Participación electoral en el extranjero: ¿Es conveniente introducir el voto electrónico?
28 de Noviembre 2017 | Publicado por: Ángel Rogel
Así como una dichatina fue la primera en votar en Nueva Zelanda y celebró como si fuera la anotación de un gol, un número importante del padrón en el extranjero se abstuvo de votar. ¿Puede ser el voto electrónico una buena opción?
Vive a más de 9 mil kilómetros de distancia de la Región del Bío Bío que fue su primer hogar, sin embargo, y después de 26 años asentada en Nueva Zelanda, Sandra Sandoval continúa pendiente de lo que ocurre en Chile. “¿Por qué quise votar? – dice pasado ya el ajetreo electoral- para cumplir un anhelo, ser parte de las decisiones que están ocurriendo en el país y manifestar mi opinión”, responde.
Precisamente, fue el voto de esta profesora de educación física, hoy dedicada al trabajo con niños con necesidades especiales en Wellington, el primero en emitirse en todo el mundo. Debido a las 16 horas de diferencia que distancian a Chile del país oceánico era todavía era sábado cuando la vimos, a través de un enlace vía Skype con la cancillería, introducir su sufragio en un contenedor plástico adaptado como urna y levantar los brazos en señal de triunfo.
Hoy ya conocidos los resultados de la elección, la dichatina se aventura a analizar lo vivido. “Las votaciones en Wellington funcionaron sin ningún inconveniente y con concurrencia de público dentro de las horas establecidas”, comenta. Aunque tras revisar las estadísticas dadas a conocer más tarde por el Servel, apunta a una baja participación que cree es mejorable a partir de ampliados procesos de inscripción o de la incorporación del voto electrónico.
Es que, efectivamente, si en los 62 países en que está habilitado el voto (en el mundo hay 194 países) existe un padrón electoral de 39 mil chilenos aptos para sufragar, fueron sólo 23 mil los que ejercieron este derecho.
¿Aspirar al voto electrónico?
Mientras entusiastas como esta profesora se apuran en estampar su voto, más de 16 mil chilenos en el extranjero, pudiendo hacerlo no votaron, lo que ha instalado la discusión respecto de la necesidad de tener un padrón más amplio. Para esto algunos expertos han señalado la idea de introducir nuevos mecanismos como podría ser el voto electrónico.
Para el historiador Francisco Bulnes el sistema electrónico ofrece varias dificultades, aunque también varias posibilidades. La primera complejidad, dice Bulnes, se expresa en términos de costos que “es varias veces superior al costo del voto que emite un ciudadano en el país”, y en términos de implementación se dificulta debido a la dispersión de los chilenos en el exterior.
Para el también académico de la Universidad Andrés Bello existen alternativas al voto físico que podría implementarse dentro y fuera de Chile para aumentar la participación. Éstas son el sufragio por correo (usado en Estados Unidos y Europa). El sufragio por mandato en que un representante del ciudadano chileno en el extranjero vote por él en Chile, el voto electrónico por computador y sobre todo por celular, “que se puede implementar al igual que las transacciones bancarias. El soporte existe”.
Todo esto, agrega, dependerá de la voluntad política, sin embargo, estima “es un esfuerzo que debiera realizarse al menos en las presidenciales”.
En tanto, para la abogada y académica del Departamento de Derecho Público Unab, Tania Busch, pensar en implementar el voto electrónico no es tan acertado. “No está tan difundido como se cree y los países en que se ha establecido, que han sido pocos: Bélgica, Brasil, EE.UU, Estonia, Filipinas, India y Venezuela”, por eso, agrega: “están por verse las ventajas del sistema”.
Para Busch, Chile cuenta con un sistema que funciona y entrega resultados confiables y rápidos, además de permitir una instancia de formación ciudadana al incorporar la participación de la ciudadanía en el proceso. En mi opinión, no debería modificarse el sistema puesto que ha demostrado funcionar”.
Los países no incorporados
Para que las personas puedan votar fuera de Chile, se requerirá que se inscriban en los consulados del país en el que viven o permanecen en el momento de la elección o plebiscito. Se entenderá por consulado las oficinas consulares, incluyendo las secciones consulares de una misión diplomática, a cargo de un funcionario de la planta del Servicio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores designado para desempeñar funciones consulares.
No es necesario que exista embajada. Sí tiene que haber consulado. En el caso de que una persona viviera en el extranjero en un país en que no tenga consulado debería hacer las gestiones en el consulado más próximo.