuelta y hubo, dijo que Piñera iba a sacar un 45% y sacó 37%, dijo que Guillier iba a sacar 30% y sacó 23%, dijo que Sánchez iba sacar 11% y sacó 20%. Esa es la lectura de Marta Lagos.
– ¿Hay encuestas de izquierda y derecha en Chile?
– No, en Chile no hay encuestas de derecha o de izquierda, hay muy pocas. Cadem es una empresa de investigación de mercado, cuyos dueños están más bien ligados al mundo de la Concertación. Yo creo que tiene que ver con la calidad de las encuestas y la consistencia de las mismas. En el caso de Marta Lagos, ella lleva diez años siendo muy inconsistente entre lo que dice de una semana a otra. Cambia de opinión de forma muy fácil, ajustando sus mensajes.
– A ti se te recuerda constantemente tu paso por la Segegob de Piñera…
– Yo lo entiendo y me parece normal, empatizo con la crítica, pero está publicado desde el día uno en nuestra web. Yo nunca lo he escondido, al contrario, para mí fue un aprendizaje, crecí como profesional, no tengo una carga en cuanto a eso. No hay nada más transparente que hacer una encuesta pública todas las semanas. El resto es humo.