Ningún pronóstico auguró los números de dos candidatos que, fuera del podio y la disputa por la segunda vuelta, corrieron una carrera completamente aparte este domingo de elecciones presidenciales.
Tras Piñera, Guillier y Sánchez, el cuarto lugar fue ocupado por José Antonio Kast, el candidato de la derecha más dura. Su 7,9% en las preferencias lo alzó como una figura determinante, mucho más de lo esperado por sus mismos cercanos.
Inmediatamente después, en una incómoda posición, figuró quien es quizás la principal derrotada en la carrera por La Moneda, Carolina Goic.
La carta de la Democracia Cristiana alcanzó a penas un 5,9%, cifra que se aleja de los totales históricos del falangismo y sume al partido en un intenso proceso de “reflexión”, como señalaron militantes que prefirieron obviar el concepto de crisis.
Más allá de los números, la primera vuelta deja en Kast y Goic una huella imborrable que sin duda los acompañará en sus futuras aventuras electorales, porque si bien ambos estuvieron lejos de poder proclamarse ganadores, sacan cuentas absolutamente dispares de cara al futuro inmediato.
Al margen de Chile Vamos pero junto a Piñera
Rafael López, director ejecutivo de Giro Estratégico y cientista político, asegura que el avance de Kast puede ser capitalizado por un sector de la derecha que en 2009 estuvo con el hoy candidato Sebastián Piñera, pero que no comulgó del todo con su gestión.
“Creo que José Antonio Kast tiene fuerza y es una persona bastante joven. No tiene el peso del pasado, era un niño para el gobierno militar, así que tiene un buen trecho todavía. Yo creo que si no existiera un Piñera, el representante natural sería Kast. Recoge el ideario del gremialismo de Jaime Guzmán”, afirma López, destacando la prospección política del actual diputado.
Por su parte, Misael Ocares, coordinador de campaña de José Antonio Kast en Concepción, subraya que “tenemos una tendencia al alza y, por tanto, estamos analizando los próximos cuatro años para una segunda posible candidatura presidencial. No sabemos si en base a la figura de José Antonio, pero sí en referencia al movimiento social que él despertó”.
¿Y qué sucederá con las conversaciones por la segunda vuelta? Rafael López es categórico. Pese a las diferencias que existen entre sus votantes y los de Sebastián Piñera, el porcentaje de sufragios de Kast se trasladará con seguridad a la carta de Chile Vamos, sin necesidad de mayores acercamientos de por medio.
A ese respecto, agrega que los movimientos de Piñera serán clarificadores. Su crecimiento debe dirigirse hacia el centro, intentando capturar al votante de Carolina Goic. Derechizarse para buscar proximidad con Kast podría traerle perjuicios en esa arremetida.
La caída del camino propio
“Es un mal resultado. Siempre he sido una mujer que ha dado la cara, en situaciones complejas y más fáciles, por lo tanto no va a ser esta la ocasión en que no reconozca las cosas por su nombre. No era el resultado que esperábamos”.
Con esas palabras Carolina Goic enfrentó los números del Servicio Electoral que la situaban por detrás de los cálculos más pesimistas.
A renglón seguido, la principal figura del centro saludó a Alejandro Guillier, poco más que insinuando un apoyo, y también felicitó a Beatriz Sánchez, la gran ganadora del día pese a extraviar la consagración del Frente Amplio por escasos dos puntos porcentuales.
El desempeño de Goic en las urnas obliga a un análisis desde el mea culpa. ¿Era el camino propio la senda que debía recorrer la Democracia Cristiana?
Álvaro Ortiz, alcalde de Concepción, recalcó luego de conocidos los resultados que en su visión y la de otros compañeros de partido, siempre estuvo la convicción de llevar adelante la candidatura de Goic, pero sobre la base de una primaria al interior de la Nueva Mayoría, que la enfrentara con Alejandro Guillier y, eventualmente, con Ricardo Lagos.
“Hubo personas que en su momento, con argumentos en la mano, planteamos por qué había que ir a primarias. Creo que habrá tiempo para revisar los antecedentes, pero hoy no es el momento de buscar responsables. Lo que corresponde es trabajar para ganar la segunda vuelta en diciembre”, sostiene el jefe comunal.
En tanto, el líder de la colectividad en el Bío Bío, Nicolás Hauri, recalcó que esperaban más en cuanto a los resultados, aunque destacó que como sector están tranquilos por levantar una candidatura con propuestas.
“Debo decir que el compromiso de los militantes fue absoluto y lo vimos en la calle y en las distintas actividades que hicimos, en el despliegue de los candidatos. Lo que ocurrió es que la gente optó por una opción distinta, pero que respetamos. Así que ahora nos toca hacer las evaluaciones en qué factores influyó el resultado”, sentenció.
Sobre el apoyo a Alejandro Guillier, Hauri evitó realizar un juicio categórico, indicando que se decidirá “institucionalmente por parte del partido” durante el Consejo Nacional fijado para este lunes 20 noviembre, cita en la que también se espera un crudo análisis sobre el futuro de Goic al frente de la Democracia Cristiana, en circunstancias de que aumentan las presiones por su salida luego de una magra primera vuelta.
El nuevo rol del falangismo
Sergio Toro, director del centro de investigación de la Universidad de Concepción DemoData, considera que el desempeño de Goic guarda relación con una cuestión sistémica, propia de la constitución de la abultada papeleta presidencial en Chile, cuestión ya observada en otras experiencias internacionales.
“Independiente de la cantidad de candidatos, la gente se va a coordinar sobre tres, siempre, entonces la pelea va a estar en quién dirige a los votantes para el tercer lugar, por eso se concentraron los votos en Sánchez y Guillier, Goic nunca pudo ser la segunda alternativa a Guillier y eso finalmente los electores lo observaron como voto útil. Entonces está Guillier, Piñera y Sánchez sobre el 20%, y luego todos los demás bajo el 10. Cuando hay muchos candidatos ocurre esto, la gente se concentra en tres”, remarca.
A ello se deben sumar los problemas internos del partido, ya que, según Toro, “nunca la DC asumió la candidatura de Goic como propia, y eso uno lo observaba en la propaganda, donde parecían lo candidatos y no figuraba su carta a La Moneda y eso también le jugó en contra, no solo a la candidata, también a los parlamentarios. Esa especie de incertidumbre que generaron”.
¿Qué se puede esperar para la Democracia Cristiana? El analista augura la constitución de una fuerza bisagra, aunque disminuya su fuerza en el Congreso Nacional. “Ese es el delta que tiene Carolina Goic, Buscaban un 10 u 11% para tener capacidad de negación, pero con lo que tiene aún puede hacer algo, independiente de quién termine ocupando el sillón presidencial luego de la segunda vuelta”.
Kast y el tea party
Sergio Toro, en la línea de Rafael López, ve potencial en José Antonio Kast para construir un polo de derecha que hasta ahora no conocemos dentro del espectro político chileno.
En efecto, sus características lo asemejan al “Tea party” norteamericano, caracterizado por sus posturas de derecha dura y altamente conservadora en lo valórico.
“Es una derecha que no estaba representada por la UDI y que no es solo pinochetista, por encuadrarla en el marco clásico. Es una derecha que avanza en retomar los lineamientos de Jaime Guzmán, el gremialismo que nace en el sector oriente de la capital y que no fue necesariamente concebido para adentrarse en el mundo popular”, indica.
En ese sentido, el nicho de Kast escapa a Chile Vamos pero no tanto como algunos piensan. Según Toro, si la UDI obtenía un magro resultado en las elecciones legislativas, eventualmente podría haberse instalado la figura del diputado como un nuevo referente. Sin embargo, el partido que encabeza Jacqueline Van Rysselberghe no retrocedió en su posición en ambas cámaras.
“En esas circunstancias, puede ocurrir que la misma UDI vuelva a capturar a Kast, viéndose obligada también a recoger algunos de sus postulados. El nicho de una u otra forma sigue siendo compartido y Kast necesita de la UDI como la UDI de políticos como él”, cierra el Dr. en Ciencia Política.
El mapa de la segunda vuelta
“Es un resultado que está claramente definido para una segunda vuelta, que enfrentará a Piñera con Guillier. Me parece que Piñera entra con buen pie en este escenario, probablemente. Hay gente que está defraudada porque pensó que este triunfo de primera vuelta sería con una cantidad de votos mayor o superior, pero a mí me parece suficiente para ganar”, es la reflexión del profesor de Teoría Política y doctor en Filosofía, Óscar Godoy Arcaya.
Enfatizando en lo que fueron las sorpresas de la primera vuelta, el especialista menciona que “es probable que esas encuestas que se equivocaron no supieron evaluar suficientemente el apoyo que iba a tener Kast ni tampoco el apoyo que tendría Beatriz Sánchez. Creo que estos dos fenómenos sorprendentes, desde el punto de vista del pronóstico, a partir de las encuestas, son Beatriz Sánchez y Kast. La cátedra quedó paralizada con estos resultados”.
“Era demasiado baja la proporción de electores que estaban siendo contabilizados para hacer el cálculo inicial. Una vez que los datos del Servicio Electoral pasaron el 20% se estabilizó la diferencia y permaneció casi inmutable hasta el final. Un 2% de distancia con la candidata del Frente Amplio es débil, ahí está el punto vulnerable de la candidatura de Guillier. Le va a costar mucho derrotar a Piñera, pero el escenario está abierto”, sentencia.